Carpe Diem 1 Flashcards
Junio-Julio 2023
Primigesta de 26 años, sin antecedentes de interés, procedente de una zona de difícil acceso. Acude a su primer control prenatal a las 36.5 semanas de gestación con los siguientes paraclínicos: Hb 11 g/dL, glicemia central 90 mg/dL, AgsHb (-), VDRL (-), ELISA VIH (+) con carga viral de 12.500 copias/mL. La ecografía confirma un embarazo intrauterino compatible con la edad gestacional referida. ¿Cuál sería la conducta adecuada a seguir?
A. Iniciar terapia antirretroviral (TAR) en la madre, programar parto vaginal mediante inducción, iniciar profilaxis neonatal con Lamivudina+ Nevirapina y realizar carga viral ARN en las primeras 72 horas de nacido
B. Iniciar terapia antirretroviral (TAR) en la madre, programar cesárea a las 38 semanas, iniciar profilaxis neonatal con Lamivudina+ Nevirapina y realizar carga viral ARN en las primeras 72 horas de nacido
C. Iniciar terapia antirretroviral (TAR) en la madre, programar parto vaginal mediante inducción, iniciar profilaxis neonatal con Zidovudina y realizar carga viral ARN a las 4 semanas
D. Iniciar terapia antirretroviral (TAR) en la madre, programar cesárea a las 38 semanas, iniciar profilaxis neonatal con Zidovudina + Lamivudina + Nevirapina y realizar carga viral ARN en las primeras 72 horas de nacido
(D)
Probablemente esta pregunta evoque todas las emociones del día del examen UdeA. El objetivo del curso es que no vuelvas a fallar cuando te encuentres frente a esta pregunta. Toda paciente embarazada con diagnóstico de infección por VIH debe iniciar terapia antirretroviral (TAR) lo antes posible con el objetivo de reducir la carga viral y el riesgo transmisión materno-fetal. La vía del parto recomendada en gestantes con VIH/SIDA dependerá de la carga viral (CV). Por ejemplo, en mujeres con CV > 1000 copias/mL
(como el caso de esta paciente) la vía un del parto de elección será la cesárea, la cual será programada las 38 semanas, ya que el parto vaginal se asocia a un riesgo significativo de transmisión intraparto. Además, se debe ofrecer profilaxis antirretroviral adecuada a los recién nacidos, la cual dependerá del riesgo.
La Guía de Práctica Clínica 2021 del ministerio de Salud y Protección social para la atención de la infección por VIH/SIDA en recién nacidos clasifica el riesgo en dos grupos:
- Bajo riesgo. Este grupo hace referencia a aquellas madres que recibieron TAR durante la gestación y cuya carga viral es indetectable (< 50 copias/mL) 2 a 4 semanas antes del parto.
- Alto riesgo. Este grupo hace referencia a todos los casos que NO cumplen con los criterios de bajo riesgo.
La profilaxis neonatal se debe realizar lo más cerca al nacimiento, idealmente en las primeras 6-12 horas de vida. El esquema recomendado para pacientes de alto riesgo (como en este caso) dependerá de la edad gestacional, siendo el esquema de Zidovudina + Lamivudina + Nevirapina el de elección en pacientes con 34-37 semanas de gestación.
El diagnóstico en recién nacidos de alto riesgo se recomienda realizar con pruebas de ADN proviral o carga viral ARN en las primeras 72 horas de nacido e iniciar manejo profiláctico independiente del resultado. Se prefiere la carga viral como prueba es
tándar en menores de 18 meses debido a que el diagnostico en esta edad difiere del de los adultos y niños mayores porque los ensayos de anticuerpos solo y de combinación de antígeno/anticuerpo detectarán anticuerpos maternos contra el VIH transferidos transplacentariamente que persisten durante muchos meses lo que resultaría falsos positivos.
Femenina de 22 años, sin antecedentes de interés, nuligesta. Trae reporte de su primera citología con ASCUS.
¿Cuál sería la conducta a seguir?
A. Citología de control en 12 meses
B. Realizar colposcopia y biopsia
C. La guía colombiana no la recomienda citología en este grupo etario, por lo que se debe realizar nueva citología a los 25 años
D. Realizar prueba ADN VPH
(A)
Esta pregunta fue realizada en el examen UdeA del presente año. Si bien es cierto que en Colombia NO se recomienda realizar citología en pacientes menores de 25 años, en caso de que se realice, la recomendación es guiarse de las directrices de la American Society for Colposcopy and Cervical Pathology (ASCCP), la cual recomienda que en pacientes de este grupo etario con reporte para ASCUS o LIE de bajo grado se debe realizar vigilancia con citología en 12 meses (Respuesta correcta A). En caso de que esta citología de vigilancia se reporte como normal, la conducta adecuada es continuar con el control de rutina, o sea realizar citología en 3 años. Ahora, si en caso tal la citología de vigilancia reportara ASCUS o LIE de bajo grado, se continúa haciendo vigilancia con citología nuevamente en 12 meses. Si esta nueva citología de vigilancia reporta nuevamente ASCUS o LIE de bajo grado, la conducta es remitir para colposcopia.
Ahora, como pregunta fija que realizaremos durante el curso, debes tener presente que si en las citologías de vigilancia se reportara cualquier alteración mayor que ASCUS o LIE de bajo grado (P. Ej., LIE de alto grado, células escamosas atípicas [ASC-H], células glandulares atípicas [AGC]), la conducta adecuada a seguir es realizar colposcopia de forma INMEDIATA.
Paciente de 78 años, masculino, antecedente de HTA y diabetes tipo 2. Consulta a un primer nivel de atención manifestando disconfort torácico de 3 horas de evolución, sin ningún otro síntoma. Al examen físico no se encuentran hallazgos anormales y se realiza el siguiente EKG de 12 derivaciones que muestra cambios sugestivo de IAM sin elevación del ST. Se decide remitir a un centro de mayor complejidad con capacidad de realizar ICP, el cual se encuentra a 3 horas del primer nivel.
¿Qué medicamentos debería iniciar en este paciente antes de realizar la remisión?
A. Clopidogrel 75 mg v.o + ASA 300 mg v.o + enoxaparina 1 mg/kg s.c
B. Clopidogrel 300 mg v.o + ASA 100 mg v.o + enoxaparina 30 mg i.v
C. Clopidogrel 75 mg + ASA 300 mg v.o + enoxaparina 0.75 mg/kg s.c
D. Prasugel 60 mg v.o + ASA 300 mg v.o + enoxaparina 0.75 mg/kg i.v
(C)
Este tema ha sido evaluado dos veces en el examen UdeA de los últimos tres años. Cuando se trata de ajuste de dosis en los SCA, la clave SIEMPRE estará en tener presente la edad del paciente y los antecedentes médicos relevantes. De esta manera, recordaremos con facilidad que:
- En pacientes >75 años, NO se dan dosis de carga de clopidogrel de 300 mg, sino de 75 mg seguido de una dosis de mantenimiento de 75 mg/día. Por el contrario, en un paciente <75 años, la dosis de carga oral es de 300 mg, seguido de una dosis de mantenimiento de 75-100mg/día.
- En pacientes ≥ 75 años, la dosis de enoxaparina se inicia con 0.75mg/kg s.c y NO en bolo IV. Por el contrario, en pacientes <75 años la dosis inicial comienza con un bolo IV de 30 mg seguido 15 minutos más tarde de 1mg/kg/s.c cada 12 horas hasta la revascularización o el alta médica.
- No se recomienda usar prasugel en pacientes con edad ≥ 75 años debido al riesgo hemorrágico, además de estar contraindicado en pacientes con historial de ACV previo.
Femenina de 17 años, remitida a la consulta de planificación familiar por demandar un método anticonceptivo y seguro ya que desea iniciar vida sexual con su pareja. Tiene antecedente diagnóstico de lupus eritematoso sistémico de 4 años de evolución con Ac anticardiolipina (+) – Ac β2 glicoproteina (+) – Ac lúpico (+).
¿Qué método le recomendaría?
A. Anticonceptivos orales combinados (Levonorgestrel 150 mcg + etinilestradiol 30mcg)
B. Método del retiro (coito interrumpido)
C. Acetato de Medroxiprogesterona 150 mg IM c/ 3 meses
D. DIU liberador de levonorgestrel
(D)
La anticoncepción es una consideración clínica importante en mujeres con lupus eritematoso sistémico (LES), dado que la incidencia máxima de este trastorno se da en mujeres en edad reproductiva. La elección del método ideal en estas pacientes depende de la historia clínica e incluye PRINCIPALMENTE la presencia o ausencia de anticuerpos antifosfolípidos (Ac anticardiolipina - Ac β2 glicoproteina -Ac lúpico); actividad actual de la enfermedad; edad del paciente, historia reproductiva; deseo de gestación y factores religiosos y culturales.
