U4 Flashcards
12.1
Las funciones macroeconómicas del sector público
El protagonismo del sector público a lo largo del siglo XX se ha concretado en una serie de actividades que van desde el desarrollo de un marco legal, para proteger la economia de mercado, hasta la implementación de medidas que apuntan a estabilizar la economía. Esquemáticamente, las principales funciones que cumple el sector público son las recogidas en la
Tabla 12.1.
En esta Unidad nos centraremos en las funciones de carácter macroeco-nomico y, en particular, en la funcion fiscal y en la estabilizadora. Previamen-te, cabe señalar que, dentro del conjunto de gastos realizados por el sector público, se distinguen dos categorias bien definidas: compras de bienes y servicios, y transferencias del sector público a los particulares.
La transferencia es el pago que efectúa el Estado a una persona a cambio del cual esta no presta ningún servicio ni da ningún bien
Ejemplos típicos de transferencias son los gastos de la Seguridad Social, los subsidios por invalidez y desempleo o la ayuda del Plan Jefes y Jefas de Hogares. Los pagos de transferencias no representan una demanda directa por parte del sector público sobre la capacidad productiva de la nación. Sin embargo, conviene aclarar que este tipo de transferencias afecta los patrones de consumo, pues, cuando el sector público cobra las contribuciones a la seguridad social de los empresarios y trabajadores, y paga a los jubilados y a los desocupados, estos últimos verán aumentar sus ingresos netos, mientras que los trabajadores dispondrán de menos ingresos para gastar, lo que condicionará el consumo de unos y otros.
Fiscal
Fija y cobra impuestos.
Reguladora
Mediante leyes y disposiciones administrativas, que afectan la actividad y buscan la eficiencia económica. Así, a menudo establece controles de precios a algunas industrias, regula los monopolios y protege a los consumidores en cuestiones relacionadas con la publicidad, la salud y la contaminación.
Proveedora de bienes y servicios
Ciertos organismos y las empresas públicas (propiedad del Estado) facilitan bienes y servicios públicos (defensa, transporte, enseñanza) y producen bienes de consumo o producción, tales como agua y energía. Asimismo, pagan pensiones y otros seguros sociales, y promueven la inversión en zonas deprimidas, etcétera.
Redistributiva
Trata de modificar la distribución de la renta o de la riqueza entre las personas, regiones o sectores, procurando que resulte más igualitaria. Para ello, utiliza normas (por ejemplo, leyes de salario mínimo)
y. también, los ingresos y gastos públicos.
Estabilizadora
Trata de controlar los grandes agregados económicos, evitando sus excesivas fluctuaciones e intentando paliar los efectos de las caídas de la actividad
A. La actividad fiscal
Para poder financiar sus gastos, el sector público se ve obligado a establecer impuestos.
tos impuestos” son una imposicion del sector publico a los indviduos
unidades tamillares y empresas, que Ceben pagar una cierta cantidad
‘de dinero en relación con determinados, actos económicos, pos
por rabato cuando 5s m n tiene cuano e oten noresos
Aunque el objetivo primordial de los impuestos es cubrir los gastos pú-blicos, también se utilizan para otros fines: por ejemplo, para que disminuya la producción de determinados bienes, se establecen impuestos adicionales que eleven el precio del producto en cuestión, haciendo que la cantidad demandada se retraiga. Asimismo, se aplican para modificar la distribución de la renta, con el fin de que los sectores con niveles de ingreso mas elevado paguen proporcionalmente mayor cantidad de impuestos.
# Tipos de impuestos
Los impuestos pueden ser proporcionales, progresivos o regresivos; ello depende de que la fracción que absorban de las rentas altas sea igual, mayor o menor que la de las rentas bajas (Tabla 12.2).
Un mouesto es progresivo cuando, a thedida que aumenta la rnt
detrae: on porcentaje cada vezimayor res regresivo shidetrae un
porcentale de la renta cada ve2.menor a medida que la renta aumente;
y es proporcional cuando détrae un porcentaje constante de la renta,
Los términos progresivo o regresivo se refieren exclusivamente a las proporciones en que los impuestos recaen sobre rentas diferentes.
Desde otra perspectiva, los impuestos se clasifican en directos e indirec-tos. Los impuestos indirectos son los recaudados sobre los bienes y servi-cios. Un ejemplo típico es el impuesto sobre el valor agregado (VA).
Los impuestos directos recaen sobre el contribuyente y no sobre los bie-nes. El ejemplo más caracteristico de este tipo de impuestos es el impuesto a las ganancias.
Los impuestos directos gravan las rentas del conribuyente en el momento en que estas se perciben o generan.
Los impuestos indirectos gravan las rentas del contribuyente en el momento de utilización, es decir con motivos de actos concretos de consumo, gastos etc. al ser fijos cualquier usuario paga lo mismo independientemente de su renta.
La política monetaria y la política fiscal
Los gobiernos suelen recurrir a la política monetaria para tratar de estabilizar la actividad económica y evitar o, al menos, paliar los inconvenientes derivados de los ciclos económicos. Para ello, controlan la evolución de la cantidad de dinero, de las tasas de interés, del crédito y, en general, del funcionamiento del sistema financiero.
