Tema 7 - Maniobra y navegación Flashcards
Encapillar una gaza
Es la acción de enganchar un cabo a un elemento de amarre vertical por medio de una gaza hecha en uno de sus extremos.
Para encapillar un cabo en un noray, basta con meter la gaza de la estacha en el noray. Si en el noray hubiera otra estacha, se debe meter por el interior de la gaza. Si no se hace así, el barco que estaba amarrado no podrá salir sin largar antes amarras. Se deberá hacer lo mismo si hay dos o más estachas.
Amarrar por seno
Consiste en la acción de introducir una gaza en una bita o cornamusa, luego pasar el seno del cabo por el noray en el muelle, y terminar amarrando el chicote de nuevo sobre otra bita haciéndolo firme. De esta manera el seno del cabo queda en el noray y los dos chicotes quedan firmes a bordo.
La ventaja de este amarre es que a la hora de desamarrar se puede largar el cabo y cobrar el firme con lo que no se necesitará ayuda externa.
Tomar vueltas
Consiste en amarrar un cabo a un punto firme dándole vueltas en torno al mismo, como por ejemplo la vuelta de cornamusa.
Vuelta de cornamusa
Es la forma de amarrar un cabo a una bita o cornamusa haciendo ochos. Para realizarlo primero hay que dar una vuelta a la base de la cornamusa, después hacer un ocho sobre la parte superior pasando el extremo del cabo por encima y volviéndolo a pasar por debajo para finalmente hacer un cote.
Este nudo se emplea para apretar una amarra en una cornamusa tras haberla pasado previamente por un pasacabo. Y también para azocar una driza al pie del mástil.
Driza
Son los cabos o cables empleados para izar las velas, así como banderas o gallardetes. Estos cabos sujetan la vela por su puño de driza que es el empleado para izar la vela.
Izar
Consiste en subir o levantar un objeto por medio de un cabo en el que está suspendido. Se puede por ejemplo izar un bote, las velas etc. En caso de las velas, primero el barco ha de estar aproado al viento, es decir que la proa esté orientada a la dirección de donde viene el viento con el fin de evitar que las velas se hinchen y hagan presión sobre las guías del mástil, permitiendo izar las velas. La vela se sube mediante la driza. Antes de izar, hay que buscar una zona de mar con espacio suficiente para que permita realizar la maniobra con seguridad, procurando que esté libre de obstáculos y peligros a sotavento. Se debe tener espacio suficiente para que el velero pueda empezar a coger arrancada. Se pone proa al viento y se iza la vela mayor hasta que desaparecen las arrugas horizontales del grátil. Es importante que, durante las maniobras de izar y arriar la vela mayor, ésta esté siempre flameando, ya que al subir la vela desventada ésta ofrece menos resistencia. Ello se consigue manteniendo la proa al viento y la escota en banda sin afirmar. Una vez izada la vela mayor, se empieza a navegar con ella sin que flamee, de modo que reciba el viento con el ángulo adecuado para la navegación a vela. Después se iza la vela de proa, el génova o el foque. Para izar esta vela, el velero no ha de estar proa al viento y hay que dejar las escotas en banda sin afirmar.
Vela génova
Es un foque de gran tamaño, empleado en condiciones de escaso viento y que supera el nivel del mástil.
Se clasifican en función del grado de solapamiento con el triángulo mástil, cubierta, estay en números que significan el porcentaje que supera el triángulo mencionado.
Estay – Backstay – Baquestay
Los estays son los cabos o cables que sujetan longitudinalmente los palos verticales, hacia proa o hacia popa.
El estay propiamente dicho es el de proa, cuando la sujección es desde proa.
Cuando nos referimos al estay de popa, se denomina estay de popa o backstay, cuando la sujección es desde popa, por tanto es el que une el mástil con la popa del barco.
Existe también un estay de violín (Baby estay): estay proel, que está en aparejos a tope de palo y que permite controlar la curvatura del mástil.
Mástil – Palo
Los palos son cada uno de los mástiles, colocados verticalmente sobre la línea de crujía de una embarcación, que sirven para sostener las perchas, que sujetan las velas. Están fabricados de distintos materiales como la madera, el aluminio y otros más avanzados como la fibra de carbono.
La arboladura, también está formada por otros palos o perchas, colocados de forma diagonal u horizontal, que se denominan vergas.
Los barcos modernos de vela de recreo tienen mástiles de un solo palo, sin embargo, otros barcos de vela antiguos o más grandes, tienen otros palos verticales, que prolongan la longitud de los mástiles, son los masteleros.