Las pacientes que desean usar un anticonceptivo reversible de acción prolongada (ARAC), el dispositivo intrauterino (DIU) que contiene levonorgestrel (LNg) es una opción segura y eficaz para la mayoría de las pacientes con LES y/o anticuerpos antifosfolípidos (aPL) positivos. Si bien es cierto que otros ARAC también pueden ser seguros y efectivos para estas pacientes, se prefiere el DIU-LNg porque no ha demostrado que aumente el riesgo de trombosis o que tenga un impacto detectable en la densidad ósea. Otra ventaja es que reduce la severidad del sangrado durante la menstruación, lo que muchas mujeres consideran un beneficio y es particularmente útil para las pacientes que reciben anticoagulación. El DIU de cobre, por otro lado, puede empeorar los cólicos menstruales y puede causar un sangrado más abundante en comparación con el DIU-LNg, aunque la mayoría de las mujeres no suspenden este DIU por esta razón.
- El uso de anticonceptivos de estrógeno-progestágeno está contraindicado en mujeres con aPL con o sin LES, debido al mayor riesgo de trombosis.
- El acetato de depomedroxiprogesterona, un anticonceptivo inyectable de progestágeno solo NO es una buena opción a largo plazo para pacientes con osteoporosis o que usan glucocorticoides a largo plazo debido al riesgo de disminución de la densidad ósea (lo cual es muy frecuente en pacientes lúpicas).
- No se recomendaría el método del retiro debido a que es uno de los métodos menos eficaces, porque a veces es difícil determinar correctamente cuando hay que retirar el miembro lo que puede provocar que se eyacule estando este aún dentro del canal vaginal.
La Universidad de Antioquia realiza un metaanálisis con el objetivo de comprobar la eficacia de un medicamento A con un medicamento B para dejar de fumar. El Riesgo Relativo (RR) para dejar de fumar con el medicamento A es de 0.45 con un IC al 95% de 0.10 - 0.85, I2: 80%. Ante este resultado usted concluiría que:
A. Debería recomendarse la utilización del medicamento A para fumadores que decidan abandonar el habito
B. El medicamento A reduce el riesgo relativo en un 65%
C. Los resultados revelan una precisión pobre por ser muy heterogéneo
D. El medicamento A puede reducir mortalidad hasta en un 85%
(C)
Argumento: En el examen UdeA era muy probable que se evaluara al menos una pregunta sobre cómo interpretar los resultados de un metaanálisis (MA). En estadística, la variabilidad de los efectos de ≥2 estudios incluidos en un MA se denomina heterogeneidad. Esta heterogeneidad entre los estudios seleccionados debe ser evaluada para permitir una mejor comprensión de los resultados. Para ello, se pueden realizar diversas estrategias, y entre esas está la interpretación de medidas como el I2 de Higgins expresada en porcentaje. Si bien no existe un punto de corte definitivo (el cual puede variar según la bibliografía consultada), recomendamos interpretarlo de la siguiente manera:
- Índice I2: 0-40%: heterogeneidad baja
- Índice I2: > 40% heterogeneidad moderada-alta
En nuestro ejemplo, el valor de I2 del 80% nos indica que existe una heterogeneidad alta importante. En términos simples, cuánto más heterogéneos sean los estudios en un MA significa que NO debieron incluirse ya que presentan una alta variabilidad que hace que pierda su validez, y esto puede deberse a varios aspectos que incluyen: características de la población seleccionada, tipo de intervención, medición de los desenlaces o diferencias en el diseño del estudio y en la ejecución.
Luis, 1 mes de edad. Se encuentra hospitalizado, sin tolerancia a la vía oral. Utilizando el método del peso corporal para el cálculo del volumen diario de líquidos de mantenimiento, a este paciente le correspondería:
A. 30 ml/kg/día
B. 40 ml/kg/día
C. 95 ml/kg/día
D. 100 ml/kg/día
(D)
Se han planteado diversas propuestas para el cálculo de los líquidos de mantenimiento, basadas en el peso corporal, el área de superficie corporal y el gasto calórico. En este último grupo, encontramos la planteada por Malcolm Holiday y William Segar en 1957, más conocida como “Fórmula Holliday y Segar” la cual ha prevalecido en el tiempo por su simplicidad:
- <10 kg: 100 ml/kg/día
- 10.1-20 kg: 1000 ml + (50 ml x (kg adicional >10 kg))
- >20 kg: 1500 ml + (20 ml x (kg adicional >20 kg))
A pesar de que en la pregunta no se menciona específicamente el peso del paciente, podemos intuir que pese menos de 10 kg por su edad, por lo que la respuesta es 100 ml/kg/día.
Es importante destacar que los LEV son un medicamento más, con indicaciones, contraindicaciones, efectos adversos, dosis; etc. Por lo demas, debe ser individualizado para cada paciente. Siempre debemos suspenderlos lo más rápido posible e iniciar la vía oral de forma precoz. Si no son necesarios, no debemos usarlos.
Recordemos que se clasifica como neonato, a un paciente <30 días. Este paciente tiene un mes, por lo que se considera lactante menor. Los requerimientos para los neonatos, son completamente diferentes y serán distintos dependiendo de si son pretérmino o a término. Esto, debido en parte a que el neonato tiene un exceso de ACT al nacimiento. En los prematuros menores de 1.200 gramos, el 85 al 90% de su peso corporal es agua y en los nacidos a término es en promedio un 70 a 83% de su peso. Además, la superficie corporal del recién nacido es grande por lo que sus pérdidas insensibles de agua también lo son.
Valentina nace con una edad gestacional de 30 semanas, por parto vaginal y con un peso de 1780 g. A los 30 minutos. La enfermera le comenta que se encuentra con retracciones subcostales moderadas y quejido respiratorio, con FC 140 lpm, FR 64 rpm, T 36.8°C y saturando 88% al aire ambiente. A la auscultación se encuentra disminución del murmullo vesicular de forma bilateral. ¿Cuál de los siguientes cree que es el diagnóstico más probable?
A. Taquipnea transitoria del recién nacido
B. Síndrome de dificultad respiratoria del recién nacido
C. Neumonía neonatal
D. Displasia broncopulmonar
(B)
El síndrome de dificultad respiratoria del recién nacido (SDRRN, antes llamado enfermedad de membrana hialina), se manifiesta típicamente con taquipnea (es decir, frecuencia respiratoria >60 rpm), disminución de saturación de oxígeno al aire ambiente, cianosis, aleteo nasal, quejido, retracciones y murmullo vesicular disminuido a la auscultación.
La incidencia de esta patología aumenta con la disminución de la edad gestacional. El riesgo es mayor en los neonatos extremadamente prematuros. Consiste en un déficit de surfactante (agente tensioactivo), que provoca un aumento en la tensión superficial y tendencia al colapso alveolar (alveolos perfundidos, pero no ventilados: efecto shunt). Esto provoca una tendencia a la hipertensión pulmonar con shunt derecha-izquierda (persistencia del ductus arterioso y del foramen oval). El surfactante es producido por los neumocitos tipo II a partir de las 20 semanas, la madurez pulmonar se alcanza a las 34 semanas de edad gestacional.
Los principales factores de riesgo son: RNPT, varón, raza blanca, antecedentes familiares, parto gemelar, parto rápido, hydrops fetal, diabetes gestacional, asfixia perinatal, hipotermia.
Generalmente, progresa durante las primeras 48-72 horas de vida con un aumento de la dificultad respiratoria y comienza a resolverse después de 72 horas. La mejoría posterior coincide con una mayor producción de surfactante endógeno, con resolución de los síntomas a la semana de edad.
El diagnóstico, se confirma con las características clínicas propias de la patología y una rx de tórax donde se evidencie vidrio esmerilado, broncograma aérea y en ocasiones atelectasias. El tratamiento se basa en la suplementación con oxígeno, surfactante endotraqueal y antimicrobianos empíricos en pacientes con riesgo de enfermedad infecciosa porque la enfermedad de membrana hialina puede ser indistinguible de una neumonía neonatal.
El principal diagnostico diferencial es la taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN), sin embargo es importante destacar que esta se observa en neonatos a término o prematuros tardíos (”más maduros”) en comparación con el SDRRN. Los pacientes con TTRN tienen dificultad respiratoria más leve y mejoran más rápidamente. Solo los casos extremadamente graves, que son raros, requieren ventilación mecánica.