La politica fiscal se refiere a la utilización del gasto público y de los impuestos para ayudar a determinar la distribución de los recursos entre los bienes privados y los colectivos.
Incide sobre las rentas y el consumo de los individuos, y ofrece incentivos a la inversión y otras decisiones económicas.
La politica fiscal se refiere a las decisiones del Gobierno sobre, el nivel
del gasto publico y tos Impuestos
A través del gasto público, la política fiscal influye en la magnitud relativa del consumo colectivo frente al consumo privado, y, mediante los impuestos, se reducen las rentas e influye en el gasto privado y en el ahorro privado.
Superavit y deficit
políticas cambiarias
La política fiscal, debido a su impacto sobre el ahorro y la inversión y en los incentivos para trabajar, suele utilizarse para incidir en el crecimiento económico.
Otras políticas macroeconómicas
Todos los países están cada vez más inmersos en la economía mundial y se relacionan con el resto de los países a través del comercio y de los tlujos financieros. Los responsables de la politica económica vigilan la evolución de las ventas de bienes y servicios al resto del mundo -esto es, las expor-taciones-, y de las compras o importaciones. Una variable especialmente relevante es el saldo o diferencia entre el valor de las exportaciones y el valor de las importaciones, y se conoce como exportaciones netas. Cuando las exportaciones superan las importaciones, el saldo es positivo y hay un superávit, mientras que, si el saido es negativo, habrá un déficit.
Las autoridades económicas se ocupan del sector exterior mediante la po-litica comercial y la gestión financiera internacional.
La poltica comercial trata de estimular las exportaciones netas a través de aranceles, contingentes y otros mecanismos. En la gestión financiera internacional, una variable clave es el tipo de cambio
Generalmente, los países adoptan, como parte de su política monetaria, diferentes sistemas para regular sus mercados de divisas.
Las políticas de tipos de cambio o políticas cambiarias son muy distintas:
algunos paises prefieren dejar que los tipos de cambio se determinen libremente por la oferta y la demanda en el mercado de divisas, mientras que otros establecen un tipo de cambio fijo frente a otras monedas.
Por ejemplo, en el caso de la Unión Monetaria Europea (UME), se ha optado por establecer una paridad fija entre los distintos paises que la forman, lo que ha permitido la creación del euro, si bien el tipo de cambio del euro con el resto de las monedas se determina libremente en el mercado de divisas.
Argentina mantuvo un tipo de cambio fijo durante la vigencia de la convertibilidad (1991-2001) y actualmente tiene un tipo de cambio fluctuante
Los responsables de la politica económica también se preocupan por las condiciones de oferta de la economía. Este tipo de iniciativas se integra en las deno minadas políticas de oferta , cuyo objetivo es propiciar los incentivos al trabajo y a la producción, así como la incorporación de mejoras tecnológicas que eleven la eficiencia y la productividad del trabajo. Los resultados de las políticas de oferta se concretan en una reducción de la tasa de desempleo, la baja de los precios y un aumento de la productividad media del trabajo y del PIB potencial.
12.3 La demanda agregada y el producto potencial
Como hemos estudiado en la Unidad 10, los cuatro componentes de la demanda agregada (consumo, inversión, gasto público y exportaciones netas)
determinan conjuntamente la curva de demanda agregada de la economía.
Asimismo, en el Apartado 11.2, vimos que el equilibrio macroeconómico determinado por la intersección de las curvas de oferta y demanda agregadas no siempre se alcanza al nivel de producción que representa el pleno empleo de los recursos productivos. En términos de la Figura 12.2, este nivel de producción de
pleno empleo o potencial sólo se alcanzaría si la curva de demanda agregada interceptase la curva de oferta agregada al nivel de producción (p).
Cabe destacar aquí que el equilibrio macroeconómico y, en consecuencia, la producción de la economía puede situarse en algún nivel inferior al potencial; sin embargo, las empresas no estarian dispuestas a aumentar la producción, debido a que no creen que puedan vender más.
La pérdida de credibilidad en la teoría económi-ca clásica fue aprovechada por J. M. Keynes para exponer una visión alternativa y sostener que la economía privada era inherentemente inestable. si la curva de demanda agregada cort
Según Keynes, situaciones similares a la creada por la Gran Depresión podrian repetirse si se confiaba exclusivamente en el mecanismo de ajuste automático. Dada la inestabilidad del mercado, Keynes defendió la necesidad de la intervención del Estado. La política económica se presenta, pues, como un medio eficaz y necesario para evitar las frecuentes recesiones de la actividad económica.
En estas circunstancias, existiría una brecha entre la producción potencial de la economia y su producción efectiva. Vale la pena destacar que, en la situación planteada, habrá recursos ociosos y desempleo en el mercado de trabajo.
El gasto agregado será menor que el producto potencial, pero, si se mantiene constante el nivel de precios, la economía puede permanecer indefini-damente a un nivel de producción inferior al potencial, sin que exista ninguna fuerza que la acerque hacia dicha posición.
