Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) Flashcards
Cuáles fueron los hitos históricos en el reconocimiento del TDAH hasta ser clasificado en la CIE-10?
El TDAH es uno de los diagnósticos más comunes en neuropsiquiatría infantil y ha sido objeto de numerosos estudios.
Los primeros escritos sobre el TDAH datan de 1798, cuando Sir Alexander Crichton describió la “agitación mental”, actualmente conocida como TDAH predominantemente inatento. En 1902, George Still documentó un grupo de niños con síntomas similares a los del TDAH.
Desde los años 1950 hasta 1970, el estudio de la hiperactividad alcanzó su auge, y en 1968 el TDAH fue reconocido oficialmente en el DSM-II bajo el nombre de “reacción hiperquinética de la infancia”.
En 1992, la OMS también reconoció el TDAH en la CIE-10, clasificándolo dentro de los trastornos del comportamiento y emociones en niños y adolescentes.
Hoy, el TDAH se considera una disfunción del neurodesarrollo.
Qué diferencias existen entre los criterios diagnósticos del DSM-V y la CIE para el TDAH?
El TDAH se define como una disfunción del neurodesarrollo. En el DSM-V, los criterios para el diagnóstico han cambiado, elevando la edad de inicio y reduciendo el número de síntomas necesarios para el diagnóstico. La CIE también reconoce el TDAH, aunque establece criterios más estrictos que el DSM-V.
Los criterios del DSM-V son más populares y la mayoría de las investigaciones científicas los utilizan como referencia. La prevalencia del TDAH se sitúa entre el 2% y el 12% de la población pediátrica, con una media de 5-8%.
En países como EE. UU., la prevalencia es mayor, mientras que en otros, como Francia, es menor. En Perú, la prevalencia es del 3-5% en Lima y Callao. Según estudios, Colombia tiene la prevalencia de TDAH más alta a nivel mundial, con un 17% de la población afectada.
Cómo influye la cultura en la prevalencia y diagnóstico del TDAH en diferentes países?
La prevalencia del TDAH varía según el país, siendo mayor en algunos lugares y menor en otros. Esta variación puede atribuirse a factores culturales que influyen en la percepción y preocupación de los adultos hacia el TDAH.
La prevalencia máxima del TDAH se encuentra en edades entre los 6 y 9 años, y en los últimos años, se ha observado un incremento en los diagnósticos, aunque aún no se sabe si esto se debe a un sobrediagnóstico o a un aumento real de casos.
También existen diferencias en la prevalencia según el sexo, siendo el TDAH más común en niños que en niñas, especialmente en el subtipo mixto impulsivo-hiperactivo.
Qué factores genéticos y ambientales se asocian con el desarrollo del TDAH?
El TDAH es de origen multifactorial, resultado de factores genéticos y ambientales.
Los estudios familiares revelan que los padres de niños con TDAH tienen un riesgo elevado de presentar el trastorno, entre 2 a 8 veces más que la población general. El riesgo también es mayor en hermanos y alcanza el máximo en gemelos homocigotos.
La genética molecular sugiere que una transmisión dopaminérgica anormal podría ser responsable del TDAH.
Además, factores ambientales como exposición intrauterina al tabaco, alcohol o ciertos fármacos también aumentan el riesgo.
Otros factores de riesgo incluyen prematuridad, bajo peso al nacer, conflictos familiares, y en la etapa postnatal, una dieta deficiente y exposición a sustancias tóxicas.
Cuáles son las principales alteraciones neuroanatómicas observadas en el TDAH?
Los estudios han identificado varias alteraciones neuroanatómicas en individuos con TDAH. Se han observado tamaños cerebrales menores en áreas específicas como el cerebelo, el cuerpo calloso, el estriado (núcleo caudado, putamen y globo pálido) y el córtex prefrontal dorsolateral.
También se ha documentado un grosor reducido del córtex y una integridad alterada en la materia blanca. Además de las diferencias estructurales, se ha encontrado una hipoactivación funcional en áreas como el córtex frontal y el cingulado, lo cual contribuye a los síntomas conductuales y de atención característicos del TDAH.
Cuáles son las diferencias entre las tres presentaciones principales del TDAH?
Existen tres presentaciones principales del TDAH: la presentación combinada, la presentación predominantemente inatenta y la predominantemente hiperactiva/impulsiva. La presentación combinada es la más común y se caracteriza por inatención, hiperactividad e impulsividad.
La presentación predominantemente inatenta se observa con mayor frecuencia en niñas y se asocia a problemas como ansiedad y depresión.
La presentación hiperactiva/impulsiva es la menos común. Cada presentación tiene síntomas distintivos que ayudan a definir el tipo de intervención necesaria.
Cuáles son los síntomas característicos de inatención, hiperactividad e impulsividad en el TDAH?
El TDAH se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad.
En la inatención, los niños tienen dificultades para mantener la atención en tareas no motivadoras, olvidan objetos y no siguen instrucciones.
En cuanto a la hiperactividad, es común el movimiento constante, dificultad para permanecer sentados y generar ruido excesivo.
La impulsividad se manifiesta en actuar sin pensar, interrumpir conversaciones y dificultad para esperar turnos.
Estos síntomas pueden dificultar la vida social, académica y familiar de los niños con TDAH.