Diego de 14 años, llega a su consulta refiriendo odinofagia y fiebre. No ha podido ir a su práctica de fútbol porque se siente muy agotado. No tiene antecedentes de importancia. Al examen físico febril, con amígdalas edematosas, eritematosas y exudativas, con linfadenopatía cervical posterior. En el HLG con GB 11.200 y linfocitos 48%. La prueba de anticuerpos heterófilos es positiva. Además de manejo sintomático, ¿cuál de los siguientes considera el tratamiento más apropiado?
A. Prescribir amoxicilina oral
B. Iniciar esteroides
C. Recomendar evitar ir a lugares públicos y reuniones sociales
D. Escribir una nota médica que exima al paciente de practicar fútbol
(D)
En un paciente con la tríada de fiebre, faringitis o amigdalitis y linfadenopatías cervicales asociadas a linfocitosis atípica, debemos sospechar mononucleosis infecciosa.
Es ocasionada por el virus de Epstein Barr (VEB) también conocido como virus herpes humano 4, en el 90% de los casos. El virus se adquiere tempranamente y para la edad adulta más del 90%. Se transmite por contacto estrecho de persona a persona por medio de secreciones, principalmente saliva. También se transmite por hemoderivados y órganos trasplantados.
La infección por VEB tiene un espectro clínico muy amplio, puede manifestarse con cuadros más leves/asintomáticos o con afectación de prácticamente cualquier órgano, que puede llevar a la muerte. El crecimiento ganglionar usualmente es simétrico y afecta las cadenas ganglionares posteriores, pero también puede afectar otras. La fartingitis puede ocurrir con lesiones blancas, grises, verdosas o incluso necróticas sobre las amígdalas. Puede haber petequias en el paladar. La presentación puede ser indistinguible de una faringoamigdalitis estreptocócica. Es frecuente encontrar hepatoesplenomegalia, en algunos casos puede ser de gran tamaño (esplenomegalia masiva). La ruptura esplénica es RARA pero GRAVE.
El diagnóstico se hace con la combinación de manifestaciones clínicas. En el HLG es común encontrar linfocitosis atípica durante la segunda semana de la enfermedad, que se define clásicamente como más del 10% de los linfocitos totales. La medición de anticuerpos específicos, en general, no es necesaria en pacientes con clínica compatible y anticuerpos heterófilos positivos.
El manejo de la mononucleosis es sintomático. El control de la fiebre y el malestar, estado de hidratación y cuidados de soporte, son la piedra angular del tratamiento. Se recomienda evitar la actividad física intensa por al menos 3 semanas para reducir el riesgo de ruptura esplénica. Después de este periodo, se puede reanudar la actividad aeróbica si no hay síntomas y no hay esplenomegalia evidente. Los deportes de contacto se reanudan luego de 6-8 semanas. En cuanto al aislamiento, se debe evitar el intercambio de saliva, alimentos o bebidas con personas que hayan tenido recientemente mononucleosis infecciosa. La decisión del retorno al colegio dependerá más de la resolución de los síntomas y no se requiere un aislamiento social estricto.
Paciente de 2 años, llevado a su consulta por fiebre y otalgia izquierdo desde hace 3 días. Tiene antecedentes de dermatitis atópica, la madre dice que su último brote se resolvió hace una semana. Hace seis meses tuvo un episodio de urticaria tras un tratamiento antibiótico para una faringitis. Al examen físico se encuentra febril, taquicárdico. A la otoscopia, se evidencia una membrana timpánica opaca, eritematosa y abombada.
¿Cuál sería el manejo más adecuado para este paciente?
A. Timpanocentesis
B. Cefuroxima o ceftriaxona
C. Amoxicilina/clavulanato oral
D. Ofloxacina tópica
(B)
Recordemos los criterios diagnósticos de otitis media aguda de acuerdo a la AAP (Asociación Americana de Pediatría): Efusión en oído medio con cualquiera de las siguientes:
* Abombamiento moderado a grave de la MT (membrana timpánica)
* Abombamiento leve de la MT y otalgia reciente (<48 horas) o eritema intenso
* Nuevo inicio de otorrea no debida a otitis externa aguda
La incidencia más alta es entre los 6-24 meses. La incidencia ha disminuido desde la introducción de las vacunas antineumocócica y contra la influenza. Es un poco más común en sexo masculino. Los principales agentes patógenos son: Neumococo, H. influenzae, M. catarrhalis. El diagnóstico es clínico y una vez establecido debemos analizar si se debe iniciar antimicrobiano o podríamos dar manejo expectante. Debemos iniciar antimicrobiano de forma inmediata si:
1. <6 meses de edad
2. OMA grave en niños ≥6 meses con cualquiera de las siguientes:
* Otalgia moderada a severa
* Otalgia por ≥48 horas
* Temperatura ≥39°C
3. OMA bilateral en niños <24 meses sin signos de severidad.
4. Si empeora o no mejora dentro de 48-72 horas del inicio de los síntomas
5. Riesgo de presentar complicaciones por una condición subyacente: Inmunosuprimidos, malformación craneofacial (paladar hendido), afección genética asociada a anomalías craneofaciales (síndrome de Down).
Podríamos iniciar observación y seguimiento cercano en:
1. OMA unilateral en niños de 6-23 meses sin signos o síntomas graves.
2. OMA no grave (bilateral o unilateral) en niños ≥24 meses.
Recordemos que en OMA la terapia antimicrobiana de primera línea es la amoxicilina y si hay falla al tratamiento (no respuesta por ≥48 horas) se debe asociar a clavulanato. Sin embargo, en pacientes con alergia no grave a la penicilina (rash, como en este paciente), se debe iniciar cefuroxima acetil o ceftriaxona y en caso de una alergia grave, iniciar clindamicina.
Las gotas se usan para tratar la otitis externa (OE), en la OMA no son útiles debido a que el manejo tópico no puede penetrar la membrana timpánica y llegar al oído medio. La OE usualmente se manifiesta con otalgia, prurito y otorrea y puede estar asociada con la exposición al agua. Al examen físico, se observa un conducto auditivo externo eritematoso y edematoso, con sensibilidad en el trago.
Luciana, 4 años. Consulta a urgencias por 7 días de evolución de fiebre y dolor abdominal leve. Hace dos días, observaron una erupción, que desapareció espontáneamente. No tiene antecedentes patológicos, sus padres no saben si el PAI está completo. Al examen físico febril. Se evidencia inyección conjuntival bilateral y fisuras en labios, con orofaringe congestiva. Se palpa una linfadenopatía cervical dolorosa. Hay edema de manos y pies, ambas rodillas con rangos de movimiento limitados por dolor. Se observa una erupción morbiliforme macular sobre el tronco. De acuerdo a la sospecha diagnóstica, ¿Qué tratamiento indicaría?
A. Penicilina
B. Prednisolona IV
C. Manejo sintomático
D. Inmunoglobulina IV
(D)
La enfermedad de Kawasaki se puede confirmar por fiebre durante ≥ 5 días y ≥ 4 de los siguientes: eritema, edema o descamación de manos y pies (incluidas las palmas y las plantas de las plantas), erupción polimorfa (originada en el tronco), inyección conjuntival bilateral indolora sin exudado, mucositis orofaríngea (lengua en fresa, labios agrietados y rojos). Estas características se pueden recordar con la mnemotecnia CRASH and BURN: Conjuntivitis, Rash, Adenopatía, Strawberry tongue, Hands and feet and BURN (fiebre ≥5 días).
La EK es una de las vasculitis más comunes de la infancia. Por lo general, es una afección autolimitada, con fiebre y manifestaciones de inflamación aguda que duran un promedio de 12 días sin tratamiento. Sin embargo, pueden desarrollarse complicaciones mortales. La etiología es mucho más común en menores de 5 años, con predominio en sexo masculino. Es la causa más frecuente de cardiopatía adquirida en los niños. El diagnóstico es clínico, sin embargo si se realiza una ecocardiografía y hay afectación cardíaca, se confirma el diagnóstico. Es obligatorio realizarla en el momento del diagnóstico, así como a las 2 semanas y 6-8 semanas posteriores al inicio, para evaluar los aneurismas de las arterias coronarias.
Se recomiendan dosis altas de inmunoglobulina intravenosa (IGIV) para pacientes con enfermedad de Kawasaki para reducir el riesgo de aneurismas de las arterias coronarias. Es más eficaz en los primeros 10 días de inicio de la enfermedad. Además, los pacientes deben recibir dosis altas de aspirina oral para tratar otros síntomas inflamatorios (por ejemplo, artritis) hasta que la fiebre disminuya. Si bien la ASA suele estar contraindicada en niños debido a su asociación con el síndrome de Reye, la enfermedad de Kawasaki es una rara excepción en la que está indicada.
