Tema 8 Flashcards
LA EXTENSIÓN DE LA DEMOCRACIA
En la mayoría de países industrializados, a lo largo del siglo XIX, se consolidaron SISTEMAS POLITICOS CONSTITUCIONALES Y PARLAMENTARIOS
A finales del siglo XIX, los países que habían realizado procesos políticos liberales más tempranos, como Inglaterra y Francia, avanzaban decididamente hacia SISTEMAS DEMOCRATICOS, con Ia ampliación del derecho de voto y la promulgación de leyes sociales (enseñanza obligatoria, seguros médicos, legislación laboral, etc.).
En el nuevo IMPERIO ALEMÁN, surgido tras la unificación de 1871, la situación era mas ambigua, el káiser ejercía el poder de forma autoritaria y no era controlado por el parlamento.
Mientras, en los Estados del Sur de Europa (España, Italia, Portugal) el fuerte peso de la nobleza agraria y el atraso económico dificultaban la consolidación de sistemas democráticos, que se veían mediatizados por el falseamiento electoral y el caciquismo.
LA PERSISTENCIA DE REGÍMENES AUTORITARIOS
A finales del siglo XIX, sin embargo, en buena parte de Europa persistían sistemas políticos más cercanos aI Antiguo Régimen que al liberalismo, sobre todo en los viejos imperios multinacionales.
En el IMPERIO AUSTRO-HUNGARO, aunque se introdujeron algunas reformas el poder del emperador era muy fuerte y se mantenía el dominio sobre los pueblos eslavos.
Asimismo, en el IMPERIO RUSO los zares continuaban ejerciendo un poder absoluto y las tímidas reformas liberalizadoras emprendidas en 1861 fueron paralizadas tras el asesinato del zar Alejandro II (1881). Un nuevo intento de dotar al Imperio de un parlamento y una Constitución tras la revolución de 1905 se frustró también en los años posteriores.
LA “PAZ ARMADA”
La pujanza económica de la nueva Alemania unificada alteró el VIEJO EQUILIBRIO EUROPEO y dio lugar a una serie de conflictos internacionales que acabaron desencadenando la Primera Guerra Mundial. Por ello, a los años que precedieron al conflicto se les conoce como los de la “paz armada”.
El cambio en las relaciones internacionales se inició a partir de 1890 con el ascenso de GUILLERMO Il al trono alemán y la destitución del canciller Bismarck. A partir de aquel momento se impuso una nueva política exterior alemana que aspiraba a la hegemonía mundial, la denominada Weltpolítik.
En esta dirección, Alemania rompió la alianza con Rusia, mientras ratificaba el acuerdo, firmado en 1882 con Austria-Hungría e Italia, que había dado origen a la Triple Alianza. Para afianzar su poder, quiso aislar a Gran Bretaña del continente.
Sin embargo, Ia principal rivalidad era con Francia, donde aumentaba aI espíritu revanchista contra Alemania a raíz del conflicto de Alsacia y Lorena. Francia, temerosa del poderío militar alemán, se alió con Rusia (1892) y mejoró sus relaciones con Gran Bretaña (1904), deterioradas por las disputas coloniales. Estas tres potencias acabaron firmando un pacto de ayuda mutua, Ia TRIPLE ENTENTE (1907).
El malestar existente entre las grandes potencias originó una ESCALADA en Ia producción de armamentos
LAS CAUSAS DE LA GUERRA
Entre las causas del enfrentamiento destacaron los conflictos relacionados con el IMPERIALISMO Y NACIONALISMO.
Por un lado, existía una fuerte rivalidad entre imperios por extender y consolidar sus dominios coloniales extraeuropeos. Por otro lado, había las aspiraciones nacionalistas de algunos pueblos europeos que querían librarse de la tutela de los viejos imperios y consolidarse
como Estados independientes.
En este contexto de enfrentamiento, una serie de crisis internacionales marcaron Ia evolución hacia el conflicto generalizado:
- Las crisis colonialistas en Marruecos (1905 y 1911), donde Alemania vio una oportunidad para ampliar sus territorios coloniales e imponerse a Francia y Gran Bretaña.