La forma y flexibilidad de los mástiles y vergas está íntimamente relacionada con las velas que van a portar. Los nombres que reciben los palos verticales son, de proa a popa: trinquete, mayor y mesana.
Normalmente, las embarcaciones de recreo suelen tener un solo palo: el palo mayor, que son los sloop. Otros barcos tienen dos palos, por ejemplo las goletas con trinquete y mayor, los Ketch con mayor y mesana, o los Yawl, de dos mástiles tipo ketch, con la particularidad de que el de mesana va más a popa.
Firme (Cabo)
Es la parte más larga o principal de un cabo.
La expresión “hacer firme” significa afirmar o amarrar el chicote de un cabo mediante nudos o vueltas de tal manera que quede sujeto sin moverse.
Cobrar
Es cuando se tira de un cabo o cable para recoger el seno o para tensarlo.
Virar
Maniobra en la que cambiamos de amura, cruzando la dirección del viento, que puede ser de dos tipos:
Virar por avante
Virar en redondo o trasluchar
Se utiliza también virar a la acción de recoger un cabo, cable o cadena. Generalmente se usa cobrar cuando se hace de forma manual y virar cuando se utiliza una máquina, como por ejemplo para izar embarcaciones, pesos, cabos, etc.
También se emplea virar el ancla cuando se leva, haciendo girar el cabestrante para que cobre la cadena para zarpar el ancla o disminuir la cantidad de cadena.
Virada por avante
Es cuando se orza hasta pasar la proa por la dirección del viento con un giro mínimo de 90º, de manera que el barco sale navegando por la nueva amura, es decir, que cambia el costado por donde se recibe el viento. La virada por avante se realiza porque si nos dirigimos a un objetivo situado allí donde viene el viento, no será posible avanzar hacia él con un rumbo directo, ya que las velas flamearán al situarnos en el ángulo muerto del viento. Por tanto, navegaremos amurados a babor o a estribor alejándonos progresivamente del objetivo donde queremos llegar. En un momento dado, deberemos virar por avante para navegar amurados a la banda contraria durante un tiempo similar al de la amura contraria. Se realizarán tantas viradas por avante que sean necesarias hasta alcanzar el objetivo.
Maniobra de virada por avante
Navegando amurados a estribor y decidimos virar por avante. Lo primero que debemos hacer es avisar a la tripulación.
El patrón dará la orden de virar e iniciará la orzada hasta que el barco entre en el ángulo muerto del viento. En este momento las velas flamean y el barco pierde toda la escora. Ahora se largan las escotas de la vela mayor y de la vela génova.
El velero atraviesa la línea del viento por la proa.
Cuando el rumbo se abre unos 40º al viento, el barco escorará de nuevo, toda la tripulación se desplazará a la banda de barlovento, quedando el barco ciñendo amurado a babor.
La principal desventaja de esta maniobra es el momento de la virada, cuando la proa atraviesa el ángulo muerto, ya que el velero tiende a pararse y las velas flamean con virulencia. Esta maniobra puede llegar a ser dura al cazar los foques o los génovas, necesitándose mucho esfuerzo si el viento y la mar son fuertes. En algunos casos, cuando el oleaje es fuerte, a veces hay que acuartelar el foque o el génova para ayudar a la proa a pasar el ángulo muerto que completa la maniobra.
Orzar
Es un cambio de rumbo que supone un acercamiento de la proa a la línea de viento. También se denomina ceñir o caer a barlovento.
Irse de orzada
Cuando el viento es muy intenso o la superficie vélica en la vela mayor es muy grande, el velero en este caso es muy ardiente y tiende a orzar quedando desventado e ingobernable.
Si el velero es equilibrado, desde la caña no es necesario corregir el rumbo, sin embargo, si es ardiente o blando se tiene que corregir con el timón para mantener el rumbo.
La tendencia del velero se puede variar amollando o cazando las velas. Los veleros están diseñados con tendencia a orzar por seguridad, ya que, si aumentara el viento y se perdiera el gobierno, el velero se pondría proa al viento, con las velas flameando.
Acuartelar
Consiste en llevar el puño de una escota de una vela hacia barlovento de la línea de crujía.
Esta maniobra sirve para detener la arrancada o para ayudar a virar un velero.
Acuartelar un foque, significa cazar el foque a la contra del viento, es decir, por barlovento.
Si el velero es pequeño se puede empujar la botavara para acuartelar la vela mayor y así detener la arrancada.
