DIGESTIVAS Flashcards
Salmonella
Factor de virulencia:
LPS (Endotoxina): Estimula una fuerte respuesta inflamatoria en el huésped.
Antígeno Vi (en Salmonella Typhi): Permite evadir la respuesta inmune, favoreciendo la diseminación sistémica.
Sistema de secreción tipo III: Facilita la invasión de células huésped y la supervivencia intracelular.
Qué enfermedad produce:
Fiebre tifoidea: Una infección sistémica grave ocasionada principalmente por Salmonella Typhi. Se caracteriza por fiebre alta prolongada, malestar general y complicaciones potencialmente graves si no se trata a tiempo.
Gastroenteritis: Infección del tracto gastrointestinal, normalmente causada por especies no tifoideas de Salmonella. Se manifiesta con síntomas digestivos y suele cursar de forma autolimitada.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Fiebre tifoidea):
Fiebre alta sostenida: Elevación persistente de la temperatura que refleja la respuesta inflamatoria sistémica de la infección.
Dolor abdominal: Malestar o dolor difuso en el abdomen, relacionado con la inflamación de la pared intestinal y afectación mesentérica.
Manchas rosadas (“rose spots”) en la piel: Pequeñas erupciones maculares, generalmente en el abdomen o tórax, indicativas de la diseminación bacteriana.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Gastroenteritis):
Diarrea acuosa: Evacuaciones frecuentes y líquidas que pueden llevar a la deshidratación.
Náuseas y vómitos: Sensación de malestar estomacal con expulsión forzada del contenido gástrico, afectando la ingesta de alimentos y líquidos.
Dolor abdominal: Calambres o molestias en el área abdominal, consecuencia de la irritación e inflamación intestinal.
Diagnóstico:
Cultivo de sangre: Método de elección en la fiebre tifoidea para aislar a Salmonella Typhi.
Cultivo de heces: Utilizado en gastroenteritis, permite identificar la bacteria en el tracto digestivo.
Prueba serológica (Widal): Detecta anticuerpos contra antígenos específicos de Salmonella Typhi, sirviendo de apoyo diagnóstico.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Alimentos contaminados: Se halla en productos de origen animal (huevos, carne, leche) que, al no cocinarse adecuadamente, pueden transmitir la bacteria.
Agua contaminada: El consumo de agua sin potabilizar es una vía importante de transmisión.
Contacto con animales portadores: Animales (como reptiles y aves) pueden ser reservorios asintomáticos y transmitir la bacteria de manera indirecta.
Prevención:
Higiene en la manipulación y cocción de alimentos: Cocinar bien los alimentos y evitar la contaminación cruzada.
Consumo de agua potable: Asegurar el tratamiento y manejo adecuado del agua para evitar su contaminación.
Educación sanitaria: Campañas y prácticas de higiene personal para disminuir la propagación.
Tratamiento usado en México:
Soporte con rehidratación: Fundamental en casos de gastroenteritis para prevenir la deshidratación.
Ceftriaxona: Se utiliza en casos severos de fiebre tifoidea, administrada por vía intravenosa o intramuscular.
Azitromicina o fluoroquinolonas: Alternativas en adultos para tratar la fiebre tifoidea y en ciertos casos de infecciones menos complicadas, siempre considerando pautas de resistencia.
Shigella
Factor de virulencia:
Toxina Shiga: Inhibe la síntesis proteica en las células huésped, causando daño celular y necrosis.
Sistema de secreción tipo III: Permite la inyección de proteínas efectores que facilitan la invasión y destrucción del epitelio intestinal.
Proteína IcsA: Favorece la movilidad intracelular y la diseminación de la bacteria de célula a célula.
Qué enfermedad produce:
Shigelosis (disenteria bacilar): Una infección intestinal aguda que afecta principalmente el colon, caracterizada por una inflamación intensa, ulceración de la mucosa y manifestaciones que pueden variar de leves a severas. Esta enfermedad provoca alteraciones en el tránsito intestinal y se reconoce por la presencia de diarrea sanguinolenta.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Shigelosis):
Diarrea con sangre y moco: La presencia de evacuaciones líquidas mezcladas con sangre y moco refleja la ulceración y lesión de la mucosa intestinal.
Dolor abdominal y calambres: El dolor se origina por la inflamación y contracciones excesivas del colon, generando molestias intensas.-
Fiebre: La elevación de la temperatura corporal es una respuesta inflamatoria sistémica del organismo ante la infección.
Diagnóstico:
Cultivo de heces: Método de elección para aislar a Shigella y confirmar la infección a partir de muestras fecales.
Tinción y examen microscópico: Permite la identificación preliminar de bacilos gram negativos en muestras, acompañada de signos de inflamación.
PCR en muestras fecales: Técnica molecular que proporciona una detección rápida y precisa del material genético de la bacteria.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
En áreas con deficiencias sanitarias: Shigella es común en lugares donde la calidad del agua y la higiene alimentaria son deficientes.
