Cistitis Aguda Flashcards
¿Cuáles son la prevalencia y la incidencia de
la cistitis aguda?
50 a 60% de las mujeres refiere haber padecido
cistitis en algún momento de su vida. Las
mujeres jóvenes con actividad sexual tienen
en promedio 0.5 cuadros por año; las mujeres
posmenopáusicas tienen un promedio de 0.1
episodios anuales.
Describa la sintomatología de la cistitis aguda.
Disuria, poliaquiuria y urgencia urinaria de inicio abrupto, dolor suprapúbico o lumbosacro, posible hematuria (en la cistitis hemorrágica).
¿En qué consiste el diagnóstico diferencial
de estos síntomas?
Uretritis, vaginitis, pielonefritis.
Para cada uno de estos diagnósticos, liste los principales síntomas y signos que permitirían diferenciarlos de la cistitis aguda.
Uretritis: secreción uretral, inicio más gradual, antecedente de pareja sexual nueva.
Vaginitis: flujo u olor vaginales, prurito, dispareunia, disuria externa, ausencia de poliaquiuria o urgencia urinaria.
Pielonefritis: elevación de la temperatura, dolor a la palpación en el ángulo costovertebral (ACV), náusea o vómito.
¿Cómo se establece de manera definitiva el
diagnóstico de cistitis aguda?
La mayor parte de los casos puede diagnosticarse
con base en el interrogatorio clínico y
exploración física. El explorador debe identificar
de manera específica signos de vaginitis,
cervicitis, secreción uretral o ulceraciones
herpéticas.
Deben realizarse cultivos para gonococo y
clamidia en caso de sospecha de uretritis.
También debe llevarse a cabo un examen general
de orina (EGO) para identificar piuria
o hematuria.
¿Cuáles son los patógenos más comunes que producen cistitis aguda?
Escherichia coli (80%). Staphylococcus saprophyticus (5 a 15%). Proteus mirabilis, Klebsiella, enterococos Pseudomonas, Serratia, Providencia, estafilococos y hongos (raros, más comunes en casos complicados).
¿Cuáles son los factores de riesgo para el
desarrollo de cistitis aguda?
Incremento de la frecuencia de relaciones
sexuales, actividad sexual de inicio
reciente, mujeres posmenopáusicas, diabetes,
enfermedad de células falciformes, inmunosupresión,
anomalías de las vías urinarias, uso
de espermicida (en particular con diafragma),
antecedente reciente de IVU, hospitalización
reciente.
¿Qué factores sugieren la presencia de una infección urinaria complicada?
Población: ancianos, embarazadas.
Antecedentes médicos: infección intrahospitalaria, sonda a permanencia o instrumentación recurrente, anomalía funcional o anatómica de las vías urinarias, uso reciente de antibióticos, diabetes, inmunosupresión.
¿Qué relevancia pronóstica tiene la existencia de una infección de vías urinarias (IVU) complicada?
Las infecciones complicadas se relacionan con el aumento de las tasas de falla terapéutica.
¿Cuáles son las opciones terapéuticas en caso
de cistitis aguda no complicada?
Trimetoprim-sulfametoxazol durante tres días. Nitrofurantoína de tres a cinco días. Fluoroquinolona durante tres días. No se requiere seguimiento, a menos que los síntomas reincidan.
¿Cuáles son las opciones terapéuticas para
la cistitis aguda complicada?
Debe manejarse primero con antibióticos de
amplio espectro (como fluoroquinolonas)
y luego ajustar la terapia con base en los
resultados del cultivo. Estas pacientes deben
recibir tratamiento de 7 a 14 días. Las mujeres
embarazadas pueden manejarse de 3 a 7 días
con antibióticos de amplio espectro (como
nitrofurantoína). Requieren seguimiento para
verificar la resolución de la infección.
¿Con qué frecuencia reincide la cistitis?
20%; la gran mayoría de los casos se debe a la reinfección exógena.
¿Qué se considera cistitis recurrente?
Más de tres IVU por año o más de dos en un
periodo de seis meses.
¿Cuáles son los factores de riesgo para la
cistitis recurrente?
Relaciones sexuales, uso de espermicida (en
particular con un diafragma), terapia antimicrobiana
reciente, predisposición genética,
incontinencia urinaria, cistocele, aumento del
volumen residual.
¿Cómo se maneja la cistitis recurrente?
Se requiere la toma de cultivos para descartar
resistencia a la terapia previa. En las mujeres
con reinfecciones numerosas, el tratamiento
consiste en una de cuatro opciones:
1. Modificaciones conductuales (cambio del
método anticonceptivo, micción poscoital
temprana).
2. Profilaxia antibiótica continua en dosis
bajas.
3. Profilaxia antibiótica poscoital en dosis
bajas.
4. Terapia de autoinicio al detectar síntomas.
En las mujeres posmenopáusicas con infecciones
frecuentes, es común el uso de estrógenos
tópicos, con o sin aplicación profiláctica concomitante
de antibióticos.