Brecha de producción = (Producción potencia. efectiva / Producción: potenciali x 100
Precisamente, según una de las ideas básicas del enfoque keynesiano, el producto nacional de equilibrio no es necesariamente el potencial. Según Keynes, el libre juego de las fuerzas económicas conducirá con frecuencia a una situación similar a la recogida en la Figura 12.2, por el punto E, en la cual el gasto total es demasiado bajo y, en consecuencia, el nivel de producción de equilibrio será interior al potencial. En otras palabras, Keynes afirmaba que no existe ningún mecanismo de ajuste automático que conduzca a la economía hacia una posición próxima a la producción potencial.
La política fiscal se presenta justamente como uno de los elementos que puede incidir sobre la demanda agregada y, de este modo, tratar de reducir la brecha de producción.
En términos de la Figura 12.2, mediante la politica fiscal se procurará influir en la demanda agregada y, si ésta inicialmente era DAo. se hará que pase a ser
DA, interceptando la curva de oferta agregada al nivel del producto potencial.
Una política de êste tipo acarrea un inconveniente: al aumentar la demanda agregada, no sólo se incrementa la producción nacional, sino también el nivel de precios.
Ver cuadro
12.4 La política fiscal
Los programas del Gobierno con respecto a la compra de bienes y servicios, polia 5 de transterencias y la canitad y tipo de impuestos integran la Hemos visto que todo sector público incurre en gastos corrientes, cuya principal partida son los gastos de personal y, en muchos casos, de inversión, que en conjunto componen el gasto público.
Los ingresos públicos son los que obtiene el Estado fundamentalment a traves de los impuestos
Como ya hemos apuntado, es muy poco probable que la demanda agregada (definida como la suma del consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones netas) sea exactamente la cantidad deseada para alcanzar el producto potencial, pues los consumidores, los inversores y los extranjeros toman sus decisiones de gasto de forma independiente. En este sentido, cabe pensar en el gasto público como una variable de ajuste, que aumente o reduzca la demanda agregada como sea más conveniente. Asimismo, se puede optar por alterar los impuestos para modificar el consumo y la inversión privada y, consecuentemente, incidir sobre la demanda agregada (fig. 12.3).
El manejo de los ingresos y los gastos totales y de la relación entre éstos se ha convertido en uno de los principales instrumentos que utilizan los gobiernos para tratar de lograr un elevado nivei de actividad económica y la estabilidad general de precios. Este intento tropieza con muchas dificultades, como es la necesidad de compatibilizar esos dos objetivos entre sí y con otros objetivos, la incertidumbre acerca del alcance y el momento oportuno de las acciones necesarias, así como los inconvenientes de tomar y poner en práctica decisiones en una organización política amplia.
La política fiscal y la actividad económica
El Gobierno, mediante una politica fiscal expansiva
Restrictiva
, puede aumentar el gasto público o reducir los impuestos, e influir así, de forma notable, sobre la demanda agregada, haciendo que ésta aumente,
Lógicamente, al actuar de esta forma, no sólo logrará
aumentar la produccion y el empleo, sino que tambien generara una subida de precios.
Politica fiscal expansiva
Asi como la política fiscal puede emplearse
/ 0A
para expandir la demanda agregada, también puede contraerla (Fig. 12.4). Precisamente, cuando la economía atraviesa una fase de expansión
-y conforme se acerca al auge o cima del ciclo-, las tensiones inflacionarias (aumento de precios) empezarán a acentuarse, y cabe pensar en recurrir a una politica fiscal restrictiva
En el origen de la situación descrita se encontrara un exceso de demanda agregada, que provocará alzas en el nivel de precios, por lo cual la politica fiscal apuntará a reducir la demanda agregada.
Lógicamente, los instrumentos de la política fiscal para tratar de contraer la demanda agregada serán los mismos que comentamos cuando se pretendía expandirla: el gasto público y los impuestos. Sin embargo, ahora se intentará reducir el gasto público o aumentar los impuestos
12.5 Las políticas discrecionales y los estabilizadores automáticos
La visión de la politica fiscal como instrumento estabilizador de la actividad económica suele concretarse en las denominadas políticas discrecionales (Tabla 12.6).
Ver cuadro
Estas políticas fiscales discrecionales se han empleado, y aún se recurre a ellas. Debe señalarse, sin embargo, que su uso como politicas estabilizadoras presenta diversos inconvenientes, ya que muchas de ellas están ligadas a la lentitud de los trámites institucionales, políticos y burocráticos que exige su puesta en práctica. Así, por ejemplo, si se desea implementar un programa de obras públicas para combatir la recesión, la práctica demuestra que, desde que empieza a considerarse la posibilidad de concretar un proyecto hasta que de hecho comienzan a gastarse cantidades apreciables en el (generalmente, en mano de obra y materiales), suele transcurrir, en promedio, un minimo de tres años. De esta forma, si la recesión durara -como es lo corriente- un año y medio o dos, la reactivación conilevaría otros dos años. Los proyectos de obras públicas, pensados para combatir la recesión, empezarán en realidad a ejercer sus efectos expansivos sobre la demanda agregada cuando la economía ya haya superado la recesión y esté en una fase de reactivación, contribuyendo así a acelerarla.