- La penicilina oral es el tratamiento de elección en pacientes con escarlatina o faringitis estreptocócica por S. pyogenes. La escarlatina también puede manifestarse con fiebre, linfadenopatía cervical, faringitis y rash. Sin embargo, el edema de las manos y los pies y la conjuntivitis no son típicas de la afección.
- La prednisolona IV se puede utilizar como tratamiento complementario en pacientes con enfermedad de Kawasaki resistente al tratamiento o con síntomas graves como aneurismas de las arterias coronarias o shock. Actualmente no se recomienda la prednisolona como parte del tratamiento de rutina en casos no complicados.
- La enfermedad de Kawasaki se asocia con complicaciones graves como aneurismas de las arterias coronarias, IAM y arritmias cardíacas. Los tratamientos médicos reducen significativamente la incidencia de estas complicaciones en pacientes con enfermedad de Kawasaki.
Varón de 51 años, es traído al servicio de Urgencias por cuadro clínico 1 día de evolución caracterizado por perdida visual en campo ocular derecho (COD) referida como una ‘’nube’’ que no le permite ver. También refiere fotopsias y miodesopsias las cuales han ido aumentando en intensidad. No refiere otra sintomatología. Tiene antecedentes de diabetes tipo 2 en manejo actual con Galvus Met (Vidagliptina 50 mg/metformina 850 mg) y cirugía de cataratas en COD. Examen físico: agudeza visual 20/20 en COI y 20/40 en COD, pupilas reactivas, reflejo corneal presente, además de una diferencia de presión intraocular en ambos campos oculares de 5 mmhg. El fondo de ojo es normal.
¿Cuál de los siguientes es el diagnostico más probable?
A. Endoftalmitis
B. Glaucoma agudo de ángulo cerrado
C. Hemorragia supracoroidea espontánea
D. Despredimiento de retina
(D)
La pérdida visual de inicio abrupto e indolora en un campo ocular asociado a fotopsias y miodesopsias en un paciente con antecedente de cirugía de cataratas sugieren indudablemente despredimiento de retina, una urgencia oftalmológica que requiere atencion inmediata.
El DR se define como una separación entre la retina neurosensorial y la capa externa de esta llamada epitelio pigmentario de la retina (EPR), es en este lugar donde la capa de los segmentos externos de los fotorreceptores tiene una unión más débil y susceptible a la desinserción. Dentro de las causas de este padecimiento se encuentran antecedentes de traumas o intervenciones quirúrgicas como la cirugía de catarata, así como enfermedades sistémicas como la diabetes mellitus, entre otras.
La queja principal de un paciente con desprendimiento de retina es la pérdida visual referida en muchas ocasiones como una “nube” que tapa la visión; este hallazgo puede estar acompañado de fotopsias descritas como destellos que son más notorios en penumbra y miodesopsias descritas por el paciente como manchas/telarañas/moscas que si el paciente ya las venía percibiendo con anterioridad al evento referirá que estas han aumentado en tamaño y cantidad. Dentro de los signos que se pueden encontrar son la pérdida del reflejo rojo cuando hay compromiso del área macular, y la disminución PIO en el ojo afectado. Al fondo del ojo puede verse una retina con zonas más pálidas (zona del desprendimiento), con pliegues en dicha zona y móvil; en algunos casos puede observarse sangre flotando en la cavidad vítrea (hemorragia vítrea) cuando, en presencia de un desgarro se lesiona un vaso retiniano; en otras ocasiones, no es posible visualizar ningún hallazgo por opacidad del vítreo (vítreo turbio por hemorragia vítrea) y se debe acudir al uso de ayudas diagnosticas para dilucidar el estado de la retina (ecografía ocular).
Femenina de 42 años, consulta por dolor en su talón izquierdo de predominio matutino desde hace 2 meses. Refiere que hace aproximadamente este mismo tiempo empezó a trotar en un intento de perder peso por recomendación de su médico. Sus signos vitales son normales. Al examen físico hay dolor al palpar la cara medial de la superficie plantar del talón izquierdo que se exacerba al realizar una dorsiflexión pasiva de los dedos. Una radiografía del pie es normal. ¿Cuál es el manejo adecuado para esta paciente?
A. Iniciar manejo con AINEs en monoterapia por 10 días.
B. Realizar infiltración con corticoides y anestésicos locales.
C. Iniciar manejo con AINEs por 7 días, indicar terapia física y recomendar uso adecuado de calzado.
D. Iniciar manejo con AINEs por 7 días, realizar infiltración con corticoides, inmovilizar la articulación y recomendar usar calzado con suela dura.
(C)
La fascitis plantar es la causa más común de dolor en el talón representado el 80% de los casos. Tiene un pico de incidencia entre los 40 a 60 años de edad predominantemente en el sexo femenino, como en esta paciente. Es una entidad que puede resultar frustrante, tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud, por su resistencia al tratamiento. Anatómicamente, la fascia plantar transcurre longitudinal a la planta del pie, protegiendo a la musculatura y estructuras neurovasculares. El termino fascitis involucra un proceso inflamatorio desencadenado, en este caso, por el microtrauma que se genera al caminar o correr por tiempo prolongado. El diagnostico de esta condición es netamente clínico y no requiere del uso rutinario de radiografías, ultrasonografía o resonancia magnética, las cuales tendrán utilidad en el momento de evaluar diagnósticos diferenciales (Ej. Síndrome de túnel del tarso o atrapamiento del nervio de Baxter). Una adecuada anamnesis y examen físico son suficientes concluir que estamos ante una fascitis plantar. Clínicamente, el dolor es sordo, no irradiado y se localiza en la región plantar medial del talón, particularmente en las mañanas y que luego mejora con la marcha o periodos de reposo durante el día. Al examen físico puede haber dolor al palpar la tuberosidad medial del calcáneo y puede exacerbarse al estirar la fascia (A la dorsiflexión como en esta paciente). El 90% de los pacientes mejoran con terapia conservadora, la cual consiste en ciclos cortos de AINEs, terapia física, uso de plantillas, disminución de peso y cambios en el calzado. Para ello tenga en cuenta las siguientes consideraciones:
- Los AINEs son de uso corto y son de gran ayuda en el periodo inicial asociado a terapia física, no deben extenderse más allá de 10 días y nunca considerarse como monoterapia ya que por si solos no causan una mejora significativa.
- La terapia física es el pilar fundamental del tratamiento ya que favorece la evolución hacia la mejoría en los pacientes. Los ejercicios consisten en estiramientos de la fascia plantar, el tendón de Aquiles y los gastrocnemios y soleo. Debe realizarse 3 veces al día, 10 repeticiones de 10 segundos durante al menos 8 semanas.
- El uso de plantillas y uso de calzado con adecuada amortiguación redistribuyen las cargas y mejoran la transmisión de choque al pie. Se desaconseja el uso de suelas duras sin soporte.
- Solamente en pacientes con dolor persistente se usarán otras terapias como la infiltración con anestésicos y esteroides los cuales deben ser realizados por un especialista quien valorará la persistencia de la misma. Esta paciente aún es candidata a la terapia inicial por lo que no hay indicación de esta.
Femenina de 20 años es llevada a urgencias luego de tomarse varias tabletas de amitriptilina hace 40 minutos. Al momento de la evaluación de encuentra somnolienta. Signos vitales: PA de 60/40 mmHg, FC de 160 lpm y FR de 4 rpm. Al examen físico se evidencia midriasis, mucosas secas y peristaltismo disminuido. Un electrocardiograma destaca por la presencia de un QRS >100 ms. ¿Cuál de las siguientes medidas NO consideraría usted en el manejo inicial de esta paciente?
A. Administrar carbón activado 1gr/kg disuelto en una solución al 25%.
B. Bicarbonato de sodio a dosis de 1 – 2 mEq/kg en bolo y repetir cada 5 minutos hasta que el QRS se normalice y la hipotensión se resuelva.
C. Tomar medidas de detoxificación extracorpórea: Diuresis forzada o hemodiálisis.
D. Realizar monitorización cardiaca continua y control electrocardiográfico cada 4 horas.
(C)
Los antidepresivos tricíclicos (ADT), son un grupo de medicamentos farmacológicamente relacionados usados para el tratamiento de la depresión, el dolor neuropático, la migraña, déficits de atención y trastornos de pánico y obsesivo compulsivo. Actualmente en Colombia tiene registro INVIMA la amitriptilina, Imipramina, clomipramina y la doxepina. Estos fármacos se caracterizan por su buena absorción gastrointestinal, rápida distribución y su capacidad de alcanzar altas concentraciones tisulares que pueden ser de 10 a 100 veces mayores que las concentraciones plasmáticas, encontrándose solo bajas cantidades en este último. Estas características explican por qué las medidas de detoxificación extracorpórea como la diuresis forzada o la hemodiálisis son inefectivas en el tratamiento de la intoxicación. Por esta razón, usted NO debería considerar estas medidas como parte del abordaje de esta paciente. Los efectos de los ADT se resumen en 3 mecanismos:
- Inhibición de la recaptación de neurotransmisores (Norepinefrina, serotonina, dopamina).
