Tema 46. La música en el Romanticismo Flashcards
(30 cards)
Dualismo romántico
Frente al ideal común de los compositores clásicos, el Romanticismo es, como ya se ha visto, un movimiento heterogéneo en sí mismo, lleno de contradicciones. Se puede considerar al Clasicismo el último gran estilo y, a partir de este, ya no habrá ningún estilo unitario, sino tendencias. Las dualidades del Romanticismo son recogidas por Grout (1999) y Einstein (1986) y hacen referencia a aspectos como música/palabra, multitud/individuo, profesionales/aficionados, humanidad/naturaleza, ciencia/irracional, nacionalismo/internacionalismo o tradición/revolución.
Música vs palabra
La primera contradicción se refiere a la relación entre música y palabra. Para ello, hay que partir de la siguiente pregunta: si la música instrumental era considerada como ideal romántico ¿por qué una de las principales maneras de expresión del Romanticismo era el Lied, que llegó a influir en la propia música instrumental? Asimismo, hay que tener en cuenta el interés de los compositores y escritores del momento por la expresión literaria.
Por un lado, este conflicto encuentra solución a través de la música programática, es decir, aquella música instrumental que, mediante la insinuación imaginativa (en lugar de la imitación de sonidos de la naturaleza o la utilización de figuras retórico-musicales) expresa temas poéticos, descriptivos o narrativos. Por otro lado, existe una conjunción de música y palabras en la importancia del acompañamiento instrumental de la música vocal, tal y como puede verse en el piano de los Lieder de Schubert hasta la orquesta sinfónica de los dramas musicales de Wagner.
Intérpretes profesionales vs aficionados
Ya en el periodo clásico existía una dicotomía entre los intérpretes profesionales y los aficionados, condición que se intensificó durante el siglo XIX. Por un lado, nos encontramos con el ejecutante virtuoso, que llena las salas de concierto, como Paganini al violín o LIszt al piano. Por otro, los conjuntos instrumentales formados por familias o vecinos en torno al piano de la sala de estar. La primera contradicción se refiere a la relación entre música y palabra. Para ello, hay que partir de la siguiente pregunta: si la música instrumental era considerada como ideal romántico ¿por qué una de las principales maneras de expresión del Romanticismo era el Lied, que llegó a influir en la propia música instrumental? Asimismo, hay que tener en cuenta el interés de los compositores y escritores del momento por la expresión literaria.
Por un lado, este conflicto encuentra solución a través de la música programática, es decir, aquella música instrumental que, mediante la insinuación imaginativa (en lugar de la imitación de sonidos de la naturaleza o la utilización de figuras retórico-musicales) expresa temas poéticos, descriptivos o narrativos. Por otro lado, existe una conjunción de música y palabras en la importancia del acompañamiento instrumental de la música vocal, tal y como puede verse en el piano de los Lieder de Schubert hasta la orquesta sinfónica de los dramas musicales de Wagner.
La ciencia y lo irracional
Paralela al avance de la ciencia y el método científico en el siglo XIX, la música va más allá de los límites de lo racional, entrando en el terreno de lo inconsciente y lo sobrenatural. Algunos ejemplos, como la “Sinfonía fantástica” de Berlioz o los dramas wagnerianos, toman su material del sueño o el mito. Igualmente, la naturaleza se ve cargada de espíritus y misteriosos significados. El esfuerzo por representar y expresar estas ideas llevó consigo una ampliación de la armonía, la melodía y el colorido orquestal.
Nacionalismo e internacionalismo
El Nacionalismo fue una de las principales influencias de la música romántica. A lo largo de este periodo se produjo un incremento de las diferencias entre los estilos musicales nacionales, como reflejo de los cambios políticos del momento. El Romanticismo musical floreció, en mayor medida, en Alemania, donde los sentimientos nacionales, políticamente oprimidos durante años, vieron en la música (y otras formas artísticas) una vía de escape. Como complemento a esa concentración en la música nacional, se dio un gusto por el exotismo y el interés por los elementos más pintorescos de culturas ajenas, como por ejemplo la moda de “lo español” en París en aquel momento. No obstante, a pesar de utilizar este tipo de materiales o de esa inclinación nacionalista, los músicos románticos no se limitaban a una nación en concreto, sino que su mensaje se dirigía a toda la humanidad; de ahí la dualidad nacional/internacional.