Todo esto no debe entenderse como un ataque a los programas de obras públicas. Sin duda, éstos son necesarios, ya que, para que una economia se desarrolle, ha de estar dotada de infraestructuras suficientes, y esos planes deben concretarse con cargo a los presupuestos públicos. No obstante, cabe preguntarse si conviene implementar programas de obras públicas con el objeto de intentar estabilizar la actividad económica a corto plazo.
En consecuencia, cuando un consumidor se da cuenta de que el costo marginal de su propio consumo es nulo, puede ofrecer un precio muy bajo al productor por el derecho a consumir su producto; ello explica que la mayoría de los bienes públicos no sean suministrados por los mercados privados, ya que éstos tienen dificultades para garantizar que se produzca la cantidad co-rrecta. Esta dificultad se debe a que existen individuos, conocidos en la literatura económica como parásitos, que consumen el bien público sin pagar.
A. Los impuestos como estabilizadores automáticos
Sabemos que los impuestos suelen ser de naturaleza proporcional, es decir que producen ingresos que suponen un determinado porcentaje del producto nacional. En este caso, resulta que la recaudación se altera de forma automática, incrementándose a medida que aumenta el producto nacional. El aumento que experimentan los impuestos a medida que se incrementa el producto nacional, reducirá la fuerza de la expansión, y ocurrirá lo contrario en el caso de una recesión, Por lo tanto, los impuestos proporcionales cumplen la función de estabilizadores automáticos de la actividad económica.
B. Otros estabilizadores automáticos
Durante las etapas de recesión, aumenta el desempleo, y con el, los subsidios a los desocupados. En cambia, en los años de crecimiento fuerte, se reduce el desempleo y, entonces, disminuyen esos pagos, incrementándose paralelamente los fondos que recauda la Seguridad Social en forma de cotizaciones, tanto de los trabajadores como de las empresas. De esta forma, el seguro de desempleo ejerce una presión estabilizadora, contribuyendo a reducir la demanda cuando ésta es excesiva o ayudando a mantener el nivel de consumo si la actividad económica está descendiendo.
Otros programas asistenciales, como las pensiones de jubilación, también muestran un comportamiento anticilico y actúan, por lo tanto, como estabilizadores automáticos.
Un estabiizador automatico es cualquier hechooelsistema ecororico
que tiende a reducir mecanicamente la fuerza de vas recesiones y/o
de las expansiones de la demanda, n que sean necesaras medidas
discrecionales de politica económica R
En síntesis, el seguro de desempleo y, en general, los programas asis-tenciales, los ahorros o los pagos de dividendos actúan como estabilizadores automáticos.
Resumen
• La crisis de 1929 evidenció que las econo-mias pueden permanecer, durante periodos de tiempo considerables, en posiciones muy alejadas del pleno empleo de los recursos productivos. Los devastadores efectos de la crisis de 1929 influyeron de manera notable en la obra de Keynes y, con ella, en el nacimiento de la macroeconomía moderna.
• Las principales funciones del sector público pueden agruparse en las siguientes catego-rías: fiscales, reguladoras, proveedoras de bienes y servicios, redistributivas y establiza-doras.
• El aumento de los gastos públicos retleja el protagonismo creciente del sector público. En las últimas décadas, los gastos que más han aumentado han sido precisamente los gastos de transferencias.
• Los impuestos, según su evolución cuando aumenta la renta, se dividen en progresivos, regresivos y proporcionales. Desde otro punto de vista, los impuestos se clasifican en directos e indirectos.
• Los responsables de la política económica pueden manipular la demanda agregada mediante alteraciones en el gasto público y en
los impuestos. La política fiscal será expansiva sí se aumenta el gasto público o se reducen los impuestos. Será contractiva si se reducen los gastos o se incrementan los impuestos.
• La actividad economica no sólo puede estabilizarse mediante acciones discrecionales
-esto es, medidas explicitas-; también hay una serie de mecanismos que actuan de forma automática. Los impuestos (pues suelen ser de naturaleza proporcional o progresiva)
constituyen el ejemplo más representativo de estabilizador automático, ya que, al alterarse la renta, la cantidad recaudada varia automá-ticamente.
• El seguro de desempleo también funciona como un estabilizador automático, puesto que aumenta en las depresiones y se reduce en las fases de recuperación.
• A pesar de que existen estabilizadores auto-máticos, las fluctuaciones persisten, por lo que cabe pensar en recurrir a la intervención del sector público. Las políticas puestas en práctica más frecuentemente son: los programas de obras públicas y otros gastos, los proyectos públicos de empleo, los programas de transferencias y la alteración de los tipos impositivos.
9.1.3 Los instrumentos de la política
macroeconómica
A la vista de los objetivos comentados, los responsables
de la política macroeconómica lógicamente estarán interesados
en alcanzar un fuerte y sostenido crecimiento de
la producción, en reducir la tasa de desempleo lo máximo
posible y en mantener el nivel general de precios estable.