Virada en redondo (virada por popa o trasluchada)
También llamada virada por popa o trasluchada, es cuando la popa atraviesa la línea del viento como consecuencia de un cambio de rumbo pasando de navegar recibiendo el viento por una aleta a recibirlo por la otra. Un velero puede dirigirse directamente hacia un objetivo situado a sotavento navegando con el viento en popa cerrada. En algunos casos podemos encontrar en nuestra ruta obstáculos que obliguen a modificar el rumbo y a tener que virar por popa. También puede ocurrir que si el viento es flojo, el viento aparente puede llegar a ser casi nulo, en cuyo caso, no queda más remedio que orzar para navegar a un largo para crear así más viento aparente, aunque nos distanciemos del rumbo directo a objetivo. Al alejarnos de nuestro objetivo navegando a un largo, tendremos que virar en redondo para, dando sucesivos bordos, progresar hacia sotavento hasta alcanzar el objetivo.
Maniobra de la virada en redondo
En primer lugar se parte de un rumbo muy abierto como puede ser un largo, en este caso por estribor. El patrón debe avisar del inicio de la maniobra.
Una vez dada la orden, el timonel modificará progresivamente el rumbo, cayendo hasta que el barco se coloque en popa cerrada, momento en el cual, la vela génova se desventa tapada por la vela mayor. Con el viento entrando por la popa (180º) seguimos modificando nuestro rumbo hasta que el viento pase a entrarnos por la aleta de babor y en ese momento, ayudándonos de la escota de la vela mayor, la vela pasa a la otra banda, así como el génova.
El inconveniente de la virada en redondo es el paso de la vela mayor de una banda a la otra y los riesgos que implica para la tripulación, y también para el velero, que puede llegar a sufrir averías. Una trasluchada involuntaria como se la denomina, y violenta, puede provocar averías en las crucetas, en el carro de escota, en los sables de la vela mayor, e incluso se puede llegar a romper el mástil o la botavara. Salvo lo mencionado, esta maniobra presenta muchas ventajas, ya que se navega a favor del viento y de la mar.
Viento de marcha, real y aparente
El viento de marcha es el viento de la velocidad que lleva el barco, y es el que provoca el propio barco al avanzar. Este viento siempre es de dirección contraria al rumbo desarrollado y de una intensidad igual a la velocidad.
El viento real es el existente en un momento dado durante la navegación, que tendrá una intensidad y dirección determinada. Este viento se notará cuando la embarcación se encuentra sin arrancada.
Cuando navegamos, el viento aparente será el resultante de estos dos vientos, el real y el originado por la velocidad del barco, tanto en dirección como en intensidad.
Si el viento real viene de proa, entonces coincidirán el viento de marcha con el real soplando en la misma dirección; en este caso, el viento aparente será la suma del viento real y el viento de marcha. Por tanto, el viento será de proa y se notará en cubierta con mucha más intensidad.
Si el viento real viene de popa, este se contraresta con el de marcha, haciendo que el viento aparente pueda ser de popa o incluso de proa, dependiendo de la magnitud de las intensidades de los vientos real y de marcha. En el supuesto de que la velocidad del barco – viento de marcha – sea igual a la del viento real, el viento aparente será cero (ver figura) y prácticamente no se notará en cubierta.
Levar el ancla
Consiste en cobrar el ancla a través de la cadena o el cabo correspondiente. Esto se hará cuando se decida abandonar el lugar donde está fondeado el barco.
Maniobra de levar el ancla
Primero hay que dar un poco avante mientras se cobra la cadena sin esfuerzo para el molinete. Al ir cobrando cadena, un tripulante en proa verá por “dónde llama”, indicándolo al timonel para que modifique el rumbo, siempre con poca arrancada, evitando así forzar el molinete. Conforme cobramos la cadena, se deberá evitar que se formen “cocas” que, superpuestas, obstruyan el paso por el cabirol e interrumpan la maniobra.
Cuando el ancla esté a pique, es decir, con la línea de fondeo vertical, y el ancla tocando fondo, el barco se parará y se continuará virando la cadena hasta que el ancla se despegue del fondo. En ese momento ya se puede retomar la arrancada y estibar el ancla para que no golpee en las amuras. Finalmente, se afirmará el ancla, trincando la boza.
Si el ancla se ha enrocado (atascado) en el fondo y no podemos izarla, habrá que dar marcha avante acelerando con cuidado desde distintos ángulos. Si se hubiera orincado el ancla, recuperarla será más fácil.
Tesar
Cobrar un cabo o cable hasta dejarlo rígido. Se aplica también a poner tirantes las cadenas, velas, toldos, etc.
Templar
Es poner en tensión un cabo
Amollar
Es cuando se afloja o se suelta poco a poco un cabo. Es sinónimo de largar.
Se amolla o se larga una escota cuando se quiere soltar una vela. Es lo contrario que cazar.