Síntomas más comunes de enfermedades causadas por hongos. Flashcards
Árboles ramisecos o puntisecos
Con o sin brotes en el tronco o de cepa, como en los casos de grafiosis en los olmos.
Son por sí solos inespecíficos y pueden deberse agente muy diversos, bióticos o abióticos.
Colores azulados y otras coloraciones extrañas en la madera.
Como corazón rojo o pasmos.
Pueden ser enmascarados por la fotodegradación de la madera.
Chancros en ramillas
Como los causados por Apiognomia veneta en plátanos, Nectria spp. en diversas especies p Seiridium spp. en cipreses.
Se pueden confundir con los daños por vientos u otros agentes abióticos
Costas por negrillas en hojas
Donde a veces siguen las venaciones o las partes menos cubiertas por otras, o en ramillos, particularmente en zonas bajas de la copa, o incluso de objetos inanimados colocados bajo los árboles. Son frecuentes en pinos, álamos, cedros, sóforas y árboles de otras especies castigados por pulgones, cochinillas y otros chupadores.
Se puede confundir con daños por fuego o depósitos de hollín y otras partículas sólidas.
Cuerpos de fructificación pequeños
De hongos como Lophodermium seditiosum en acículas de coníferas.
Se pueden confundir con puestas o picaduras de insectos.
Daños en acículas
Como los causados por Sphaeropsis spp., Sirococcus spp. o Thyriopsis halepensis.
Se pueden confundir con picaduras de insectos
Deformaciones en hojas de forndosas
En bordes que crecen menos que el resto del limbo, generalmente acompañadas por manchas, causadas por oídios en ramas de la parte baja de la copa.
Pocas veces pueden confundirse con daños causados por insectos.
Exudaciones, coloraciones anormales bajo la corteza y chancros corticales
Como los asociados a hongos de podredumbre.
Se puede confundir con bacteriosis, quemaduras por insolación, heridas debidas al pedrisco u otras causas.
Exudaciones de savia, gomas o resinas a través de grietas de la corteza (o heridas)
Como las debidas a infecciones avanzadas por Stigmina carpophylla.
Son síntomas inespecíficos, por lo que pueden ser debidos a agentes muy diversos, bióticos o abióticos.
Hiperplasias, abolladuras, deformaciones foliares y lepras
Frecuentemente acompañados por decoloraciones amarillentas o rojizas, causadas en hojas de frondosas por Venturia spp., Taphira aurea y otros hongos.
Se pueden confundir con agallas y daños debidos a insectos.
Hiperplasias y chancros en la corteza y la madera
Causados por Nectria spp. en ramillas, ramas e incluso troncos, más en frondosas que en coníferas.
Se pueden confundir con agallas de insectos y ciertas bacteriosis.
Hojas salpicadas por pequeños orificios
Formados como consecuencia de lesiones necróticas durante el desarrollo de la hoja de frondosas, como los debidos a Stigmina carpophylla en el cerezo silvestre y otros árboles de la familia de las rosáceas. Se pueden confundir con daños por insectos. Es difícil pero también resulta posible confundir estos daños con os causados por el viento.
Lesiones necróticas
Por antracnosis en hojas de frondosas. Se puede confundir con daños por heladas tardías o por vientos.
Lesiones o roñas en hojas y tallos verdes de frondosas
Generalmente pardas, amarillentas o negras, a veces coalescentes, acompañadas o no por deformaciones foliares, como las debidas a Septoria unedonis sobre madroño, Taphrina aurea y Venturia populina sobre álamos o Marssonina rosa en rosales.
Se pueden confundir con daños por insectos.
Manchas foliares con aspecto oleoso o necróticas
Causadas por oídios en frondosas.
Se pueden confundir con daños por exceso de ozono, tratamientos inadecuados o contaminación por óxidos de azufre o nitrógeno.