Transmisión fecal-oral: La bacteria se disemina principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados y el contacto directo persona a persona.
Prevención:
Higiene personal y lavado de manos: Esencial para evitar la propagación, especialmente después de ir al baño y antes de manipular alimentos.
Tratamiento adecuado de agua y alimentos: Garantizar el uso de agua potable y la correcta manipulación y cocción de los alimentos.
Educación sanitaria: Difundir prácticas higiénicas y medidas de saneamiento en la comunidad.
Tratamiento usado en México:
Azitromicina: Se prefiere especialmente en la población pediátrica gracias a su eficacia y seguridad.
Ciprofloxacino: Utilizado en adultos, sujeto a que no existan contraindicaciones y considerando los patrones de resistencia.
Trimethoprim-Sulfamethoxazole: Alternativa terapéutica basada en la sensibilidad bacteriana y las pautas locales de resistencia.
E. Coli
Factor de virulencia:
Fimbrias adhesinas (Tipo 1 y P pili): Facilitan la adherencia a las células del tracto urinario.
Cápsula K: Contribuye a evadir la respuesta inmune permitiendo la persistencia del microorganismo.
Enterotoxinas LT y ST: Producen un desequilibrio en la absorción de agua y electrolitos en el intestino, generando diarrea.
Qué enfermedad produce:
Infección del tracto urinario (ITU): Una infección que afecta principalmente la vejiga (cistitis) y puede ascender a los riñones (pielonefritis), caracterizada por molestias al orinar y alteración del patrón miccional, resultado de la colonización de E. coli proveniente del propio intestino.
Diarrea del viajero (por cepas ETEC): Una gastroenteritis aguda que se manifiesta con evacuaciones líquidas y frecuentes, calambres abdominales y malestar general, generalmente en personas que viajan a áreas con condiciones sanitarias deficientes.
Principales signos y síntomas de la enfermedad:
Infección del tracto urinario (ITU):
Disuria: Dolor o ardor al orinar, reflejando la irritación e inflamación de la mucosa del tracto urinario.
Urgencia y frecuencia urinaria: Sensación repentina de necesidad de orinar y evacuaciones frecuentes, secundarias a la inflamación de la vejiga.
Dolor suprapúbico: Molestia o dolor en la región inferior del abdomen asociado a la inflamación de la vejiga.
Diarrea del viajero (ETEC):
Diarrea acuosa: Evacuaciones frecuentes y líquidos, consecuencia directa del efecto secretor de las enterotoxinas sobre la mucosa intestinal.
Cramps abdominales: Dolores intermitentes en el abdomen, provocados por contracciones musculares exageradas del intestino ante la irritación.
Malestar general: Sensación de fatiga y debilidad, a menudo asociada a la deshidratación y pérdida de electrolitos.
Diagnóstico:
Urocultivo: Esencial para identificar y tipificar a E. coli en infecciones urinarias, permitiendo además el estudio de sensibilidad antibiótica.
Coprocultivo: Permite el aislamiento de cepas enterotoxigénicas en casos de diarrea, facilitando la identificación del agente patógeno.
Pruebas de sensibilidad antibiótica: Determinan el perfil de resistencia de la bacteria para orientar el tratamiento específico.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
En el tracto intestinal humano: E. coli es una bacteria de la flora normal, que en determinadas condiciones da origen a infecciones cuando coloniza otros sitios.
Transmisión fecal-oral: Se produce al ingerir alimentos o agua contaminados y por autoinoculación (por ejemplo, de la zona anal a la uretra en el caso de ITU).
Prevención:
Higiene personal adecuada: Lavado de manos correcto y frecuente para evitar la propagación y autoinoculación.
Consumo de agua y alimentos seguros: Uso de agua potable y manipulación adecuada de alimentos para prevenir la contaminación.
Educación sanitaria: Campañas y difusión de prácticas higiénicas para reducir la transmisión.
Tratamiento usado en México:
Para infecciones del tracto urinario: Nitrofurantoína y Trimethoprim-Sulfamethoxazole son opciones comunes, seleccionadas de acuerdo con el perfil de resistencia bacteriana.
Para diarrea del viajero: La rehidratación oral es fundamental; en casos seleccionados se emplea Azitromicina o, en adultos, Fluoroquinolonas, siempre evaluando la gravedad del cuadro y las pautas locales de resistencia.
Vibrio Cholerae
Factor de virulencia:
Toxina colérica (CT): Estimula la sobreproducción de AMP cíclico en las células intestinales, provocando una secreción masiva de agua y electrolitos.
Toxina-coregulada pilus (TCP): Facilita la adherencia y colonización del epitelio intestinal.
Flagelo polar: Confiere movilidad en medios líquidos, favoreciendo la dispersión en ambientes acuáticos.
Qué enfermedad produce:
Cólera: Una infección gastrointestinal aguda caracterizada por una diarrea profusa de aspecto “agua de arroz” que conduce a una rápida deshidratación y, en casos severos, puede ocasionar shock si no se corrige la pérdida de líquidos y electrolitos.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Cólera):
Diarrea acuosa profusa: Explicación: Se presentan evacuaciones abundantes y líquidas con apariencia de “agua de arroz”, producto directo de la acción del CT sobre el intestino, que estimula la salida masiva de líquidos.
