Tema 4. La canción Flashcards
BIBLIOGRAFÍA Tema 4. La canción
Barceló, B. (1995) Las funciones del canto
Escudero, P. (1999) Educación de la voz
Kodály, Z. (s.f.) Let us sing correctly
Lips, H. (1979) Iniciación a la técnica vocal
Mansión, M. (1947) Introducción a la técnica vocal
Wagner, C. (1970) Cómo enseñar a cantar
Introducción Tema 4: La canción
Muchos autores, entre ellos Edgar Willems en El valor humano de la educación musical, consideran al canto como «el principio y el alma de la música», ya que contribuye a educar la voz, desarrollar el oído y la memoria, mejorar la respiración, disfrutar de la música, ampliar la capacidad expresiva y reforzar las relaciones sociales.
La mejor manera de aprender música se basa en la práctica y la canción es la forma más inmediata, fácil y completa de hacerlo. Tiene un enorme valor educativo, pues pone en juego y sirve para desarrollar diversas capacidades. A través de ella se introduce un conocimiento práctico de la música y de elementos del lenguaje musical que posteriormente podrán ser analizados y comprendidos técnicamente desde los ejemplos ya experimentados. Confeccionar un repertorio bien escogido de canciones es básico para desarrollar la enseñanza de la música en secundaria
La canción: aspectos analíticos
Al analizar una canción conviene tener en cuenta tanto el texto como la música:
Sobre el texto, es interesante estudiar el idioma en el que se encuentra, determinar si está en prosa o verso y, en ese último caso, examinar verso y rima. También es importante, a la hora de decidir si una canción es adecuada para secundaria, estudiar cuál es su temática y si esta es apropiada a la edad de los estudiantes.
Musicalmente, los elementos constitutivos de una canción coinciden con los del lenguaje musical en general y son: ritmo, melodía, armonía y forma. Desde una perspectiva psicológica, E. Willems relaciona el ritmo con lo fisiológico, la melodía con lo afectivo y la armonía con lo intelectual. Los puntos a seguir se pueden presentar por separado:
- Interesa estudiar (libre, rítmico o métrico), determinar si es isométrica (mismo compás de forma constante) o heterométrica y observar si es isorrítmica (ritmo fijo durante la obra) o heterorrítmica. También es interesante observar si existen grupos rítmicos especiales (como tresillos, dosillos…) o si existe algún motivo o célula rítmica importante.
- En cuanto a la melodía, se debe estudiar su extensión y su ámbito. También se puede observar el carácter ascendente o descendente, determinar si es silábica u ornamental o señalar la presencia de intervalos o motivos melódicos característicos. También se puede estudiar la coincidencia de los acentos prosódicos con los musicales.
- Al tratar la armonía es necesario referirse a los sistemas de organización (modal, tonal…), la presencia de alteraciones, cadencias, etc.
- Finalmente, se puede realizar un análisis formal examinando la presencia de secciones, frases, periodos, etc. Así como el sentido conclusivo o no conclusivo de la pieza.
La canción: aspectos interpretativos
La voz es el elemento principal de comunicación para el ser humano. La entonación supone la posibilidad de expresar distintos estados de ánimo y de enriquecer la comunicación verbal. La expresión verbal y la musical se unen en el canto reforzando la comunicabilidad. De esta forma actúan todo tipo de obras, desde la más simple canción monódica a la más compleja polifonía.
Canción monofónica
El canto coral a unísono es fundamental en los primeros momentos, ya que permite profundizar con posterioridad en el canto a voces.
Cuando se trata de canto monofónico, no solo se trata de canciones infantiles o populares. Grandes temas de la historia de la música han sido interpretados a una sola voz, ya que durante siglos la interpretación monódica, con o sin acompañamiento de instrumentos, fue considerado primordial. Una obra a una sola voz, si está bien interpretada, tiene tanta categoría como una a varias voces. Prueba de ello es la pervivencia del canto gregoriano y su utilización como cantus firmus.
Canción homofónica
A pesar de la importancia del canto monofónico, es cierto que su práctica puede causar cierta sensación de monotonía en el alumnado. En este caso, cantar a voces puede suponer un reto, pero posee muchas ventajas:
- Posibilita al alumnado un acercamiento al mundo de la armonía sin necesidad de instrumentos musicales.