El problema es qué deben hacer las autoridades para
alcanzar dichos objetivos y cuáles son los instrumentos
que pueden utilizar.
Un instrumento de política económica es una variable
controlada por las autoridades económicas que puede
influir en uno o en unos objetivos. Para analizar las características
de los instrumentos vamos a englobarlos en dos
grandes categorías: la política monetaria y la política fiscal. Asimismo formularemos una serie de comentarios
sobre otras políticas que suelen utilizar las autoridades
económicas tales como la política de oferta o la política
comercial.
La política monetaria
Los gobiernos suelen recurrir a la política monetaria para tratar de estabilizar la actividad económica y evitar o al menos apaciguar los inconvenientes derivados de los
ciclos económicos. Para ello controlan la evolución de la cantidad de dinero, el crédito y en general el funcionamiento del sistema financiero.
Mediante el control de la cantidad de dinero el banco central puede influir en los tipos de interés, en la inversión
(y por tanto el PIB), en el nivel general de precios, en los tipos de cambio (y consiguientemente, en las exportaciones, en los precios de las acciones y en los precios de las viviendas.
Así, si la economía está experimentando una fuerte
presión alcista sobre los precios, y se lleva a cabo una
política monetaria restrictiva, la reducción de la oferta
monetaria hará que suban los tipos de interés, se reduzca
la inversión y disminuyan el PIB y la inflación. Por el contrario, si la actividad económica ha entrado en una recesión, el banco puede aumentar la oferta monetaria y
reducir los tipos de interés para reactivar la economía.
La política monetaria, a través del control de la oferta monetaria por parte del banco central y su
capacidad de incidir sobre el tipo de interés y las condiciones crediticias, afecta al gasto de los sectores de la economía que son sensibles a los tipos de interés como la inversión empresarial, el consumo y las exportaciones netas.
De esta forma, la política monetaria influye tanto en el PIB efectivo como en el potencial, así como en los precios
La política fiscal
La política fiscal se refiere a la utilización del gasto público y de los impuestos para ayudar a determinar la distribución de los recursos entre los bienes privados y los colectivos. Incide sobre las rentas y el consumo de los individuos y ofrece incentivos a la inversión y otras decisiones económicas.
La política fiscal se refiere a las decisiones del Gobierno sobre el nivel del gasto público y los impuestos.
El gasto público incluye dos tipos de gasto: las compras del Estado, esto es, el gasto en bienes y servicios,
como por ejemplo la construcción de carreteras, la compra de ferrocarriles, el pago a los funcionarios, etc., y las transferencias del Estado. Éstas aumentan las rentas de determinados grupos de individuos como los jubilados o los parados. Al determinar la cuantía y composición del
gasto público se determinan las dimensiones relativas del sector público y del sector privado, esto es, qué parte del PIB se consume colectivamente y no privadamente.
El gasto público es uno de los componentes que integran el nivel global de gasto de la economía y uno de los determinantes del nivel del PIB.
Los impuestos son el otro instrumento de la política fiscal. Los impuestos inciden en la economía de dos formas.
En primer lugar, reduciendo las rentas de los individuos, lo que influye tanto en la cantidad que gastan en bienes y servicios como en la cantidad de ahorro privado.
De esta forma los impuestos, al condicionar el consumo y el ahorro privados, influyen en la producción y en la inversión tanto a corto como a largo plazo. En segundo lugar, los impuestos inciden sobre los precios de los bienes y de los factores de producción y, por tanto, afectan a
los incentivos y a la conducta de los individuos. Así, los impuestos sobre la renta de las personas físicas influyen
sobre los incentivos para trabajar y para ahorrar. Lo mismo puede decirse en el caso de las empresas: los impuestos sobre los beneficios de las sociedades inciden en los incentivos de éstas para invertir en nuevos bienes de capital.
Esto explica que los gobiernos interesados en propiciar el crecimiento económico concedan a las empresas deducciones fiscales por inversión.
política comercial
Las autoridades económicas se ocupan del sector exterior mediante la política comercial y la gestión financiera internacional.
La política comercial, a través de los
aranceles, contingentes y otros mecanismos, trata de estimular
las exportaciones netas. En la gestión financiera internacional una variable clave es el tipo de cambio.
Generalmente los países adoptan como parte de su política
monetaria diferentes sistemas para regular sus mercados
de divisas. Las políticas de tipos de cambio son muy
distintas: algunos países optan por dejar que los tipos de
cambio se determinen por la oferta y la demnada en el
mercado de divisas, como el caso de los países integrados
en zona euro, mientras que otros establecen un tipo de
cambio fijo frente a otras monedas (véase Capítulo 7).
Los responsables de la política económica también se
preocupan por las condiciones de oferta de la economía. Este
tipo de iniciativas se integran en lo que se denomina políticas
de oferta (véanse Capítulos 14 y 15). Su objetivo es propiciar
los incentivos al trabajo y a la producción, así como la
incorporación de mejoras tecnológicas que eleven la eficiencia
y la productividad del trabajo. Los resultados de las políticas
de oferta se concretan en reducciones de la tasa de paro,
disminuciones de los precios y aumentos en la productividad
media del trabajo y en el PIB potencial.