- Bloqueo de receptores periféricos: alfa1, dopaminérgico, histaminérgico, muscarínicos y serotoninérgicos.
- Bloqueo de canales rápidos de sodio y rectificadores tardíos de potasio.
Esto explica los síntomas de la intoxicación por este grupo de medicamentos: Alteración del estado de conciencia: Desde agitación y delirio hasta somnolencia, estupor o coma. Hipotensión arterial que puede evolucionar a shock refractario, taquicardia sinusal estable, convulsiones tónico-clónicas generalizadas, hipertermia, midriasis, mucosas secas, disminución del peristaltismo, retención urinaria y arritmias de predominio ventricular.
Siempre debe tomarse un electrocardiograma en el paciente intoxicado con ADT ya que permite orientar el diagnóstico y tomar decisiones sobre el tratamiento. Por ello todos los pacientes necesitan un electrocardiograma y monitorización continua. Uno de los hallazgos más importantes en el EKG es un QRS mayor de 100 milisegundos.
- El carbón activado es una medida de descontaminación y puede ser administrado durante las primeras horas posterior a la intoxicación. Se administra en una dosis única de 1 g (kg de peso, disuelto en una solución al 25%, sin necesidad de catártico. Esta paciente se encuentra en un periodo de tiempo temprano en el que aún es posible la administración de carbón activado.
- En caso de un QRS >100 ms, arritmias de complejo ancho y/o hipotensión se recomienda el uso de bicarbonato de sodio a dosis de 1 – 2 mEq/Kg en bolo, el cual se puede repetir cada 5 minutos hasta que el QRS se normalice o la hipotensión se resuelva, cuidando no sobrepasar un pH sérico >7,55.
- Recuerde en estos casos hacer un monitoreo cardiaco continuo y/o realizar un electrocardiograma de control cada 4 horas.
Mujer de 27 años, consulta a primer nivel por cuadro clínico de 72 horas de evolución consistente en dolor abdominal bajo asociado a disuria. Tiene antecedentes de 3 episodios de ITU baja en los últimos 6 meses, además de ser sexualmente activa con dos parejas masculinas con uso de preservativo ocasional. Al examen físico se encuentra en regular estado general, T 38.7°C, dolor a la palpación profunda en hemiabdomen bajo. La exploración con espéculo evidencia leucorrea purulenta abundante y dolor a la movilización cervical. Analítica: leucocitos 18.000, VSG 9 mm/h, gravindex (-). Uroanálisis: 2 leucocitos/hpf, 1-2 hematies/hpf, nitritos (-), ++ de bacterias.
¿Cuál de los siguientes esquemas de tratamiento iniciaría en esta paciente?
- Ampicilina/sulbactam 3 g IV c/6 horas + doxiciclina 100 mg VO c/12 horas
- Levofloxacina 500 mg VO c/24h
- Ceftriaxona 250 mg IM DU + azitromicina 1 g VO DU + Levofloxacina 500 mg VO c/24h
- Ceftriaxona 250 mg IM DU + doxiciclina 100 mg VO c/12 horas
(A)
Ante un cuadro clínico de dolor abdominal bajo, leucorrea purulenta y dolor a la movilización cervical en una paciente sexualmente activa se debe pensar indudablemente en enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
Con relación a la EPI, recordemos que en el 2021 la CDC publicó cambios en sus directrices respecto al manejo ambulatorio y hospitalario. Por lo anterior, es necesario recordar los criterios para hospitalización en EPI:
* Embarazo
* Fracaso/intolerancia a la terapia oral
* Absceso tubo-ovárico
* Esquema terapéutico de elección no disponible
* No se puede descartar una emergencia quirúrgica
* Enfermedad clínicamente severa (P. Ej., fiebre ≥ 38.5°C, náuseas y vómitos)
Esta paciente presenta un criterio de hospitalización que hace parte del espectro de la enfermedad clínicamente severa (fiebre de 38.7°C), por lo que se debe iniciar manejo triconjugado de primera línea con ceftriaxona 1 gramo cada 24 horas más doxiciclina 100 mg VO o IV cada 12 horas más metronidazol 500 mg VO o IV cada 12 horas, hasta obtener mejoría, para pasar al tratamiento vía oral hasta que se completen los 14 días. No obstante, en esta ocasión, el autor quiso evaluar esquemas alternativos en caso de no contar con el tratamiento de primera línea recién comentado. Como regímenes alternativos están: ampicilina sulbactam 3 gramos IV cada 6 horas más doxiciclina 100 mg VO o IV cada 12 horas, o clindamicina 900 mg IV cada 8 horas más gentamicina IV o IM con dosis de carga de 2 mg/kg seguida de dosis de mantenimiento de 1,5 mg/kg cada 8 horas, que también puede darse en dosis única diaria de 3-5 mg/kg.
Varón de 45 años, que acude al servicio de Urgencias por cuadro clínico de 1 día de evolución consistente en dolor progresivo, fotofobia y visión borrosa en campo ocular derecho (COD). Es usuario de lentes de contacto. Examen físico: signos vitales estables, agudeza visual 20/20 en COI y 20/40 en COD, pupilas reactivas. A la exploración se evidencia en COD: inyección conjuntival, edema corneal con úlcera central, infiltrados en sus bordes e hipopion.
¿Cuál de los siguientes es el tratamiento correcto?
- Moxifloxacina tópica
- Vancomicina tópica
- Aciclovir VO + Aciclovir tópico
- Ceftriaxona IV + ceftriaxona tópica
(A)
El inicio rápido de dolor ocular progresivo, unilateral, asociado a fotofobia, inyección conjuntival y alteración de la visión sugieren indudablemente un cuadro clínico de queratitis. Además, la presencia de una úlcera central con infiltrados en sus bordes y un hipopion sugieren fuertemente etiología bacteriana.
La queratitis bacteriana (QB) es la causa más común de ulceración supurada de la córnea. Aunque se desconocen cifras en países en vía de desarrollo, se sabe que la QB es la principal causa de ceguera corneal en las naciones en desarrollo, generalmente relacionada con el trauma ocular. Los factores predisponentes son: el uso de lentes de contacto, trauma, cirugía corneal, enfermedad de la superficie ocular, enfermedades sistémicas e inmunosupresión. Se considera que N. gonorrhoeae, C. diphtheriae, H. aegyptius y L. monocytogenes pueden afectar córneas intactas. Por el contrario, la integridad comprometida del epitelio corneal causada por el uso de lentes de contacto, trauma corneal o cirugía corneal es un factor importante que predispone al desarrollo de QB por otros gérmenes. Por ejemplo, merecen mención especial los lentes de contacto (el caso de este paciente), ya que son el principal factor de riesgo para adquirir esta patología, dado por la formación del biofilm, una capa viscosa compuesta de polímeros orgánicos producidos por bacterias incrustadas en las lentes de contacto que puede proteger a las bacterias patógenas de las sustancias antibacterianas y proporciona un nido para la infección por un patógeno en especial, Pseudomonas spp.
Los antibióticos fortificados para aplicación tópica (gotas) son el tratamiento de elección de la QB. Dado que esta afección puede conducir rápidamente a una pérdida de la visión irreversible y a la destrucción de la córnea, se considera una urgencia oftalmológica y el tratamiento debe iniciarse inmediatamente de forma empírica. Como este paciente es usuario de lentes de contacto, debemos escoger opciones que ofrecen cobertura frente a Pseudomonas spp como lo son: ceftazidima, moxifloxacino o tobramicina.
Bonus para futura pregunta en el simulacro #1:
Recuerda que el único escenario en el cual debe usarse tratamiento sistémico en la QB es cuando el microorganismo causante es N. gonorrhoeae.
Mujer de 31 años, es traída al servicio de Urgencias por su hermano luego de encontrarla inconsciente en el baño de su casa. Refiere familiar que tiene antecedente de trastorno por consumo de alcohol, uso de cannabis y otras drogas recreativas. Al examen físico presenta FC 55 lpm, FR 9 rpm, PA 95/71 mh, SatO2 94% con oxigenoterapia. No obedece a órdenes, pero responde ante estímulos dolorosos. También se evidencia piel seca, extremidades frías, con múltiples marcas punzantes en miembros superiores e inferiores, miosis bilateral. Analítica: Hb 11 g/dL, leucocitos 10.000, glicemia central 75 mg/dL. Con base a su sospecha clínica, ¿Cuál de los siguientes antídotos iniciaría en esta paciente?