El espíritu revolucionario del romanticismo puede verse en los ensayos:
De Wagner: Arte y Revolución (1849) y La obra de arte del porvenir (1850)
Características de la música romántica. Ritmo
Comenzando por los elementos del lenguaje musical, la base del ritmo está establecida por el compás de acentuación gradual del Clasicismo, lleno de expresividad y con una mayor carga poética y psicológica. Son comunes los tresillos frente a dosillos, la utilización del puntillo, el uso de síncopas, etc. Asimismo, cada compositor hace acopio de ritmos personales, causado por un subjetivismo casi colérico; en este sentido, Michels (1992) señala las síncopas de Beethoven (también conocido como “motivo de la llamada”), los puntillos de Schumann y los acentos anticipados y superposición de dosillos y tresillos de Brahms.
Características de la música romántica. Melodía
Hay una predominancia de la melodía, al igual que ocurría en el Clasicismo; sin embargo, ésta se convierte en un vehículo de expresión de los sentimientos, donde el carácter determina la naturaleza de la misma, en lugar de basarse meramente en una línea constituida por reglas y leyes estéticas.
Etapas del Romanticismo según Michels (1992)
Romanticismo temprano (1800-1830)
Romanticismo pleno (1830-1850)
Romanticismo tardío (1850-1890)
Fin de siglo (1890-1914)
Romanticismo Tardío
Comprendido entre 1850 y 1890, coincide con la revolución de 1848 y el fallecimiento de Mendelssohn, Chopin y Schubert. La época comienza con los poemas sinfónicos de Liszt, los dramas musicales de Wagner y las óperas de madurez de Verdi. Asimismo, surge una nueva generación de compositores como Brahms, Frank y Bruckner, entre otros. Según Michels (1992)”La estética formal y expresiva, cecilianismo, historicismo, naturalismo y el colorido nacionalista coexisten e imprimen a la música unos rasgos postrománticos”
La orquesta romántica
Evoluciona a partir de la orquesta clásica diversificando el instrumental (…) y ampliando el número de intérpretes llegando, en ocasiones, a los 150 instrumentistas.
La técnica de orquestación y dirección moderna:
Se desarrolla a o largo del siglo XIX gracias a Berlioz, que será uno de los primeros en tratar a los instrumentos de forma individualizada. La nueva técnica orquestal se perfecciona con el paso de los años, desembocando en la música sinfónica de Mahler o Strauss.
Asimismo, se desarrolla la técnica de la dirección orquestal; el director deja definitivamente de estar sentado al clave o tocar algún instrumento de cuerda (algo que ya podía verse en algunas ocasiones en las orquestas clásicas) para situarse frente a la orquesta.
Evolución de los cordófonos en el Romanticismo
Dentro de la familia de los cordófonos, apenas se producen cambios significativos respecto a los instrumentos del siglo XVIII, limitándose a modificaciones que permiten una amplitud sonora más amplia y mejores facilidades para la ejecución virtuosística. Entre estas se encuentra una mayor tensión y grosor en las cuerdas, la elevación del puente o un diapasón más largo. Tourte introduce, a comienzos de siglo, el arco en su forma actual, cóncava y con tornillo de graduación.
El piano es el instrumento romántico por excelencia, ¿a qué se debe esto?
Al perfeccionamiento del instrumento, sus posibilidades expresivas, la versatilidad de repertorios y su importancia didáctica para los estudios de composición.
A comienzos de siglo XIX hubo dos escuelas de ejecución pianísticas muy marcadas. ¿Cuáles son?