Las políticas de oferta propician los incentivos al trabajo y a la producción, así como la incorporación de mejoras tecnológicas.
Contabilidad nacional y el pbi
9.2 El producto interior bruto (PIB)
El enfoque macroeconómico exige la definición y medición
de ciertos agregados que permiten obtener una visión
global de la economía. Las transacciones entre los diferentes
agentes económicos se registran en la Contabilidad
Nacional. Ésta define y relaciona los agregados económicos
y mide el valor de los mismos. Mediante la serie de
cuentas que integran la Contabilidad Nacional.
La Contabilidad Nacional mide la actividad de una economía a lo largo de un período, generalmente un año, registrando las transacciones
realizadas entre los diferentes agentes que forman parte de dicha economía.
De los distintos agregados que recoge la Contabilidad
Nacional, el más significativo es el Producto Interior
Bruto (PIB), pues mide el valor monetario total de los
bienes y servicios finales producidos para el mercado
durante un año dado, dentro de las fronteras de un país.
Para analizar la definición del PIB vamos a centrarnos
en cada una de las partes que la integran.
El valor monetario total…
Toda economía produce miles de bienes y servicios distintos
y cada uno se mide en una unidad distinta. Dado que no se pueden sumar «peras con manzanas» y que, sin embargo,
tenemos que combinar todos los productos en una única
cifra, lo que se hace es sumar el valor monetario de cada
bien o servicio, esto es, el número de unidades monetarias,
euros, por el que se vende cada bien o servicio.
Al expresar todos los bienes y servicios en términos
de su valor monetario, esto es, en euros se pueden
agregar en una única unidad, el PIB.
… de los bienes y servicios finales…
Cuando se mide el PIB, no se cuentan todos los bienes y
servicios producidos en el país, sino únicamente los que se
venden a los usuarios finales.
En el Cuadro 9.1 se recogen de forma simplificada las
etapas de la producción de 30 barras de pan, desde que el
agricultor produce el trigo hasta que compramos el pan en
la panadería, pasando por el molino donde se obtiene la
harina y el horno donde se produce el pan y se distribuye
a las panaderías. ¿Deberíamos sumar el valor de las ventas
en cada una de las etapas, e incluir 5 + 15 + 25 +
36 = 81 en el PIB cada vez que se producen 30 barras
de pan? No, pues todas las etapas consideradas permiten
obtener un bien que al final vale 36 euros. De hecho los 36
euros que se pagan ya incluyen el valor de todas las demás
etapas del proceso productivo.
En el ejemplo del Cuadro 9.1 los bienes vendidos por
el agricultor, el molinero y el fabricante de pan (mayorista)
son bienes intermedios, bienes que se utilizan en el
proceso de producción de otro bien. Pero la panadería
minorista vende un bien final, pues el pan lo compra un
usuario final. Si para calcular el PIB se sumara por separado
la producción de los bienes intermedios, los estaríamos
contando más de una vez, puesto que ya están
incluidos en el valor del bien final.
Para evitar contar más de una vez los productos
intermedios, cuando se mide el PIB sólo se suma el valor
de los bienes y servicios finales. El valor de los productos intermedios está incluido automáticamente en el valor de
los productos finales para los que se han utilizado.
Cuando se habla de un bien final y de un bien intermedio
es fácil distinguir uno de otro pero con los servicios no
ocurre lo mismo. Los servicios, como, por ejemplo, un
corte de pelo, asistir al cine o una consulta médica, se usan
en el mismo momento que se producen y por lo tanto son
servicios finales y forman parte del PIB. Sin embargo, los
servicios que unas empresas prestan a otras, por ejemplo,
el servicio de limpieza que una empresa presta a un hotel,
es un servicio intermedio del servicio final, alojamiento
que presta el hotel a sus clientes.
… producidos…
En la medición del PIB sólo se incluyen los bienes y servicios
producidos en el año en cuestión. Así, las compras de
terrenos o activos financieros como acciones o bonos no se
incluyen en el PIB, pues no son «bienes y servicios producidos
». La tierra y los recursos naturales que hay en ella no se
producen en absoluto. Las acciones y los bonos representan
un derecho de propiedad o a recibir pagos en el futuro pero
no son, en sí, bienes o servicios. Tampoco se incluyen en el
PIB las compras de bienes de segunda mano como los
coches o las viviendas, ya que se trata de bienes que fueron
producidos, pero no en el período actual.
… para el mercado…
El PIB no incluye todos los bienes y servicios producidos
en la economía, sino sólo los que se producen para el
mercado, esto es, con la intención de ser vendidos. Por
ejemplo, cuando lava su propio coche, o limpia su propia
casa, ha producido unos servicios finales pero no se cuentan
en el PIB porque lo hace para usted mismo, y no para
vender el servicio en el mercado. Pero si le lavan el coche
en un garaje o contrata a alguien para que limpie su casa,
entonces el servicio final sí se incluye en el PIB, pues pasa
a ser una transacción de mercado.