- Buprenorfina
- Naloxona
- Naltrexona
- Flumazenil
(B)
La presencia de alteración del estado de conciencia, bradicardia, depresión respiratoria y miosis bilateral en una paciente con múltiples heridas punzantes en miembros superiores e inferiores sugieren indudablemente un toxidrome narcótico opioide (probablemente heroína).
Si bien es cierto que la mayoría de las intoxicaciones solo requieren tratamiento sintomático y de soporte, en algunos casos de no ser administrado oportunamente el tratamiento específico (antídoto), el pronóstico será sombrío. Entonces, cada nivel de atención debe disponer de antídotos según el grado de complejidad y la capacidad operativa de la institución. En este caso, ante un toxidrome narcótico opioide, la naloxona sería el antídoto de elección. La naloxona es un antagonista competitivo de los receptores opioides con un rápido inicio de acción que oscila entre los 2-3 minutos. Este medicamento neutraliza los efectos de los opioides, restablece el patrón respiratorio y contrarresta el efecto depresor en SNC. Ojo, este medicamento se administra lentamente para prevenir el síndrome de abstinencia agudo. Dado que la duración de la acción de la naloxona depende de la dosis y es más corta que la de la mayoría de los opiáceos, puede ser necesario repetir varias dosis hasta lograr la estabilización.
La presentación de la naloxona es en ampollas de 0.4 mg, y la dosis inicial se realiza con un bolo de 0.04 a 0.1 mg si el paciente es dependiente a los opioides y de 0.4 mg en pacientes no dependientes. Se debe aumentar progresivamente a 2 mg y 10 mg cada 3 a 5 minutos, hasta lograr respiración espontánea. Si no hay respuesta con 10 mg, es poco probable que sea un opioide la causa de la depresión respiratoria y se debe reevaluar el diagnóstico.
Para futuras preguntas ten presente que en pediátricos menores de 20 kg se debe iniciar con 0.1 mg/kg en bolo, y repetir cada 3 minutos, hasta revertir la depresión respiratoria. En mayores de 20 kilos igual dosificación que en los adultos.
Femenina de 36 años, primigestante de 26 semanas, consulta por disuria asociado a escalofríos y adinamia desde hace 1 semana, junto polaquiuria desde hace 4 meses. Signos vitales: T° de 38.1°C, PA de 110/60 mmHg y FC de 110 lpm. Al examen físico hay dolor a la palpación en ángulo costovertebral derecho. FCF de 175 lpm. El resto del examen físico es normal. El uroanálisis es sugestivo de una infección urinaria. El urocultivo se encuentra pendiente. ¿Cuál es el tratamiento adecuado para esta paciente?
A. Nitrofurantoína 100 mg VO cada 12 horas por 7 días.
B. Fosfomicina 3 gr VO dosis única.
C. Iniciar aztreonam 2 gr IV cada 6 horas.
D. Iniciar ceftriaxona 1 gr IV cada 24 horas.
(D)
El cuadro clínico de esta paciente: disuria, fiebre, escalofríos, taquicardia materna y sensibilidad en ángulo costovertebral asociado a un uroanálisis sugestivo de infección de vías urinarias sugiere la presencia de una pielonefritis aguda. La pielonefritis durante la gestación se considera un factor de riesgo importante para complicaciones maternofetales graves: sepsis, síndrome de dificultad respiratoria aguda, trabajo de parto pretérmino, entre otras. Por lo tanto, ante la sospecha de este diagnóstico se requerirá hospitalización e inicio de manejo antibiótico IV emperico (Teniendo en cuenta dosis óptimas, indicaciones y contraindicaciones de los antibióticos) mientras se esperan los resultados del urocultivo. De esta forma, una vez la paciente se encuentre afebril y tenga una mejora clínica durante 48 horas, se podrá realizar un cambio a antibióticos orales basados en los resultados del urocultivo.
Recordemos que nos podemos enfrentar a 3 entidades relacionadas a infección del tracto urinario durante el embarazo:
- Bacteriuria asintomática: El diagnóstico de bacteriuria asintomática se realiza al encontrar crecimiento bacteriano significativo (≥105 UFC/ml en una muestra orina espontánea o ≥102 UFC/ml en una muestra recogida por sonda vesical) en ausencia de síntomas compatibles con infección del tracto urinario. La importancia de su tratamiento radica, es que sin este un 40% de las bacteriurias asintomáticas se tornaran a una infección sintomática aumentando el riesgo de complicaciones. Algunos antibióticos recomendados son: Nitrofurantoina, y la fosfomicina en dosis única. Tenga en cuenta que estos antibióticos no alcanzan niveles terapéuticos en los riñones por lo que no se deben usar si se sospecha de pielonefritis (Respuestas A y B incorrectas.
- Cistitis aguda: El diagnostico se realiza en presencia de síntomas como urgencia urinaria, polaquiuria, disuria, malestar suprapúbico y un urocultivo con crecimiento bacteriano significativo. Las opciones de tratamiento empírico incluyen: betalactámicos, nitrofurantoina y fosfomicina.
- Pielonefritis aguda: El cuadro de esta paciente es sugestivo de una pielonefritis aguda el cual se confirmaría con la presencia de un urocultivo con crecimiento significativo ≥103 UFC/ml de un uropatogeno. Como ya se mencionó, la pielonefritis conlleva a un alto riesgo durante el embarazo. Por lo tanto, el manejo intravenoso se suele ser con antibióticos intravenosos: Aztreonam 1 gr IV cada 8 horas (Respuesta C incorrecta ya que es una dosis inadecuada), Ceftriaxona 1 gr IV cada 24 horas (Manejo adecuado para esta paciente dentro de las opciones de respuesta), cefepime 1 gr IV cada 12 horas, entre otros.
Femenina de 32 años presenta dolor en hemiabdomen inferior desde hace 3 días el cual ha empeorado significativamente en las últimas 3 horas asociado a sangrado vaginal con coágulos. Tiene antecedente de útero bicorne y ciclos menstruales irregulares. No recuerda su FUM. Signos vitales: PA de 90/50 mmHg y FC 120 lpm. Al examen físico hay signos de defensa abdominal y hay sangrado moderado con coágulos en cuello uterino. Una prueba de embarazo en orina es positiva. La eco-transvaginal evidencia un saco gestacional en cuerno uterino izquierdo y líquido libre en fondo de saco posterior de la pelvis. ¿Cuál es el manejo adecuado para esta paciente?
A. Realizar exploración quirúrgica.
B. Realizar dilatación y legrado uterino.
C. Solicitar niveles de beta-hCG en suero.
D. Iniciar tratamiento con metotrexato.
(A)
Es altamente probable que esta paciente con abdomen agudo (Dolor abdominal intenso y signos de defensa abdominal) tenga un hemoperitoneo relacionado a la ruptura de un embarazo ectópico. Aunque la mayoría de los embarazos ectópicos ocurren en la ampolla de la trompa de Falopio, también pueden ocurrir en otras ubicaciones, en este caso un embarazó ectópico cornual o intersticial. Los factores de riesgo para embarazos ectópicos cornualesi incluyen anomalías en la anatomía uterina como el útero bicorne que presenta esta paciente. Sea cual sea el caso, un embarazo ectópico debe sospecharse ante una paciente embarazada sin evidencia de embarazo intrauterino (Como esta paciente) asociado a cualquiera de los siguientes criterios:
- Masa anexial extra ovárica que contiene un saco gestacional o sangrado intraperitoneal en las eco-transvaginal.
- Una beta-hCG sérica que aumenta de manera anormal (<35% en dos días).
- Dolor abdominal y/o sangrado vaginal, en pacientes con factores de riesgo para embarazo ectópico.
La elección de realizar manejo quirúrgico con el fin de extirpar el embarazo ectópico y lograr la hemostasia se basa en los siguientes criterios:
- Inestabilidad hemodinámica – Hipotensión y taquicardia – como en esta paciente.
- Signos o síntomas de ruptura inminente: signos de irritación peritoneal o evidencia de sangrado intraperitoneal (En ecografía) que sugiera ruptura, como en esta paciente.
- Embarazo heterotópico.
- Anomalías clínicamente importantes en pruebas de laboratorio que contraindiquen el manejo con metotrexato: inmunodeficiencia, enfermedad pulmonar activa (Tuberculosis) y enfermedad por úlcera péptica son algunos ejemplos.