- La anexión de Bosnia-Hercegovina al imperio austrohungaro que reavivo el conflicto de los Balcanes, una region dominada desde hacia siglos por el imperio turco y que se convirtió en un foco de importantes tensiones internacionales.
Ante Ia decadencia y las grandes dificultades del Imperio turco para conservar sus territorios europeos, Austria-Hungría aspiraba a expandirse en la zona. Pero se enfrentaba a las ambiciones de Serbia y del Imperio ruso
EL ESTALLIDO DE LA GUERRA
El 28 de junio de 1914 fue asesinado el heredero del Imperio austrohúngaro, FRANCISCO FERNANDO, en Sarajevo, capital de Bosnia (ocupada por los austriacos desde 1908). El atentado fue realizado por un estudiante bosnio relacionado con las organizaciones nacionalistas serbias.
Austria acusó a Serbia de haber instigado el magnicidio, le declaró Ia guerra y le envió un ultimátum con una serie de exigencias. Ante la respuesta negativa de Serbia, los acontecimientos se precipitaron y, en una semana, fruto de las alianzas prebélicas, la guerra se extendió a otros países.
RUSIA intervino para proteger a Serbia y declaró la guerra a Austria.
ALEMANIA, aliada de Austria, declaró la guerra a Rusia y a Francia, aliada de ésta.
GRAN BRETAÑA declaró Ia guerra a Alemania y Austria cuando, en las primeras campañas militares, los ejércitos
alemanes, para rodear a los franceses, invadieron Bélgica, país aliado de Francia.
Sólo ITALIA se mantuvo neutral en un principio, a pesar de su alianza con los imperios centrales
LA GUERRA DE MOVIMIENTOS
Las operaciones bélicas se iniciaron en el frente occidental, cuando los ejércitos alemanes atacaron Francia, entrando por Bélgica y Luxemburgo, con la esperanza de vencer rápidamente y poder concentrar todos sus esfuerzos en el frente oriental.
A comienzos de septiembre de 1914, los alemanes se encontraban a 40 kilómetros de París. Sin embargo, los ejércitos francés e inglés consiguieron reorganizarse y detener el avance del ejército alemán en la batalla del Marne.
En el frente oriental, los alemanes derrotaron a los rusos en la batalla de Tannemberg, pero éstos reaccionaron y llegaron a las fronteras del Imperio austrohúngaro. En los Balcanes, la ofensiva austriaca contra Serbia fue detenida.
LA GUERRA DE TRINCHERAS
Tras la batalla del Marne, los frentes se inmovilizaron. En el frente occidental se abrieron trincheras desde Suiza hasta el mar del Norte, y se inició una fase de la guerra en la que ganar un palmo de territorio al enemigo significaba decenas de miles de muertos.
Entonces se hizo necesaria la búsqueda de nuevos aliados que aportaran más soldados al frente. A finales de 1914, Turquía entró en la guerra, al año siguiente lo hicieron Italia y Bulgaria y, en 1916, se incorporó Rumania.
Ese mismo año, los alemanes lanzaron una nueva ofensiva para romper el frente occidental, pero en la batalla de Verdún los franceses resistieron durante meses. En julio, británicos y franceses atacaron las líneas alemanas (batalla de Somme), con escaso éxito. La guerra de trincheras tuvo un elevado coste humano: un millón de bajas (muertos, heridos y desaparecidos) entre los aliados y 800.000 entre los alemanes.
LA CRISIS DE 1917 Y EL FIN DE LA GUERRA
En 1917 triunfó en Rusia la Revolución bolchevique. Los revolucionarios, contrarios a la participación de Rusia en el conflicto, se retiraron de la guerra y firmaron con Alemania el Tratado de Brest-Litovsk (1918), por el cual tuvieron que ceder numerosos territorios en el Báltico.
