RESPIRATORIAS Flashcards
Streptococcus pneumoniae
Factor de virulencia:
Cápsula polisacárida: Permite evadir la fagocitosis y es el principal determinante de su virulencia.
Pneumolisina: Toxina que daña células del huésped y fomenta la respuesta inflamatoria.
IgA proteasa: Degrada la inmunoglobulina A, facilitando la colonización en las mucosas respiratorias.
Qué enfermedad produce:
Neumonía neumocócica: Infección pulmonar aguda que provoca consolidación alveolar, con síntomas severos en el sistema respiratorio.
Meningitis neumocócica: Infección de las meninges que puede derivar en complicaciones neurológicas graves si no se trata oportunamente.
Otitis media aguda: Infección del oído medio, especialmente común en niños, que causa dolor y alteraciones temporales en la audición.
Principales signos y síntomas de la enfermedad:
Para Neumonía neumocócica:
Fiebre alta: Elevación marcada de la temperatura, reflejo de la intensa respuesta inflamatoria pulmonar.
Tos productiva: Tos con expectoración purulenta, resultado de la consolidación y destrucción del tejido alveolar.
Disnea: Dificultad para respirar debido al compromiso del intercambio gaseoso en los pulmones.
Para Meningitis neumocócica:
Fiebre elevada: Respuesta sistémica de alta temperatura que marca la inflamación meníngea.
Cefalea intensa: Dolor severo de cabeza provocado por la irritación e inflamación de las meninges.
Rigidez nucal: Incapacidad para flexionar el cuello, típica de la irritación meníngea y aumento de la presión intracraneal.
Para Otitis media aguda:
Dolor auricular: Sensación intensa de molestia en el oído medio por la inflamación y acumulación de líquido.
Fiebre moderada: Incremento de la temperatura corporal como respuesta a la infección localizada.
Disminución auditiva transitoria: Pérdida temporal de la audición ocasionada por la inflamación y acumulación de exudado en el oído.
Diagnóstico:
Tinción de Gram y cultivo: Evaluación de muestras clínicas (esputo o líquido cefalorraquídeo) para identificar diplococos gram positivos.
Prueba de antígeno urinario: Detección rápida del antígeno neumocócico, especialmente en casos de neumonía.
Pruebas moleculares (PCR): Utilizadas en situaciones complejas o cuando los cultivos son negativos.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Reservorio en humanos: Presente en la nasofaringe de individuos sanos y enfermos, especialmente en niños.
Transmisión por gotitas respiratorias: Se propaga al toser, estornudar o hablar, facilitado por el contacto cercano.
Colonización asintomática: La bacteria puede estar presente sin causar síntomas, siendo fuente de contagio en la comunidad.
Prevención:
Vacunación antineumocócica (PCV y PPSV): Fundamental en grupos de riesgo como niños, adultos mayores y personas con comorbilidades.
Higiene respiratoria: Uso de mascarillas y lavado frecuente de manos para reducir la diseminación por gotas.
Control en ambientes cerrados: Medidas de aislamiento y ventilación adecuada en centros de salud y espacios concurridos.
Tratamiento usado en México:
Amoxicilina/Ácido clavulánico: Frecuentemente utilizado en infecciones leves, como la otitis media y neumonía moderada.
Ceftriaxona: Indicada en casos graves, como meningitis neumocócica o neumonía severa, mediante administración intravenosa.
Vancomicina (en combinación): Empleada en casos complicados o cuando se sospecha resistencia, particularmente en meningitis.
Haemophylus influenzae
Factor de virulencia:
Cápsula polisacárida (especialmente del serotipo b): Facilita la evasión de la fagocitosis al inhibir la opsonización.
Lipooligosacárido (LOS): Provoca una intensa respuesta inflamatoria y daño tisular.
IgA proteasa: Degrada la inmunoglobulina A, permitiendo la colonización de las mucosas respiratorias.
Qué enfermedad produce:
Meningitis Hib: Infección grave de las meninges, mayormente en niños, que puede dejar secuelas neurológicas si no se trata oportunamente.
Epiglotitis aguda: Inflamación crítica de la epiglotis que puede ocasionar obstrucción de la vía aérea, requiriendo atención médica urgente.
Otitis media aguda: Infección del oído medio frecuente en niños, que produce inflamación dolorosa y riesgo de complicaciones auditivas.
Principales signos y síntomas de la enfermedad:
Para Meningitis Hib:
Fiebre alta:
Descripción: Elevación marcada de la temperatura corporal, reflejo de la respuesta inflamatoria sistémica ante la infección meníngea.
Cefalea intensa:
Descripción: Dolor de cabeza severo provocado por la inflamación y aumento de la presión intracraneal.
Rigidez nucal:
Descripción: Incapacidad para flexionar el cuello debido a la irritación de las meninges.
Para Epiglotitis aguda:
Fiebre alta:
Descripción: Indicador sistémico de la infección que acompaña a la inflamación de la epiglotis.
Disfagia y salivación excesiva:
Descripción: Dificultad para deglutir acompañada de babeo, producto del edema en la región de la epiglotis.