- Mediante la percepción auditivo sensorial se contribuye a afianzar los conceptos más teóricos referidos al sonido y sus parámetros. Además, obliga a una más perfecta emisión de la altura con vistas a no desafinar con las otras voces.
• Favorece la integración en el grupo, la concepción social y la tolerancia.
En principio, podemos afirmar que no hay una edad para cantar a voces, siendo interesante introducirlo pronto por los beneficios ya señalados.
Los grados de dificultad de este tipo de obras varían enormemente, pero existe una gran cantidad de piezas a voces de sencilla entonación que, en algunos casos, como en los del método Kodaly, están cerca de ser ejercicios de entonación
El canon
La enseñanza en cualquier curso puede incluir el canon. En el canon, una voz comienza y las otras esperan su entrada para interpretar la misma melodía. Existen cánones de dificultad progresiva, por lo que es fácil encontrar repertorio adecuado para cualquier curso.
Los cánones se emplean desde muy antiguo, alcanzando una época de esplendor en los siglos XV y XVI e interpretándose aún hoy día. El tipo de canon que se interpreta en los centros suele ser popular, con entradas que se producen periódicamente (el tiempo entre entradas es siempre el mismo) y al unísono (todas las voces comienzan en la misma nota), aunque hay innumerables ejemplos en la historia de la música en los que las entradas se producen de manera no periódica y en los que no se parte de la misma nota al repetir.
Uno de los cánones más conocidos y celebrados es el Canon de la Orquesta de Geisler, que además puede ser interpretado como una canción a varias voces si cada grupo canta la parte correspondiente a un instrumento. Se acompaña fácilmente con mímica y gestos e incide en el aspecto del conocimiento de los instrumentos musicales y su función en la formación orquestal.
Canción polifónica
Aunque, en general, la mayoría de las obras interpretadas en Educación Secundaria suelen ser de textura homofónica, existen obras sencillas de tipo polifónico o contrapuntístico a dos voces que pueden ser incluidas en el repertorio. El compositor húngaro Zoltan Kodály posee un gran número de piezas publicadas con este fin.
La polifonía alcanzó su máximo esplendor en el siglo XV, por lo que se podrán encontrar un buen número de obras entre el repertorio de esta época, aunque son muchos los autores contemporáneos que han seguido un estilo compositivo con una idea coral más polifónica que homofónica.
Como ejemplo de obra contrapuntística de la época de esplendor polifónico podríamos hablar del Domine Deus de Orlando di Lasso, cuya interpretación es muy compleja (por las entradas y el canto melismático) pero abordable, quizás, en cuarto curso.
Otros criterios de clasificación para las canciones
- Según número de notas: bitónicas, tritónicas, tetratónicas, pentatónicas, hexatónicas, heptatónicas…
- Según el sistema de organización podemos hablar de canciones modales, tonales, diatónicas mayores o menores, etc.
- Según el género: el uso, finalidad o tema que trata la canción se deduce a menudo de la letra. Podemos distinguir así, por ejemplo, canciones de cuna, de las estaciones, de Navidad, festivas, patrióticas y didácticas.
- Según el estilo: el estilo alude al contexto histórico, social, étnico y cultural. Se distingue así la música de tradición oral de distintas partes del mundo, la música medieval, barroca, contempo-ránea, el jazz, el rock, el flamenco, etc. Básicamente distinguimos tres grandes grupos: música tradicional, histórica y popular.
- Desde un punto de vista didáctico: canciones relacionadas con las unidades didácticas, canciones mimables para acompañar con gestos, canciones con danza o movimiento asociados, canciones de improvisación o canciones con juegos asociados.
Colocación de las voces en secundaria
En cuanto a la colocación de las voces en el estrado no existe una norma única: se puede seguir una formación acorde a la disposición del piano, una disposición similar a la orquestal o buscar fines más prácticos. La formación cada vez más mayoritaria sitúa a los agudos a la izquierda y los graves a la derecha. En el caso de Secundaria y Bachillerato la norma usual es, siguiendo lo anteriormente expuesto, colocar agudos a la izquierda del director o directora y graves a la derecha.
Sin embargo, existen varios criterios que justifican más de una colocación posible, por lo que la correcta será aquella que ofrezca a la dirección y los cantores el mejor resultado y comodidad.
