Masoquismo erógeno primario, femenino y moral. Sentimiento inconsciente de culpa. Necesidad de castigo. Flashcards
(7 cards)
masoquismo,
una disposición a obtener placer (o al menos una descarga pulsional) a través de la suficiencia o del dolor:
Masoquismo erógeno primario
- Está enraizado en la sexualidad infantil y forma parte de la base pulsional misma.
- Existe un sustrato de placer en la sensación de dolor o humillación, antes incluso de que se establezcan roles de género o conflictos morales.
Masoquismo femenino
- Se relaciona con la posición femenina en la fantasía: el deseo inconsciente de ser sometida o padecer, frecuentemente vinculado con la fantasía de “ser poseída” o “sacrificada”.
- No significa que solo las mujeres lo experimenten, sino que se basa en la identificación con lo femenino y los conflictos propios de la fase fálica y la angustia de castración.
Masoquismo moral
- Aquí, el placer proviene de un sentimiento inconsciente de culpa que exige castigo.
- El sujeto, habitualmente a causa de un superyó severo, se sitúa en situaciones dolorosas o de fracaso para expiar culpas reprimidas.
- No siempre hay una connotación sexual explícita; se vive más como una necesidad de castigo que calma una presión interna.
Sentimiento inconsciente de culpa
surge cuando el yo se enfrenta a deseos o impulsos que contradicen las exigencias del superyó (la instancia moral). Aunque el sujeto no sea consciente de esa culpa, experimenta un malestar interno que puede canalizarse en la búsqueda de situaciones de sufrimiento, humillación o derrota, cumpliendo con la “necesidad de castigo”. De este modo, la persona alivia la tensión psíquica generada por el conflicto inconsciente.
el síntoma
es una formación de compromiso que expresa un deseo reprimido de forma disfrazada, vinculado siempre a una fantasía inconsciente. Cuando hay un fuerte sentimiento inconsciente de culpa, la fantasía de castigo puede materializarse en un síntoma (por ejemplo, dolor crónico o inhibición) que “paga” por aquel deseo prohibido. Así, el síntoma cumple la función de satisfacción sustitutiva y al mismo tiempo de autocastigo.
El malestar en la cultura y la renuncia pulsional
En El malestar en la cultura, Freud explica que la convivencia social exige una renuncia pulsional: los individuos deben reprimir o sublimar parte de sus pulsiones (sexuales o agresivas) para integrarse en la comunidad. Esta restricción genera un malestar constante, pues el sujeto sacrifica una parte de su satisfacción inmediata por el bien común. El superyó se fortalece con las normas sociales y puede volverse más exigente, alimentando el sentimiento de culpa. La tensión resultante entre el deseo individual y las exigencias culturales es fuente permanente de conflictos psíquicos, neuróticos o incluso de manifestaciones masoquistas en las que el individuo trata de expiar su “transgresión” interna a las reglas colectivas.
Freud sostiene que la culpa no solo surge cuando un individuo comete un acto prohibido, sino también por el deseo reprimido de hacerlo.
* Aunque una persona no actúe sobre sus impulsos, el superyó la hace sentir culpable por el simple hecho de haberlos tenido.
* Esta culpa no siempre es consciente, sino que se experimenta como un malestar difuso, una angustia que no tiene una causa aparente.
La cultura no solo impone restricciones, sino que también ofrece satisfacciones sustitutivas a través del arte, la religión, la ciencia y los vínculos humanos. Sin embargo, Freud enfatiza que estas formas de satisfacción nunca reemplazan por completo la satisfacción directa de la pulsión, por lo que el malestar nunca desaparece del todo.
El malestar generado por la renuncia pulsional puede llevar a diversas consecuencias en la sociedad y en el individuo:
1. Neurosis y síntomas psíquicos:
* La represión excesiva de las pulsiones puede generar síntomas neuróticos, como ansiedad, obsesiones o depresiones.
2. Agresividad y violencia:
* Cuando la pulsión de muerte no puede expresarse directamente, puede retornar en forma de violencia social, guerras o actos destructivos.
3. Malestar generalizado y descontento social:
* Freud predice que cuanto más restrictiva sea una cultura, más descontento generará en los individuos.