… durante un año dado…
El PIB es una variable flujo que mide un proceso que se
desarrolla a lo largo de un período de tiempo. Como vimos
en el Epígrafe 9.1, el valor de toda variable flujo depende
del período de tiempo que se utilice para medirla. Por
ejemplo, si a un trabajador se le pregunta cuál es su sueldo,
su respuesta no será la misma si la pregunta hace referencia
al mes o al año. Lo mismo ocurre con el PIB. Por
tradición, el período sobre el que se mide el PIB es un año.
Una variable flujo refleja un proceso
que se desarrolla a lo largo del tiempo.
Como ya se señaló en el capítulo anterior, otro tipo de
variables macroeconómicas son las variables stock, que son medidas de cosas que existen en un momento dado del tiempo.
La población española, el número de viviendas de un
país, el valor actual de la riqueza, todas son variables stock,
porque son valores medidos en un determinado momento.
Ante este tipo de variables, nunca se tiene que añadir la frase
a la semana, al mes o al año, puesto que no hay período
relacionado con las variables. Por ejemplo, no tiene sentido
preguntar el número de habitantes que hay en España al mes.
Por el contrario, la pregunta sería, ¿cuál es el número de personas
que hay en España ahora?
Una variable stock refleja una determinada
cantidad en un momento del tiempo.
… dentro de las fronteras del país
El PIB español mide la producción dentro de las fronteras
de España, independientemente de que haya sido producida,
o no, por españoles. Esto significa que se incluye la producción fabricada con recursos propiedad de extranjeros
y por extranjeros que residen en España, y se excluye la producción realizada por españoles en otros países. Por ejemplo, cuando un equipo de fútbol español hace una gira en EEUU, el valor de los servicios se incluye en el PIB estadounidense pero no en el español. Por el contrario, los servicios de un jugador de baloncesto estadounidense que
juega en un equipo español forman parte del PIB español y no del de Estados Unidos.
Presupuesto público
Superavit o deficit
Clasicos en política fiscal y keynes
10.5 El presupuesto público y la política fiscal
Las decisiones del Gobierno en materia de gasto público e
impuestos se plasman en el presupuesto del sector público
(abreviadamente, presupuesto público). Es, pues, una
descripción de sus planes de gasto y financiación.
El presupuesto público refleja los bienes y servicios que el Estado comprará durante el ejercicio en cuestión, las transferencias que realizará y los ingresos fiscales que obtendrá para hacer frente a los distintos gastos.
Cuando los ingresos del Estado son superiores a sus gastos se habla de superávit presupuestario. Por lo general, sin embargo, los ingresos públicos no son suficientes
para cubrir todos los gastos del Estado, por lo que lo normal
es encontrar el presupuesto público en situación de déficit.
El déficit presupuestario aparece cuando existe una diferencia positiva entre el gasto del Estado y sus ingresos y supone, por tanto, que el Estado gasta más de lo que ingresa.
Esquemáticamente:
Déficit presupuestario = Gastos públicos –
– Ingresos públicos =
= Compras de bienes y servicios – Impuestos netos
El déficit público y su financiación
Cuando los ingresos públicos son inferiores a los gastos, el presupuesto incurrirá en déficit. ¿En qué grado es conveniente que esto suceda? Dos posturas teóricas responden de
manera diferente a esta cuestión: la de los economistas keynesianos
y la de los clásicos, que, como se ha señalado, se corresponden con dos concepciones muy distintas sobre la
política fiscal.
La polémica se debe a los problemas derivados de la financiación del déficit público y a que las rigideces institucionales limitan la política fiscal como instrumento para estabilizar la actividad económica.
Para los economistas clásicos, la economía tiene mecanismos
autocorrectores que hacen innecesaria la política fiscal.
Por ello, defienden que el gasto público se limite lo máximo posible y que el presupuesto se mantenga equilibrado anualmente.
Para Keynes y sus seguidores, la economía no sigue una senda estable hacia el pleno empleo, pues los ajustes no tienen lugar de la manera prevista por los economistas
clásicos. Teniendo en cuenta estas circunstancias, y ante una recesión motivada por una demanda agregada insuficiente, el sector público debe intervenir, manipulando los
gastos y los impuestos. Los keynesianos coinciden con los
monetaristas en que el presupuesto debe equilibrarse, pero no anualmente, sino a lo largo de todo el ciclo. Así, aceptan que durante las recesiones se incurra en déficit temporales, que posteriormente serán compensados por superávit
en las fases alcistas del ciclo.
Las fluctuaciones cíclicas y el déficit público Cuando la economía se encuentra en la fase recesiva del
ciclo económico, disminuye la recaudación de impuestos, por la caída de la actividad, y aumenta el gasto público, al incrementarse las prestaciones por desempleo ). Esto genera una tendencia a que aparezcan déficit públicos.
