Every day, I wake up early, but Xiya always wakes up a little later. The sun shines softly through the curtains while I’m already stretching in the living room. “Do you stretch in the morning too?” I ask the girls, smiling. Suriya gets up quickly and puts on her favorite dress. Meanwhile, I know you (a friend) also wake up early, because we talk about it often.
Later, while we’re having breakfast, I tell them: “Today, we’re going to the park!” Xiya says she’s excited, and Suriya laughs happily. I ask them, “What do you want to do after the park?” and they both respond with big smiles. “We want to play and then get ice cream!” they say together.
At the park, Xiya chooses the swing, and I push her higher. Meanwhile, Suriya watches and laughs. I see other children playing and wonder if they’re as happy as my daughters. A little boy runs past us, and his mother shouts: “Be careful!” We all sit on the grass for a while, and the fresh air smells amazing.
Later, we drink lemonade at a café, and I ask the girls what they want to do next. “We feel like going to the lake!” they both exclaim. I agree, and we walk there together. Along the way, I see other families laughing and talking, and I wonder what their stories are.
By the time we’re home, we’re all tired. The girls tell me they had a great day. I close my eyes for a moment and dream about more adventures. “Tomorrow,” I think, “we’ll do this all again.”
Cada día me despierto temprano, pero Xiya siempre se despierta un poco más tarde. El sol brilla suavemente a través de las cortinas mientras ya estoy estirándome en la sala. “¿Ustedes también hacen estiramientos por la mañana?” les pregunto a las niñas, sonriendo. Suriya se levanta rápidamente y se pone su vestido favorito. Mientras tanto, sé que tú (un amigo) también te despiertas temprano, porque hablamos de ello a menudo.
Más tarde, mientras desayunamos, les digo: “¡Hoy vamos al parque!”. Xiya dice que está emocionada, y Suriya se ríe feliz. Les pregunto: “¿Qué quieren hacer después del parque?” y ambas responden con grandes sonrisas. “¡Queremos jugar y luego comer helado!” dicen juntas.
En el parque, Xiya elige el columpio, y yo la empujo más alto. Mientras tanto, Suriya mira y ríe. Veo a otros niños jugando y me pregunto si son tan felices como mis hijas. Un niño pequeño pasa corriendo junto a nosotros, y su madre le grita: “¡Ten cuidado!”. Nos sentamos en el césped por un rato, y el aire fresco huele increíble.
Más tarde, bebemos limonada en un café, y les pregunto a las niñas qué quieren hacer después. “¡Queremos ir al lago!”, exclaman ambas. Estoy de acuerdo, y caminamos hasta allí juntos. En el camino, veo a otras familias riendo y conversando, y me pregunto cuáles serán sus historias.
Cuando llegamos a casa, estamos todos cansados. Las niñas me dicen que tuvieron un gran día. Cierro los ojos por un momento y sueño con más aventuras. “Mañana”, pienso, “lo haremos todo de nuevo”.