Por un lado, la de Hummel, discípulo de Mozart, caracterizada por la claridad de la textura y la fluidez de la técnica. Por otro, la de Beethoven, cuyos rasgos más característicos son la plenitud del sonido, la amplitud del espectro dinámico, los efectos orquestales, la ejecución dramática y la riqueza del vigor técnico. Ambas escuelas se verían en el estilo de Clementi, influyente compositor, pianista y maestro italiano del momento.
Paralelamente al aumento de las exigencias técnicas y el desarrollo de nuevos estilos pianísticos, sur-gen diversas e importantes escuelas de ejecución y composición. En este sentido, algunos pianistas busca-ban la elegancia, el sentimiento, la nitidez y la luminosidad (como Field), mientras otros aspiraban a cau-sar una fuerte impresión en el público, y cargaban su interpretación de audacia y exhibicionismo (como Thalberg). Un tercer grupo era el formado por los grandes virtuosos, destacados por sus dotes tanto en la interpretación como en la composición; a este grupo pertenecen Liszt o Rubinstein.
BIBLIOGRAFÍA Tema 46. La música en el Romanticismo
Di Benetto, R. (1986) Historia de la Música 8, siglo XIX
Einstein, A. (1986) La música en la época romántica
Fubini, E. (1988) La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX.
Grout, D. y Palisca, C. (1999) Historia de la música occidental.
Michels, U. (1992) Atlas de música
Plantinga, L. (1992) La música romántica
Clasicismo vs Romanticismo
Tal y como recoge Grout (1999), a la hora de describir periodos estilísticos, clasificaciones como Clasicismo o Romanticismo son términos que pueden resultar especialmente incómodos, ya que ambos conceptos tienen una variedad de significados mucho mayor que el que les atribuimos habitualmente. Grout también insiste en la continuidad entre ambos estilos, en lugar de la mera oposición entre uno y otro.
Desde un punto de vista amplio, el Romanticismo difiere del Clasicismo por la mayor relevancia que da a lo remoto y lo extraño. Otra peculiaridad del Romanticismo es la infinitud. Por un lado, aspira a trascender tiempos inmediatos y a aprehender la eternidad, lo que se refleja en su tendencia a la libertad, el movimiento, la pasión y lo inalcanzable, en contraposición con el ideal clásico del orden, el equilibrio y la perfección. Por otro, la oscuridad y la ambigüedad sustituyen a la claridad clásica, con una tendencia a entremezclar las artes. La música instrumental se convierte en el ideal del Romanticismo, siendo la más representativa de todas las artes del siglo XIX (Di Benetto 1986).
Multitud vs individuo
Esta dualidad hace referencia a la relación del compositor con el público, que había ido cambiando paulatinamente en la última centuria. A comienzos del siglo XIX se pasa de los salones de las casas señoriales y el mecenazgo individual a los amplios teatros y auditorios, junto con la aparición de asociaciones de conciertos y festivales de música. Con este panorama, el compositor debía llegar a ese vasto y nuevo público para obtener el éxito. Sin embargo, esto choca la imagen romántica del artista antisocial y aislado. En líneas generales, los compositores románticos escribían para un público ideal imaginario que pudiera comprenderle en la posteridad, pero también era común que compusieran para un círculo reducido de personas afines, a las que confesaban sus sentimientos más íntimos. Es así como puede apreciarse la dualidad de las grandes creaciones de Mendelssohn, Wagner, Berlioz, Mahler… para un amplio auditorio en contraposición con el intimismo de los Lieder de Schumann o las piezas breves para piano de Schubert, Mendelssohn y Chopin.
Humanidad vs naturaleza
Tras la Revolución Industrial se produjo, a lo largo del siglo XIX, un incremento en la población eu-ropea, principalmente en las ciudades, dejando de lado la vida en el campo. No obstante, a mayor lejanía de la naturaleza, mayor atracción por la misma. Es a partir de Rousseau cuando se idealiza la naturaleza en sus aspectos más salvajes y pintorescos. El punto de partida se encuentra en Las estaciones de Haydn y la Sinfonía Pastoral de Beethoven, seguidas de las oberturas de Mendelssohn, las sinfonías Primavera y Renana de Schumann, los poemas sinfónicos de Berlioz y Liszt, y las óperas de Weber y Wagner.