Estridor:
Descripción: Sonido respiratorio agudo que indica estrechamiento de la vía aérea por la inflamación del tejido.
Para Otitis media aguda:
Dolor auricular:
Descripción: Sensación intensa de molestia en el oído medio debido a la inflamación y acumulación de líquido.
Fiebre moderada:
Descripción: Aumento de la temperatura corporal como respuesta inflamatoria localizada.
Disminución auditiva transitoria:
Descripción: Reducción temporal en la audición ocasionada por la acumulación de exudado en el oído medio.
Diagnóstico:
Cultivo y tinción de muestras: Obtención de exudados del líquido cefalorraquídeo (en meningitis) o muestras respiratorias/auriculares para aislar la bacteria.
PCR (reacción en cadena de la polimerasa): Para identificación rápida y sensible de H. influenzae en muestras clínicas.
Radiografía lateral del cuello: Utilizada en casos de sospecha de epiglotitis para identificar el “signo del pulgar” en la epiglotis.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Localización: Se encuentra colonizando la nasofaringe de niños y adultos, pudiendo ser asintomáticos portadores.
Transmisión: Se propaga principalmente por gotitas respiratorias (al toser, estornudar o hablar) y por contacto cercano.
Prevención:
Vacunación: Aplicación de la vacuna conjugada Hib en la infancia, fundamental para prevenir las infecciones invasivas.
Higiene respiratoria: Lavado frecuente de manos, uso de mascarillas en ambientes de riesgo y evitar compartir utensilios.
Detección temprana: Cribados y diagnóstico oportuno en entornos pediátricos para identificar y controlar la diseminación.
Tratamiento usado en México:
Ceftriaxona: Administración intravenosa o intramuscular como primera línea en infecciones invasivas (meningitis y epiglotitis).
Ampicilina-sulbactam: Alternativa eficaz en infecciones respiratorias y otras presentaciones moderadas.
Rifampicina: Utilizada en el tratamiento profiláctico de contactos en casos de infección invasiva por H. influenzae.
Micobacterium tuberculosis
Factor de virulencia:
Capa lipídica rica en ácidos micólicos: Le confiere resistencia a la destrucción intracelular y protege contra los procesos fagocíticos.
Cord factor: Promueve la formación de cordones en cultivo y favorece una respuesta inflamatoria intensa, contribuyendo a la patogénesis.
Lipoarabinomanano (LAM): Interfiere en la activación de los macrófagos, modulando la respuesta inmune del huésped.
Qué enfermedad produce:
Tuberculosis pulmonar: Enfermedad infecciosa crónica que afecta principalmente a los pulmones. Se caracteriza por la formación de granulomas y cavitaciones, con un curso progresivo que conduce a síntomas como tos prolongada, hemoptisis, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Tuberculosis pulmonar):
Tos crónica:
Descripción: Tos persistente, a menudo productiva y en etapas avanzadas puede incluir hemoptisis, reflejo del daño estructural en el parénquima pulmonar.
Pérdida de peso:
Descripción: Pérdida involuntaria de masa corporal debido al proceso catabólico sostenido y la respuesta inflamatoria crónica.
Sudoración nocturna:
Descripción: Transpiración excesiva durante la noche, resultado de la activación metabólica y la liberación de pirogenos en respuesta a la infección.
Diagnóstico:
Tinción de Ziehl-Neelsen: Permite detectar bacilos ácido-alcohol resistentes en muestras de esputo.
Cultivo en medio Lowenstein-Jensen: Aislamiento del bacilo en medios específicos para confirmar la infección.
Pruebas moleculares (PCR/NAAT): Detección rápida del material genético del bacilo.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Reservorio humano: Mycobacterium tuberculosis se encuentra exclusivamente en humanos, alojándose principalmente en el tracto respiratorio.
Transmisión aérea: Se disemina por inhalación de gotitas respiratorias expulsadas al toser, estornudar o hablar.
Infección latente: Puede permanecer en estado latente en individuos infectados, constituyendo un reservorio subclínico.
Prevención:
Vacunación con BCG: Administrada en neonatos, reduce la incidencia de formas graves de tuberculosis infantil.
Ventilación adecuada y aislamiento: Medidas en entornos cerrados para limitar la propagación de gotitas infectadas.
Detección temprana y tratamiento oportuno: Cribados sistemáticos y seguimiento de casos para interrumpir la cadena de transmisión.
Tratamiento usado en México:
Fase inicial (2-3 meses): Isoniazida, Rifampicina, Pirazinamida y Etambutol.
Fase de continuación (4-7 meses): Isoniazida y Rifampicina.
Estrategia DOTS: Supervisión directa del tratamiento para asegurar el cumplimiento y prevenir la resistencia.
Corynebacterium difteriarie
Factor de virulencia:
Toxina diptérica: Exotoxina que inactiva el factor de elongación (EF-2), interrumpiendo la síntesis proteica y causando necrosis tisular.
Pili y otras adhesinas: Estructuras de superficie que favorecen la adhesión y colonización en la mucosa del huésped.