En principio, esta situación favorecía a los alemanes, pero el abandono de Rusia fue compensado con la intervención de Estados Unidos, que, después del hundimiento del transatlántico Lusitania por un submarino alemán, decidió entrar en el conflicto.
En 1918, en el frente oriental, británicos, franceses e italianos derrotaron a los austriacos y sus aliados. Los imperios austrohúngaro y turco pidieron el armisticio, y los combates cesaron. En el frente occidental, los alemanes fueron derrotados en la segunda batalla del Marne y se produjeron revueltas en el ejército y la marina, además de manifestaciones obreras contra el gobierno alemán.
Atemorizada por la posibilidad de un estallido revolucionario, el 11 de noviembre de 1918 Alemania firmó el armisticio y Guillermo Il abdicó, mientras en su país se proclamaba la denominada república de Weimar.
UN NUEVO TIPO DE CONFLICTO
La Primera Guerra Mundial movilizó gran cantidad de recursos económicos y humanos, implicando a toda la población. Los ejércitos nacionales incorporaron a todos los hombres en edad militar y el nuevo tipo de armamento elevó el número de muertos y heridos.
El grado de destrucción de pueblos, fábricas, cosechas, etc. conllevó una situación de gran penuria para la población de la retaguardia. Además, los contendientes reconvirtieron sus industrias con el objetivo de fabricar armamento, pidieron préstamos y sustituyeron la mano de obra masculina, que se había ido al frente, por mujeres.
Por último, la utilización de modernas técnicas de propaganda permitió movilizar a la opinión pública y comprometerla activamente en la causa bélica.
LOS TRATADOS DE PAZ
En enero de 1919 se inauguró en París una conferencia para establecer las condiciones de paz. Asistieron 32 países, pero las decisiones fueron tomadas por las cuatro grandes potencias vencedoras de la guerra: ESTADOS UNIDOS, FRANCIA, GRAN BRETAÑA E ITALIA
El presidente estadounidense, Thomas Wilson, había aportado su visión de una paz fundada en Ia concordia y la ausencia de revancha contra Alemania en un manifiesto (14 puntos de Wilson) escrito
antes de finalizar Ia guerra. Pero las potencias europeas, especialmente Francia, pretendían recibir fuertes compensaciones de los alemanes por las terribles destrucciones y los costes de la guerra.
El más importante de los tratados acordados con Alemania fue el de VERSALLES. En él se declaraba a Alemania única culpable del estallido del conflicto y se le exigía el pago de fuertes reparaciones de guerra.
Además, se le obligaba a desarmarse, a desmantelar su ejército, a ceder amplios territorios y a renunciar a su imperio colonial. Los alemanes consideraron el tratado como una imposición humillante, que acabaría exacerbando su nacionalismo y el deseo de revancha en el futuro.
En París se firmaron también otros tratados Saint-Germain con Austria, Trianon con Hungría, Neuilly con Bulgaria y Sévres con Turquía.
NUEVO MAPA DE EUROPA
Las cesiones territoriales de los vencidos, junto a la posición expresada por el presidente Wilson, de que cada nación tenía derecho a formar un Estado independiente, dio lugar a una profunda remodelación de Europa:
- EI Imperio turco desapareció casi por completo, quedando reducido sólo a la actual Turquía. Parte de sus antiguos territorios pasaron a Grecia, y en Oriente Próximo también surgieron Irak,
Siria, Líbano y Palestina, aunque como protectorados británicos o franceses. - El Imperio austrohúngaro se desintegró. Austria perdió todas sus posesiones y se convirtió en república. Hungría se estableció como Estado independiente y cedió parte de su territorio a otro nuevo país, Checoslovaquia. También se realizaron los sueño de Serbia, que se convirtió en cabeza de un nuevo Estado, Yugoslavia, que reunía a eslovenos, croatas y bosnios.