Femenina de 28 años consulta al presentar una prueba de embarazo positiva. Actualmente presenta 11 semanas de gestación por FUM. Sus signos vitales y examen físico son normales. La eco-transvaginal evidencia una franja endometrial engrosada, pero no hay gestación intrauterina ni masas anexiales. Se toma una Beta-hCG cuantitativa de ingreso de 1100 mlU/ml y las 48 horas de es 1370 mlU/ml. La paciente decide realizarse un legrado ya que no desea ser madre aún por lo que este procedimiento se le es realizado. Al día siguiente el nivel de beta-hCG es de 1566 miu/ml. ¿Cuál es el manejo adecuado para esta paciente?
A. Iniciar manejo con metotrexato.
B. Administrar misoprostol intravaginal.
C. Medir niveles de progesterona sérica.
D. Brindar tranquilidad a la paciente y dejar en observación.
(B)
El diagnóstico de una enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es complejo debido a la falta de especificidad de sus síntomas y signos; no obstante, esta paciente presentó un cambio en su patrón de sangrado (tenía amenorrea y empezó a sangrar), acompañado de dolor pélvico, evidencia de sensibilidad uterina o anexial en el examen pélvico y secreción cervical purulenta. La EPI es una infección polimicrobiana del tracto genital superior. Los factores de riesgo incluyen: edad < 25 años, múltiples parejas sexuales y uso inconsistente de protección de barrera (Esta paciente usa un DIU como método anticonceptivo el cual no protege contra infecciones de transmisión sexual).
Recordemos, además, que el diagnóstico de la EPI dependerá de la bibliografía que se use, si seguimos los lineamientos de la guía de práctica clínica colombiana de Infecciones de Transmisión Sexual del 2013, plantea que el diagnóstico de EPI se hará con 1 de los siguientes:
- Presencia de dolor abdominal bajo.
- Dolor a la palpación de los anexos.
- Dolor a la movilización del cérvix.
Y deberá asociarse a uno de los siguientes criterios:
- Secreción endocervical purulenta.
- Flujo vaginal o dolor abdominal de rebote.
- Temperatura corporal mayor o igual a 38 °C.
- Recuento leucocitario mayor a 10.500, o conteo de neutrófilos mayor a 80%.
El Centro de Control y Prevención de enfermedades de Estados unidos (CDC, por sus siglas en inglés) también incluye el aumento de la proteína C reactiva (PCR), el aumento de la velocidad de sedimentación globular, la presencia de abundantes leucocitos en el examen de flujo y pruebas positivas para N. gonorrhoeae, C. trachomatis o ambas.
En paciente usuaria de DIU, solo será necesario retirarlo si no existe mejoría clínica en las primeras 72 horas y en esos casos es conveniente solicitar cultivo microbiológico del mismo, teniendo en cuenta que existe asociación entre Actinomyces y DIU, germen que suele ocasionar cuadros graves de salpingitis y abscesos tuboováricos. Es limitada la evidencia de ensayos clínicos sobre la indicación de retirar o no el DIU en mujeres que presentan EPI, se considera que el retiro del DIU podría estar asociado con mejores resultados a corto plazo, pero la decisión del retiro debe ser balanceada con el riesgo de embarazo en aquellas pacientes que hayan tenido relaciones sexuales desprotegidas en los 7 días previos.
Femenina de 24 años consulta por dolor pélvico intermitente desde hace un mes el cual se ha vuelto constante desde hace 2 días, sin mejora con la administración de ibuprofeno. Refiere sangrado vaginal anormal leve desde hace un mes. Tiene el antecedente de colocación de un DIU liberador de progestina hace 2 años con posterior desarrollo de amenorrea. En el examen pélvico bimanual hay dolor uterino y anexial bilateral. A la especuloscopia los hilos del DIU son visibles en el cuello uterino y se observa una secreción cervical purulenta. ¿Cuál es la sospecha clínica principal de esta paciente?
A. Endometriosis.
B. Enfermedad pélvica inflamatoria.
C. Adenomiosis.
D. Pólipos endocervicales.
(B)
El diagnóstico de una enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es complejo debido a la falta de especificidad de sus síntomas y signos; no obstante, esta paciente presentó un cambio en su patrón de sangrado (tenía amenorrea y empezó a sangrar), acompañado de dolor pélvico, evidencia de sensibilidad uterina o anexial en el examen pélvico y secreción cervical purulenta. La EPI es una infección polimicrobiana del tracto genital superior. Los factores de riesgo incluyen: edad < 25 años, múltiples parejas sexuales y uso inconsistente de protección de barrera (Esta paciente usa un DIU como método anticonceptivo el cual no protege contra infecciones de transmisión sexual).
Recordemos, además, que el diagnóstico de la EPI dependerá de la bibliografía que se use, si seguimos los lineamientos de la guía de práctica clínica colombiana de Infecciones de Transmisión Sexual del 2013, plantea que el diagnóstico de EPI se hará con 1 de los siguientes:
- Presencia de dolor abdominal bajo.
- Dolor a la palpación de los anexos.
- Dolor a la movilización del cérvix.
Y deberá asociarse a uno de los siguientes criterios:
- Secreción endocervical purulenta.
- Flujo vaginal o dolor abdominal de rebote.
- Temperatura corporal mayor o igual a 38 °C.
- Recuento leucocitario mayor a 10.500, o conteo de neutrófilos mayor a 80%.
El Centro de Control y Prevención de enfermedades de Estados unidos (CDC, por sus siglas en inglés) también incluye el aumento de la proteína C reactiva (PCR), el aumento de la velocidad de sedimentación globular, la presencia de abundantes leucocitos en el examen de flujo y pruebas positivas para N. gonorrhoeae, C. trachomatis o ambas.
En paciente usuaria de DIU, solo será necesario retirarlo si no existe mejoría clínica en las primeras 72 horas y en esos casos es conveniente solicitar cultivo microbiológico del mismo, teniendo en cuenta que existe asociación entre Actinomyces y DIU, germen que suele ocasionar cuadros graves de salpingitis y abscesos tuboováricos. Es limitada la evidencia de ensayos clínicos sobre la indicación de retirar o no el DIU en mujeres que presentan EPI, se considera que el retiro del DIU podría estar asociado con mejores resultados a corto plazo, pero la decisión del retiro debe ser balanceada con el riesgo de embarazo en aquellas pacientes que hayan tenido relaciones sexuales desprotegidas en los 7 días previos.
Femenina de 20 años consulta por disuria de 8 días, luego de haber consultado por el mismo cuadro hace una semana y haber completado un curso de 7 días de nitrofurantoína sin mejora. Signos vitales T° de 36,7 °C, PA de 118/74 mm Hg y FC de 68 lpm. En la especuloscopia hay secreción cervical espesa y amarilla, y el cuello uterino es doloroso a la movilización y sangra al contacto con un hisopo. El análisis de orina es positivo para esterasa leucocitaria, pero negativo para nitritos y sangre. La prueba de embarazo en orina es negativa y la eco-transvaginal es normal. Se obtienen hisopos cervicales para realizar más pruebas. ¿Cuál de los siguiente es el esquema antibiótico adecuado para esta paciente?
A. Ceftriaxona 500 mg IM dosis única + doxiciclina 100 mg VO cada 12 horas por 14 días + Metronidazol 500 mg VO cada 12 horas por 14 días.
B. Ceftriaxona 500 mg IM dosis única + Metronidazol 500 mg vía oral cada 8 horas por 7 días.
C. Ceftriaxona 1 gr IV cada 12 horas + Gentamicina a dosis de 7 mg/kg peso IV cada 24 horas + Metronidazol 500 mg VO cada 12 horas por 14 días.
D. Clindamicina 600 mg IV cada 6 horas + Gentamicina dosis de carga de 2 mg/kg de peso, luego continuar a 7 mg/kg de peso al día.
(A)
El cuadro clínico de esta paciente es altamente sugestivo de una enfermedad pélvica inflamatoria en donde los agentes bacterianos más frecuentes son C. trachomatis y N. gonorrhoeae. Ante su sospecha clínica, se debe iniciar un tratamiento empírico para prevenir la transmisión a las parejas sexuales y disminuir el riesgo de secuelas a largo plazo (embarazo ectópico, infertilidad). Actualmente el tratamiento antibiótico recomendado se basa en la combinación de 3 medicamentos:
- Ceftriaxona intramuscular 500 mg dosis única.
- Doxiciclina 100 mg vía oral cada 12 horas por 14 días.
- Metronidazol 500 mg vía oral cada 12 horas por 14 días.
Para aquellas pacientes que no pueden tolerar la doxiciclina, la azitromicina (1g vía oral por semana durante dos semanas) es una alternativa; Para aquellas pacientes que no pueden tolerar el metronidazol, la clindamicina 450 mg por vía oral cada seis horas es una alternativa.