Sistema de regulación de la toxina (DtxR): Regula la producción de la toxina en respuesta a los niveles de hierro, potenciando la virulencia en ambientes de deficiencia.
Qué enfermedad produce:
Difteria respiratoria: Infección aguda de las vías respiratorias superiores caracterizada por la formación de una pseudomembrana en la orofaringe, lo que puede generar obstrucción de la vía aérea y toxemia sistémica.
Difteria cutánea: Infección de la piel que produce lesiones ulcerativas con pseudomembrana, generalmente de curso menos grave que la forma respiratoria.
Principales signos y síntomas de la enfermedad:
Para Difteria respiratoria:
Pseudomembrana orofaríngea:
Descripción: Formación de una capa grisácea y adherente en la faringe y amígdalas, resultado de la necrosis local inducida por la toxina.
Disfagia y dificultad respiratoria:
Descripción: Dificultad para tragar y respirar, derivada de la obstrucción parcial de la vía aérea causada por la pseudomembrana.
Toxemia sistémica:
Descripción: Manifestación de malestar general, fiebre y, en casos severos, choque, debido a la diseminación sistémica de la toxina.
Para Difteria cutánea:
Lesiones ulcerativas con pseudomembrana:
Descripción: Aparición de úlceras en zonas expuestas de la piel con una fina capa adherente que simula una pseudomembrana, reflejando la acción local de la toxina.
Eritema y edema local:
Descripción: Enrojecimiento e hinchazón en el área afectada, indicativos de la inflamación y respuesta inmune ante la infección.
Diagnóstico:
Cultivo en medios especializados: Utilización de medios como Löffler o Tellurite para el aislamiento de la bacteria.
Prueba de Elek: Ensayo in vitro para detectar la producción de toxina diptérica.
PCR: Detección rápida del material genético de C. diphtheriae en muestras clínicas.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Reservorio exclusivo en humanos: La bacteria coloniza la nasofaringe de portadores asintomáticos o de pacientes infectados.
Transmisión por gotitas respiratorias: Se contagia al inhalar gotitas expulsadas al hablar, toser o estornudar.
Contacto directo con secreciones: También puede transmitirse mediante el contacto con exudados de lesiones cutáneas en la forma cutánea.
Prevención:
Vacunación con toxoide diftérico: Parte integral del esquema de inmunización (DPT), esencial para la protección individual y colectiva.
Higiene respiratoria y control de casos: Medidas de aislamiento y uso de mascarilla en pacientes sospechosos para evitar contagios.
Control y seguimiento de contactos: Identificación y manejo profiláctico de personas en contacto cercano con casos confirmados.
Tratamiento usado en México:
Antitoxina diptérica: Administración temprana de inmunoglobulina antitoxina para neutralizar la toxina circulante.
Penicilina G: Antibioticoterapia de primera línea (puede ser administrada por vía intravenosa o intramuscular) para eliminar la bacteria.
Eritromicina: Alternativa o complemento en caso de alergia a la penicilina, ayudando a erradicar la infección bacteriana.
Mycoplasma pneumoniae
Factor de virulencia:
Proteína adhesina P1: Permite la adherencia a las células epiteliales del tracto respiratorio.
CARDS toxin: Contribuye a la inflamación y daño tisular.
Producción de peróxido de hidrógeno: Genera radicales libres que lesionan las células del huésped.
Qué enfermedad produce:
Neumonía atípica (neumonía ambulante): Una infección respiratoria caracterizada por un proceso inflamatorio de tipo intersticial en los pulmones, con inicio insidioso, manifestación leve a moderada de fiebre y una tos seca prolongada.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Neumonía atípica):
Tos seca persistente: La inflamación en el tracto respiratorio genera una tos irritativa sin producción de esputo.
Fiebre moderada: Un aumento leve en la temperatura corporal que indica la respuesta inflamatoria sistémica.
Cefalea: Dolor de cabeza asociado a la respuesta inflamatoria general y posible tensión muscular.
Diagnóstico:
PCR en muestras respiratorias: Identifica el material genético del microorganismo.
Serología (anticuerpos IgM/IgG): Permite la detección de la respuesta inmunitaria específica.
Radiografía de tórax: Revela infiltrados intersticiales característicos de la neumonía atípica.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Localización: En las vías respiratorias de personas infectadas.
Transmisión: Por inhalación de gotículas respiratorias expulsadas al toser o estornudar.
Ambiente: Más común en espacios cerrados o con alta densidad poblacional.
Prevención:
Higiene respiratoria: Cubrirse boca y nariz al toser o estornudar.
Limpieza de manos: Lavado frecuente y uso de desinfectantes.
Evitar aglomeraciones: Reducir el riesgo durante brotes o temporadas de alta incidencia.
Tratamiento usado en México:
Azitromicina (u otros macrólidos): Primera opción, especialmente en niños y adolescentes.
Doxiciclina: Utilizada en adultos en ausencia de contraindicaciones para los macrólidos.
Fluoroquinolonas: Indicadas en casos seleccionados en adultos, cuando existen contraindicaciones o resistencia a otros fármacos.