Para el compositor romántico, la naturaleza representaba algo más que un tema que había que describir; había una analogía entre la naturaleza y la vida interior del compositor, donde la naturaleza se con-vierte en un refugio, una fuente de energía, inspiración y descubrimiento. Se produce un equilibrio entre el sentido místico de la naturaleza y la artificialidad de la vida urbana, rasgo que se convierte en característica predominante de la música del siglo XIX.
Tradición vs Revolución
El Romanticismo tuvo desde sus inicios carácter revolucionario, visto como una insurrección contra la limitación del Clasicismo. Tal y como se ha mencionado con anterioridad, los compositores románticos componen mirando hacia el futuro, a la posteridad, en lugar de crear una composición para y por el presente, como hacían los compositores clásicos. Este espíritu revolucionario puede verse en sendos ensayos de Wagner titulados Arte y Revolución (1849) y La obra de arte del porvenir (1850).
Al mismo tiempo, existía un interés por el pasado: existe una continuidad con las formas clásicas y la base de su música se sostiene sobre la armonía clásica. Además, no todos los compositores adoptaron completamente las innovaciones del Romanticismo, teniendo sus seguidores y sus detractores. Es decir, coexisten compositores más conservadores, como Mendelssohn o Brahms, junto a otros más radicales como Berlioz, Liszt y Wagner. Entre ambos se encuentra Schumann.
Características de la música romántica. Armonía
La armonía romántica es una continuación de la clásica, si bien se producen notorios avances respecto a esta. En este sentido, a lo largo del Romanticismo se puede observar una búsqueda del color armónico a través de la exploración de la disonancia, el cromatismo, la enarmonía y la armonía alterada. Se produce una nueva orientación tonal que debilita la polarización entre tónica y dominante, a merced de nuevas tonalidades como la subdominante. A diferencia del Clasicismo, el tono principal y su relativo son considerados como un mismo tono y el ritmo armónico es mucho más rápido. Asimismo, existe una ambigüedad tonal en la que el tono principal no siempre es sólidamente afirmado. Todos estos avances en el campo de la armonía desembocan en el límite de la tonalidad y la atonalidad acaecida entre finales del siglo XIX comienzos del siglo XX.
Características de la música romántica. Géneros
Desde el punto de vista de los géneros, el Romanticismo recoge el relevo del Clasicismo, ampliándolos y transformándolos, por lo que sigue habiendo una importante presencia de sonatas, cuartetos y sinfonías. Además, introduce novedades en danzas y pequeñas piezas (mazurcas, polonesas, valses, impromptus, etc.) de vital importancia en el repertorio pianístico. Desde el punto de vista vocal, serán los Lieder de Schubert, Schumann y Brahms los que conlleven novedades. En cuanto a la música sinfónica hay que sumar los poemas sinfónicos de Liszt y la música programática. En el campo de la ópera la principal innovación viene de la mano de Wagner, con el drama musical y la idea de la obra de arte total.
Características de la música romántica. Timbre
En relación al timbre, durante el Romanticismo se da prioridad a los sonidos cercanos a la naturaleza, con instrumentos como la trompa natural, la flauta o el clarinete. Las características de universalidad y el sentido materialista del siglo XIX llevan consigo el gusto por las grandes masas sonoras, grandes coros y grandes orquestas en las que se amplía la sección de metales.
Características de la música romántica. Forma
Formalmente, se pierde la rigidez del Clasicismo. La concepción de la sonata tripartita se aplica a los cuatro movimientos de la sinfonía y aparece un nuevo tipo de sonata, la denominada sonata cíclica, en la que un mismo material aparece integrado de manera explícita o implícita en todos los movimientos de la sonata (Einstein, 1986).