El tratamiento hospitalario (Cuando hay indicaciones) debe basarse en terapia endovenosa, que debe ser continuada hasta 24 horas después de que la paciente experimente mejoría clínica. En ese orden de ideas, el manejo intrahospitalario se basa en la combinación de los siguientes antibióticos:
- Clindamicina 600 mg Intravenosa cada 6 horas.
- Gentamicina intravenosa con una dosis de carga de 2 mg/kg peso, seguido de una única dosis diaria de 7 mg/kg peso.
Si bien la opción de respuesta D, es un manejo aceptado para el tratamiento de la EPI, esta paciente no presenta criterios de hospitalización: embrazo, enfermedad clinicamente severa, intolerancia a la vía oral, absceso tubo-ovárico, emergencia quirúrgica, falla al tratamiento oral. Por lo tanto, la combinación de clindamicina + gentamicina no se encuentra indicada en esta paciente.
Femenina de 51 años consulta por sudoración nocturna y sofocos desde hace 4 meses, asociado a cefaleas, dispareunia, urgencia miccional y palpitaciones e irritabilidad. La paciente refiere que no ha estado durmiendo bien, y que siente mareos a lo largo del día por “intensas sensaciones de calor”. Tiene antecedentes de miomatosis uterina por lo que fue sometida a una histerectomía hace 5 años. Sus signos vitales son normales. Al examen físico destaca la presencia de tejido vulvovaginal delgado y seco con algunas fisuras. Los paraclínicos de rutina y la función tiroidea son normales. ¿Cuál es el diagnostico más probable de esta paciente?
A. Síndrome genitourinario.
B. Liquen escleroso.
C. Vaginismo.
D. Enfermedad de Paget extra-mamaria.
(A)
El cuadro clínico de esta paciente: sudoración nocturna, sofocos, cefaleas y palpitaciones a la edad de 51 años son altamente sugestivos de síntomas vasomotores debidos a la menopausia. El síndrome genitourinario de la menopausia (SGUM), se trata de un conjunto de síntomas molestos y hallazgos a la exploración física, asociados fisiopatológicamente a la disminución de estrógenos y otras hormonas sexuales, que involucran el tracto genitourinario (Aunque no se limita a síntomas genitales, sexuales o urinarios). Los cambios genitourinarios, a diferencia de la sintomatología vasomotora, no se resuelven con el tiempo, tienen un carácter gravativo y puede incluso tener un impacto significativo en la calidad de vida y salud física, mental y sexual de las mujeres. El SGUM puede incluir, pero no se limita a síntomas genitales: sequedad, ardor e irritación; Síntomas sexuales: falta de lubricación, malestar, dispareunia o disfunción sexual y Síntomas urinarios: urgencia miccional, disuria e infecciones urinarias recurrentes. La sospecha de este síndrome aumenta ante la presencia de dispareunia secundaria a la sequedad vaginal y los hallazgos al examen físico pueden incluir ulceraciones y fisuras producidas durante el coito y, en su forma más grave se evidencia una superficie vaginal delgada, friable e hipopogmentada con petequias, ulceraciones, inflamación, desgarros, hasta fibrosis y obliteración de la vagina. Si bien las pruebas de laboratorio no se requieren para establecer el diagnostico y no se recomiendan de forma rutinaria, en algunos casos pueden ayudar al enfoque y evaluación de la respuesta al tratamiento. Por ejemplo: valores superiores a 5 en la medición del pH vaginal tiene cierta correlación con los síntomas clínicos. El objetivo del tratamiento es la mejora de síntomas y de calidad de vida en donde encontramos terapia farmacológica (principalmente hormonal, como los estrógenos vaginales) y la no farmacológica (Lubricantes, humectantes, ejercicios de estiramiento vaginal, etc).
Femenina de 45 años G3P3 consulta por sangrado menstrual abundante y prolongado. Las menstruaciones ocurren a intervalos regulares de 28 días y dura 7 días con flujo abundante. Sus signos vitales son normales. Al examen físico hay un útero firme, irregular, de tamaño consistente a un embarazo de 15 semanas. Un hemograma evidencia anemia microcitica. Una ecografía pélvica evidencia múltiples masas intramurales en un útero irregular. La paciente refiere haber culminado su maternidad por lo que le gustaría un tratamiento definitivo para sus síntomas por lo que se programa para histerectomía total en 2 meses. ¿Cuál es el adecuado previo a la intervención quirúrgica?
A. Anticonceptivos orales de solo progestágeno.
B. Manejo con leuprolida.
C. Terapia con ácido tranexámico.
D. Anticonceptivos orales combinados de estrógenos y progestágenos.
(B)
Es probable que las alteraciones en la menstruación de esta paciente sean secundarias a la presencia de leiomiomas, los cuales se pueden visualizar en la ecografía ya realizada como múltiples masas intramurales. Además, esta paciente refiere que tiene una paridad satisfecha, por lo que se programa para la realización de una histerectomía, sin embargo, durante el abordaje prequirúrgico se requiere manejo para disminuir el tamaño del útero miomatoso y para corregir la anemia disminuyendo la pérdida de sangre. Se encuentra indicada la terapia con leuprolida (Un agonista de GnRH) para pacientes con leiomiomas uterinos grandes y/o múltiples, 2 a 3 meses antes de la cirugía. La leuprolida puede reducir el tamaño de los miomas al inducir hipoestrogenismo e hipoprogesteronismo. Una reducción en el tamaño de un útero leiomiomatoso disminuye el tiempo quirúrgico, acelera la recuperación posoperatoria e incluso puede permitir la realización de una histerectomía vaginal que generalmente causa menos pérdida de sangre que una histerectomía abdominal. Además, la leuprolida también ayuda a tratar la menorragia al inducir amenorrea, lo que mejora los niveles de hemoglobina antes de la cirugía.
- Las píldoras anticonceptivas de solo progestágenos pueden indicarse en ciertas ocasiones ante la presencia de un sangrado uterino anormal. Sin embargo, existe una alta evidencia de que este tipo de anticonceptivos podría aumentar el tamaño de los miomas, por lo tanto, no se recomienda su uso en esta paciente.
- La terapia a corto plazo con ácido tranexámico se puede usar para tratar la menorragia grave y se puede administrar poco antes de una histerectomía para reducir el sangrado durante la cirugía. Sin embargo, no tiene efecto sobre el tamaño de los miomas.
- La terapia anticonceptiva oral combinada es eficaz para reducir el flujo sanguíneo menstrual y se ha demostrado que puede disminuir la indicidencia de leiomiomas. Sin embargo, no es eficaz para disminuir el tamaño de estos.
Recién nacido de 28 semanas de gestación desarrolla taquipnea, cianosis y retracciones subcostales poco después de su nacimiento. Su madre no tuvo control prenatal. Al examen físico los ruidos respiratorios en encuentran disminuidos en ambos campos pulmonares. Una radiografía de tórax evidencia densidades reticulares finas difusas bilaterales. ¿La administración prenatal de cuál de los siguientes esquemas habría prevenido la condición actual de este neonato?
A. Betametasona 6 mg IM cada 24 horas por 2 dosis.
B. Dexametasona 12 mg IM cada 12 horas por 4 dosis.
C. Dexametasona 6 mg IM cada 12 horas por 4 dosis.
D. Betametasona 12 mg IM cada 12 horas por 2 dosis.
(C)
Los signos clínicos de este neonato: taquipnea, retracciones subcostales, cianosis y disminución de los ruidos respiratorios a la auscultación, junto con los hallazgos en las imágenes: densidades reticulares finas difusas o en vidrio deslustrado y el antecedente de parto pretérmino sin atención prenatal hacen que el síndrome de dificultad respiratoria neonatal sea el diagnóstico más probable. Se recomienda el uso de corticosteroides para pacientes entre la semana 24 y 33.6 de gestación con inminencia de parto pretérmino en los próximos 7 días. Esta recomendación se encuentra soportada por todas las sociedades científicas y se ha demostrado que ha logrado impactar favorablemente sobre desenlaces adversos importantes relacionados con la prematuridad como lo son el síndrome de dificultad respiratoria tanto en su incidencia como en su severidad y la muerte del recién nacido. Los siguientes son los esquemas validados para su uso:
- Betametasona 12 mg IM y repetir una segunda dosis en 24 horas.
- Dexametasona 6 mg IM cada 12 horas por 4 dosis (Respuesta correcta).
Los glucocorticoides como la betametasona y la dexametasona promueven la madurez pulmonar fetal y aumentan la producción de surfactante a través de la estimulación de los neumocitos tipo II. Estos se deben administrar al menos 48 horas antes del parto en pacientes en con riesgo de parto pretérmino, para garantizar el tiempo suficiente para que surtan efecto.