Cómo influye el contexto en la intensidad y manifestación de los síntomas del TDAH?
Los síntomas del TDAH suelen disminuir con la edad, especialmente la hiperactividad, y su intensidad depende del contexto.
En situaciones estructuradas y novedosas, los síntomas tienden a reducirse, mientras que empeoran en contextos grupales o poco motivadores.
Esta variabilidad puede hacer que los padres duden sobre el diagnóstico, ya que el niño puede concentrarse en actividades de su interés, como videojuegos, pero tiene problemas en tareas menos motivadoras.
La supervisión y gratificación frecuente suelen mejorar los síntomas, pero son esenciales las observaciones en el entorno escolar.
Cómo varían las manifestaciones clínicas del TDAH en preescolares, escolares y adolescentes?
El TDAH se manifiesta de diferentes formas según la etapa de desarrollo del niño.
En preescolares, los síntomas más comunes incluyen hiperactividad, oposicionismo, berrinches y desregulación emocional.
En la edad escolar, los problemas de atención, hiperactividad e impulsividad suelen afectar el rendimiento académico y las relaciones sociales.
En la adolescencia, la hiperactividad disminuye, pero la inatención e impulsividad persisten, lo que puede provocar problemas académicos y autoestima baja.
En algunos casos, el TDAH también puede conllevar conductas de riesgo y dificultades emocionales como depresión o baja autoestima.
Qué aspectos son clave en el proceso de diagnóstico clínico del TDAH?
El diagnóstico del TDAH es clínico y se basa en una historia clínica detallada y en los criterios de diagnóstico del DSM o la CIE.
Es fundamental recoger información de distintas fuentes, como padres, profesores y otros cuidadores, para valorar la presencia y frecuencia de los síntomas en diferentes contextos.
También es importante considerar factores como las habilidades sociales y motoras, el desarrollo emocional y la existencia de comorbilidades.
Las pruebas psicológicas no son obligatorias, pero pueden ayudar a detectar problemas en funciones ejecutivas o descartar deficiencia intelectual o superdotación.
Qué elementos debe incluir la historia clínica de un niño con TDAH y por qué son importantes?
La historia clínica en el TDAH debe incluir antecedentes personales, familiares y el entorno social del niño. Es necesario considerar posibles factores estresantes, como conflictos familiares, que puedan agravar los síntomas.
También debe evaluarse la existencia de comorbilidades, incluyendo trastornos de conducta, ansiedad, depresión, tics y problemas de aprendizaje.
Se recomienda el uso de escalas como la escala de Conners para valorar el impacto del TDAH en distintos contextos y detectar síntomas no consistentes con el TDAH.
Qué revelan los estudios de neuroimagen sobre el TDAH y cuáles son sus limitaciones?
Los estudios de neuroimagen han identificado alteraciones en el metabolismo de la glucosa en áreas como la corteza premotora y prefrontal, implicadas en el control motor y la atención.
Sin embargo, estos hallazgos no son concluyentes como marcadores biológicos del TDAH, ya que aún no se ha determinado su especificidad.
Las investigaciones también han encontrado alteraciones volumétricas en áreas como el córtex prefrontal, el cingulado, los ganglios de la base y el cerebelo, aunque estos estudios no forman parte de la evaluación clínica rutinaria del TDAH.
Qué papel juegan la dopamina y la norepinefrina en la fisiopatología del TDAH?
Los estudios neuroquímicos sobre el TDAH han resaltado la importancia de las catecolaminas, particularmente la dopamina y la norepinefrina.
La teoría actual propone que el TDAH implica una hipoactivación en las regiones corticales, como el cíngulo anterior, que causa alteraciones cognitivas.
También se observa una hiperactividad en áreas subcorticales, lo que explica el exceso de actividad motora característico del TDAH.
La disfunción en las vías noradrenérgicas también se asocia a problemas de atención y a un estado de sobrealerta, aunque estos hallazgos siguen siendo objeto de investigación.
Cuáles son los elementos clave en un tratamiento integral para el TDAH?
El tratamiento del TDAH debe ser integral e individualizado, considerando la cronicidad y el impacto del trastorno en la vida diaria. Es fundamental incluir psicoeducación para la familia, que les ayude a entender la condición y a conocer los tratamientos disponibles.
El tratamiento puede ser farmacológico o psicológico y tiene como objetivo mejorar los síntomas centrales (inatención, hiperactividad e impulsividad) y reducir las dificultades funcionales.
También se recomienda vincular a la familia con servicios de apoyo y recursos educacionales que puedan ayudar al niño o adolescente.
Qué consideraciones son necesarias al iniciar un tratamiento farmacológico con metilfenidato en el TDAH?
El metilfenidato es el fármaco de primera línea para el TDAH y ha demostrado ser efectivo para reducir los síntomas del trastorno.
Se recomienda en formulación de liberación inmediata o prolongada, según la necesidad de cada paciente. La dosis inicial es de 0.2 mg/kg y se ajusta gradualmente para minimizar efectos adversos como cefalea, insomnio, y pérdida de peso.
En casos donde el metilfenidato no sea adecuado o el paciente experimente efectos secundarios severos, pueden usarse otros fármacos como atomoxetina. El monitoreo de la salud cardiovascular y la evaluación de factores de riesgo son esenciales antes y durante el tratamiento.