En otro orden de ideas, considerando la disposición de los cantores dentro de cada cuerda, se debe atender a criterios de capacidad y facilidad, alternando a los que muestran mayor aptitud con los que muestran más dificultades.
Ambiente físico para la agrupación vocal
El lugar del ensayo ha de reunir unas condiciones mínimas: será amplio y con suficiente luz natural, aireado y con ventanales amplios, lo más aislado posible de ruidos extraños. Deben evitarse problemas acústicos derivados del eco o de una resonancia excesiva, debida a un techo demasiado alto o muy bajo. Estas condiciones, por otra parte, son las habitualmente necesarias en cualquier aula de música.
Por otra parte, la docencia contará con un instrumento polifónico, a ser posible de teclado, que faculte para interpretar mínimamente la obra que estamos trabajando, así como el resultado armónico que las voces han de dar.
Finalmente, y con vistas a la parte teórico-práctica del ensayo, tanto para hacer dibujos y esquemas que se refieran a alguna parte del aparato fonador, como para las pertinentes explicaciones sobre aspectos del lenguaje musical que surjan a lo largo del ensayo, es conveniente usar proyector o, en su defecto, encerado pentagramado.
Ambiente humano en la agrupación vocal
La actitud del director y los cantores ante el ensayo es determinante. Debe prestarse atención tanto a los ejercicios de lectura y técnica vocal como al montaje de obras con seriedad, silencio y concentración, manteniendo un nivel artístico como manifestación de la espiritualidad estético-musical. El director debe hacerles partícipes del entusiasmo y la ilusión que le deben asistir en todo momento, enseñando con autoridad, pero sin autoritarismo.
Repertorio vocal aplicado a secundaria
El repertorio debe ser amplio y variado, incluyendo obras clásicas, populares, polifónicas, cánones y de temática infantil o juvenil. Se cuidará la calidad tanto musical como del texto, con obras en castellano y otros idiomas propios de las obras corales clásicas: italiano, francés, inglés y alemán. En todos los casos se explicará a los alumnos el contexto histórico-cultural de la pieza y el significado de cada obra.
La letra será fácil de entender, y preferentemente versará sobre temas de interés. La canción ha de transmitir valores humanos, independientemente de los musicales; el tratamiento de los temas transversales, y la interdisciplinariedad, son cuestiones a tener en cuenta permanentemente. Aunque no siempre resulta así en la música popular y tradicional, es conveniente cuidar la coincidencia de los acentos prosódicos y de los musicales, aclarando los momentos en los que no se produce, la razón y el posible efecto que se pretende con ello.
Existe además la posibilidad de considerar la posibilidad de trabajar otras actividades y apartados de la educación musical. Por ejemplo, canciones que conllevan una práctica psicomotriz asociada, un desarrollo auditivo (a través de la práctica de una escala, modalidad), práctica del lenguaje musical (a través del trabajo de un intervalo concreto o del nombre de las notas), juegos, movimiento asociado, baile, expresión corporal, o bien poseen un apartado improvisatorio en su forma.
Tipos de canciones apropiadas para el aula
- Canciones ligeras y pop. Generalmente en esta etapa cada alumno llega a tener su música, un repertorio de canciones ligado a la moda, que cambia cada temporada y que forma parte de su vida.
- Canciones populares-tradicionales. Estas canciones se pueden presentar en su versión original o reelaboradas. Las reelaboraciones, que pueden consistir en añadir un acompañamiento, en la adición de un ritmo o en la armonización coral.
- Canciones pedagógicas. Como su finalidad es estrictamente didáctica, se utilizarán para aprender nuevos contenidos y resolver problemas en un momento u otro, dependiendo de las necesidades del aula y de otras circunstancias específicas.
- Canciones del repertorio clásico. De las obras de música clásica se pueden elegir canciones o extraer fragmentos que, utilizados en clase, ejemplifiquen un tipo de repertorio que debe estar incluido en secundaria. En general, serán reelaboraciones adecuadas al aula y tendrán más presencia conforme se avance en secundaria que en los primeros cursos.
- Canciones en las que esté presente la improvisación. En este tipo de repertorio es más sencillo poner texto a una música que música a un texto. Es preferible improvisar música a partir de pautas cerradas y breves.