EL MODELO GENERAL DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Flashcards
EL MODELO GENERAL DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Los diferentes modelos contemporáneos no presentan muchas diferencias respecto al Procedimiento General de Resolución de Problemas, coincidiendo en una secuencia de cinco estadios:
1º) Identificación del problema.
Se trata de uno de los aspectos más complicados del proceso, porque requiere creatividad, perseverancia en la reflexión, y una actitud rigurosa que prevenga contra la metodología de la superficialidad que nos lleve a optar por una solución prematura. Los investigadores señalan algunos obstáculos para identificar problemas de forma eficaz.
La falta de costumbre de buscar “activamente” los problemas (dejamos que el problema “venga a nosotros” o “nos sobrevenga”);
- No siempre se dispone previamente de conocimientos relevantes acerca del problema, o el conocimiento que poseemos nos condiciona a no poder ver las cosas “con ojos nuevos”;
- No dedicamos el tiempo necesario a reflexionar sobre la naturaleza del problema y sus posibles soluciones;
- No estamos suficientemente abiertos a los problemas, con lo que a veces la primera impresión interfiere en el descubrimiento de enfoques alternativos;
- No siempre permitimos que el problema y su solución inicia evolucionen mientras trabajamos con él;
- En ocasiones nos falta perseverancia ante las dificultades iniciales, porque pensamos que las soluciones deben aparecer con rapidez.
2º) Representación del problema.
Representar gráficamente los problemas (mediante esquemas, gráficos, dibujos, ecuaciones, etc.) tiene muchas ventajas:
- Nos permite recordar, resumir y relacionar la información. Hemos de conseguir visualizar los elementos o conceptos del problema que debemos manipular para llegar a la solución.
- Porque no se es más eficaz resolviendo problemas sólo por poseer más experiencia, lo cual es muy importante, sino porque se presta más atención a la naturaleza subyacente del problema (a sus elementos nucleares) que a los rasgos superficiales, y en esto ayuda mucho representar el problema.
- Porque en un problema complejo hay que tener en cuenta muchas soluciones posibles, y la representación visual de la situación nos ayudará a seguir la pista de las soluciones y a razonar con más claridad.
Buena parte de nuestra limitada capacidad cognitiva en la memoria a corto plazo se agota simplemente al tratar de recordar la información relevante, por lo que nos quedan pocos recursos para trabajar en la resolución del problema.
3º) Seleccionar una estrategia adecuada.
Hay muchas estrategias para resolver problemas. Una de ellas es aplicar reglas ya conocidas, pero en ocasiones no hay reglas, o se desconocen, por lo que es preciso utilizar una estrategia más heurística: hay que descubrir nuevas reglas.
Dos de las reglas más utilizadas son el la secuencia “ensayo y error” y el análisis “medios-fines”. El primero es el método menos eficaz de todos, ya que quien lo aplica carece de un plan estratégico. El análisis medios fines trata de reducir la distancia entre la situación actual del problema y la meta a la que se quiere llegar (la solución), adoptando una
secuencia de pasos:
1) Formular la meta (la situación o clase de solución a la que se quiere
llegar);
2) Dividir el problema en sub-problemas interrelacionados;
3) Evaluar el éxito de nuestra intervención a cada paso antes de pasar al siguiente (Bruning et al, 2002).
Esta secuencia general, se puede concretar en cada caso, pero lo importante es seleccionar y utilizar un plan estratégico para abordar la situación.
4º) Poner en práctica la estrategia.
Algunas investigaciones sobre el tema (Swanson, O´Connor y Cooney, 1990)apuntan a que, la diferencia entre educadores expertos y principiantes al resolver problemas estriba en que, los expertos:
- Disponen de gran cantidad de conocimiento procedimental, conseguido a través de la experiencia.
- Por ello, aunque estén en la fase de puesta en práctica de una estrategia para resolver un problema, siguen centrando su atención en la comprensión, definición y representación del problema, y sobre la marcha suelen tener en cuenta más soluciones posibles (los
principiantes, sin embargo, sentían mucha más necesidad de identificar una solución y llegar a ella cuanto antes; no dedicaban suficiente tiempo a comprender el problema).
- Las soluciones que proponen son intervenciones de base externa (por ejemplo, reorganizar a los alumnos en el aula), y no de base interna (aconsejar a los alumnos).
La mayor parte de lo que aprendemos acerca de una experiencia no procede de haber participado en ella, sino de la evaluación que hacemos durante y al final de la misma. Al evaluar aprendemos del propio proceso de resolución de problemas que hemos seguido, lo hacemos más consciente y ello nos permitirá entender los éxitos y los fracasos y resolver mejor problemas similares o diferentes en el futuro. Por otra parte, emitir juicios de valor fundamentados sobre el proceso y los resultados (pues en eso consiste evaluar) supone también dar una respuesta ética y crítica a la información que está influyendo en la toma de decisiones sobre el problema. Supone aumentar la capacidad de analizar lo “adecuado” de nuestras decisiones desde una perspectiva moral, comprometida con el problema.
5º) Evaluar la estrategia utilizada.
La mayor parte de lo que aprendemos acerca de una experiencia no procede de haber participado en ella, sino de la evaluación que hacemos durante y al final de la misma. Al evaluar aprendemos del propio proceso de resolución de problemas que hemos seguido, lo hacemos más consciente y ello nos permitirá entender los éxitos y los fracasos y resolver mejor problemas similares o diferentes en el futuro. Por otra parte, emitir juicios de valor fundamentados sobre el proceso y los resultados (pues en eso consiste evaluar) supone también dar una respuesta ética y crítica a la información que está influyendo en la toma de decisiones sobre el problema. Supone aumentar la capacidad de analizar lo “adecuado” de nuestras decisiones desde una perspectiva moral, comprometida con el problema. A este respecto coincidomos con Gillet (2002, pág. 57) cuando afirma que “la decisión, sea individual o colectiva, es la etapa de cuestionamiento ético por excelencia. La decisión es la ética en acción”.