Durante las expansiones ocurre lo contrario: al disminuir el desempleo y al aumentar los niveles de renta y producción, las transferencias públicas disminuyen y aumentan los
ingresos impositivos, resultando en una disminución del déficit presupuestario (o en un aumento del superávit).
Dado que el ciclo tiene efectos sistemáticos sobre el gasto y los ingresos, es conveniente dividir el déficit en dos componentes: el déficit cíclico y el déficit estructural.
El déficit cíclico es la parte del déficit que se puede atribuir al estado actual, esto es, al momento del ciclo en
que se encuentra la economía. Habrá un déficit cíclico
El concepto de pleno empleo de los recursos
productivos, compatible con un cierto nivel de paro
(el denominado paro friccional), derivado del normal
funcionamiento del mercado de trabajo, aparece
como un objetivo en el esquema keynesiano.
Durante las recesiones las transferencias públicas
aumentan y disminuyen los ingresos
impositivos haciendo que el déficit presupuestario
se incremente (o que disminuya el superávit).
Gasto total
PIB
E1
45°
E0
Gasto total0
Y1 Y0
Producción = Gasto
Gasto total1
F i g u r a 1 0 . 6 - L o s i m p u e s t o s p r o p o r c i o n a l e s
y e l g a s t o a g r e g a d o
La incidencia de un impuesto proporcional sobre la
curva de gasto total (E) hace que ésta resulte ser más
plana. En términos gráficos, la nueva curva de gasto
total se obtiene girando en el sentido de las agujas del
reloj la curva original, pues la PMC se reduce
(PMC´= PMC (1– t )).
VERRRRRRRRRRRRR
cuando la producción esté por debajo del PIB potencial,
y un superávit cíclico cuando la producción efectiva
supere a la producción potencial. Cuando la economía se
sitúe en el nivel de pleno empleo el déficit cíclico será
igual a cero.
El déficit estructural es la parte del déficit que no tiene
su origen en las fluctuaciones cíclicas sino en un desajuste entre la estructura de ingresos y gastos públicos.
Por ello, cuando una economía sale de una recesión, el componente
cíclico del déficit desaparece, pero el déficit estructural permanecerá.
La distinción entre el déficit cíclico y el déficit estructural supone reconocer la influencia de las fluctuaciones
cíclicas en el presupuesto del sector público.
La realidad es que la relación es doble, pues el presupuesto
también afecta a las fluctuaciones cíclicas. Los cambios presupuestarios que se producen automáticamente
durante las expansiones y las recesiones, es decir, los cambios del déficit o superávit cíclico, ayudan a suavizar las fluctuaciones cíclicas, pues actúan como estabilizadores
automáticos.
La política fiscal y los estabilizadores automáticos
La visión de la política fiscal como instrumento estabilizador de la actividad económica puede hacer pensar que ésta sólo ayuda a controlar la economía si los responsables de la política económica vigilan cuidadosamente las tendencias
y logran prever los acontecimientos, tomando las medidas oportunas.
Aunque cabe hablar de una política fiscal activa o discrecional, que se concreta en la toma de medidas explícitas sobre los gastos y los ingresos públicos con objeto de
tratar de estabilizar la economía, el sistema impositivo tiene
unos efectos automáticos que es conveniente analizar.
Recuérdese que cuando los impuestos son proporcionales
la recaudación se altera de forma automática (y con un efecto contrapuesto), a medida que varía el producto nacional.
El aumento de los impuestos a medida que se incrementa el producto nacional reducirá la fuerza de la expansión, y lo contrario ocurrirá si tiene lugar una recesión.
Por tanto, los impuestos proporcionales cumplen la misión
de un estabilizador automático de la actividad económica.
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El déficit cíclico es la parte del déficit
presupuestario que varía con el ciclo económico:
durante las recesiones habrá déficit y en las expansiones superávit.
El déficit estructural es la parte del déficit presupuestario que es independiente del ciclo económico; se debe a desajustes estructurales entre
los ingresos y los gastos públicos.
La política fiscal se ocupa de decisiones sobre los ingresos y los gastos públicos y sobre el déficit o
superávit presupuestario, en términos de sus efectos sobre la renta nacional, el empleo total y el nivel general de precios.
Un estabilizador automático es cualquier hecho del sistema económico que mecánicamente tienda a reducir la fuerza de las recesiones y/o de las expansiones de la demanda, sin que sean necesarias medidas discrecionales de política económica
El redescuento es
otra operación financiera que consiste en que las entidades crediticias que previamente han descontado
efectos a sus clientes pueden acudir al Banco Central a depositar los efectos a cambio de efectivo menos los intereses.
En ambas operaciones se obtiene liquidez, es decir, se transforma un activo financiero de crédito en dinero. El tipo de interés que cobran las entidades crediticias (descuento) es mayor que el que cobra el Banco Central (redescuento).
si el banco central aumenta la tasa de redescuento, los bancos comerciales tienden a reducir sus préstamos, lo que a su vez reduce la cantidad de dinero en circulación. Por el contrario, si el banco central reduce la tasa de redescuento, los bancos comerciales tienden a aumentar sus préstamos, lo que incrementa la cantidad de dinero en circulación