- Otras remodelaciones territoriales tenían como objetivo aislar a la nueva Rusia revolucionaria. Por ello, se creó una gran Polonia y una gran Rumania, que debían ejercer de tapón frente a Rusia, aunque para ello tuvieran que reunir dentro de sus fronteras a diversas nacionalidades. Además, los territorios cedidos por Rusia en el Tratado de Brest-Litovsk se constituyeron como Estados independientes: Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania.
CONSECUENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS
La guerra causó alrededor de diez millones de soldados muertos en combate. A esta cifra hay que añadir las víctimas civiles, afectadas por la subalimentación y las enfermedades, y un elevado número de heridos y mutilados. Se cuentan, además, unos dos millones de viudas y cuatro millones de huérfanos.
Las pérdidas materiales empobrecieron a los Estados, que vieron como disminuía enormemente su riqueza nacional. Muchos pueblos y ciudades fueron arrasados, los campos de cultivo, destruidos, y las infraestructuras e industrias, devastadas. Para hacer frente a las necesidades bélicas, los Estados tuvieron que emitir moneda y deuda pública, a la vez que pedían préstamos al exterior.
Este endeudamiento dificultó la recuperación económica y provocó una gran inflación.
Algunos países que permanecieron neutrales se beneficiaron del conflicto como España, Argentina.
De este conflicto también surgió una nueva potencia mundial: ESTADOS UNIDOS
SOCIEDAD DE NACIONES
A propuesta del presidente estadounidense Wilson se creó una nueva organización, la Sociedad de Naciones (SDN), que debía garantizar la paz. La sede se instaló en Ginebra y se establecieron dos organismos: una Asamblea, de la que debían formar parte todos los Estados miembros, y un Consejo, constituido por las potencias vencedoras.
Sin embargo, el hecho de que Estados Unidos no se integrara en el organismo, así como la inicial exclusión de la URSS y Ia retirada de algunos países descontentos con los resultados de la paz, especialmente Alemania e Italia, convirtieron a la Sociedad de Naciones en una organización de vencedores, sin medios para imponer sus decisiones.
EL IMPERIO DE LOS ZARES
A comienzos del s XX el Imperio Ruso se hallaba regido por un Zar investido de un poder absoluto.
Este régimen autocrático se sostenía sobre una fiel burocracia, un poderoso ejército y la Iglesia ortodoxa, que tenía un gran influjo sobre la sociedad tradicional rusa.
La economía del imperio se hallaba entre las más atrasadas del continente europeo. La agricultura era la principal actividad y la tierra estaba en manos de unos pocos terratenientes, que pertenecían a una aristocracia privilegiada. La mayoría de la población eran campesinos sometidos a un régimen casi feudal, que los condenaba a unas condiciones de vida miserables.
El desarrollo industrial propició, por un lado, el surgimiento de un cuantioso PROLETARIADO, que trabajaba en grandes fábricas por un salario miserable.
Por otro lado, el crecimiento de la BURGUESÍA fue numéricamente escaso debido a la elevada presencia de capital extranjero sobre todo francés, en las inversiones industriales.
Rusia contaba con diferentes fuerzas políticas: el Partido Constitucional Demócrata, o kadet, de carácter liberal burgués; el Partido Socialrevolucionario, conocido como eserita, que defendía una revolución campesina, y el Partido Socialdemócrata Ruso de orientación marxista y militancia obrera.
LA REVOLUCION DE 1905
En 1905, la derrota rusa en una guerra con Japón hizo estallar el descontento de la población y provocó una revuelta que exigía el fin de la autocracia. Ante una manifestación pacífica, el zar respondió con una contundente represión (Domingo Sangriento)
Para dar mayor eficacia al movimiento de protesta, los trabajadores crearon unos consejos de obreros, campesinos y soldados denominados soviets, que desempeñarían un papel decisivo en los acontecimientos futuros. Tras varios meses de huelgas y manifestaciones, el zar se comprometió a convocar elecciones por sufragio universal al parlamento (Duma) y a propiciar una reforma agraria
Sin embargo, las promesas no se cumplieron y en pocos años el zar clausuró la Duma y gobernó de nuevo autocráticamente.