Vómitos intensos: Explicación: La irritación gastrointestinal y el desequilibrio electrolítico inducen episodios de vómito, los cuales contribuyen significativamente a la pérdida de líquidos.
Signos de deshidratación grave: Explicación: Manifestaciones como sed extrema, hipotensión, piel fría y taquicardia reflejan una disminución crítica del volumen sanguíneo, comprometiendo la estabilidad hemodinámica.
Diagnóstico:
Cultivo de heces en medio selectivo (TCBS): Método clave para aislar y confirmar la presencia de Vibrio cholerae.
Pruebas de aglutinación con antisueros O1 y O139: Permiten identificar el serotipo causante del brote.
PCR en muestras fecales: Técnica molecular que detecta el material genético del microorganismo de forma precisa.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
En aguas contaminadas: Vibrio cholerae reside en ambientes acuáticos, tanto en aguas salobres como en algunas de agua dulce, que pueden estar contaminadas con materia fecal.
Transmisión fecal-oral: La bacteria se propaga principalmente al consumir agua o alimentos contaminados.
Ambientes con deficiencias en saneamiento: Frecuentemente se encuentra en zonas donde los servicios de agua potable y tratamiento de aguas residuales son inadecuados.
Prevención:
Tratamiento y potabilización del agua: Garantizar el consumo de agua segura mediante técnicas de desinfección y filtración.
Mejoras en saneamiento y disposición de excrementos: Implementar infraestructura adecuada para evitar la contaminación del medio ambiente y los alimentos.
Educación sanitaria: Realizar campañas para fomentar prácticas higiénicas y el manejo seguro de agua y alimentos.
Tratamiento usado en México:
Rehidratación oral intensiva (SRO): Es el pilar fundamental para reponer los líquidos y electrolitos perdidos y prevenir la progresión a estados graves de deshidratación.
Rehidratación intravenosa en casos severos: Utilizada cuando la deshidratación es crítica o el paciente presenta deterioro hemodinámico.
Antibioticoterapia (doxiciclina en adultos y azitromicina en niños): Empleada en casos moderados a severos para acortar la duración de la enfermedad y disminuir el volumen de diarrea, siempre considerada tras evaluar la sensibilidad y las condiciones del paciente.
Campilobacter jejuni
Factor de virulencia:
Flagelo polar: Permite la motilidad y el desplazamiento a través de la mucosa intestinal.
Toxina cytolethal distending (CDT): Induce daño en el epitelio intestinal al interferir con el ciclo celular.
Lipooligosacárido (LOS): Actúa como endotoxina, desencadenando respuestas inflamatorias.
Qué enfermedad produce:
Campilobacteriosis: Una gastroenteritis aguda caracterizada por diarrea, que en algunos casos puede ser sanguinolenta, dolor abdominal, fiebre y malestar general; generalmente es autolimitada pero puede complicarse en individuos vulnerables.
Principales signos y síntomas de la enfermedad (Campilobacteriosis):
Diarrea (que puede incluir sangre): Explicación: La invasión y daño del epitelio intestinal provocan evacuaciones líquidas que, en forma severa, pueden contener moco y sangre.
Dolor abdominal intenso y calambres: Explicación: La inflamación de la mucosa y la acción de las toxinas producen calambres y molestias en la zona abdominal.
Fiebre: Explicación: La respuesta inflamatoria sistémica a la infección se manifiesta con un aumento de la temperatura corporal.
Diagnóstico:
Cultivo de heces en medios selectivos microaerófilos: Permite el aislamiento y confirmación del microorganismo.
PCR en muestras fecales: Detecta el material genético específico de Campylobacter jejuni.
Examen microscópico de heces: Ayuda a identificar la presencia de bacilos curvos, como apoyo diagnóstico.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
Reservorio en animales (especialmente aves de corral): El microorganismo coloniza el tracto gastrointestinal de diversas especies animales.
Transmisión fecal-oral: Se produce por el consumo de alimentos (por ejemplo, carne de ave mal cocida) o agua contaminada.
Contaminación cruzada durante la manipulación de alimentos: La incorrecta higiene en el manejo de productos crudos facilita la diseminación.
Prevención:
Cocción adecuada de alimentos: Especialmente de carnes, para eliminar la bacteria.
Higiene en la manipulación de alimentos y lavado de manos: Fundamental tras el contacto con productos crudos.
Consumo exclusivo de agua potable: Evita la ingesta de agua potencialmente contaminada.
Tratamiento usado en México:
Terapia de rehidratación oral: Pilar fundamental para reponer líquidos y electrolitos perdidos.
Uso de macrólidos (como azitromicina): Indicados en casos severos o en pacientes con alto riesgo de complicaciones.
Antibioticoterapia según sensibilidad: Empleada en situaciones complicadas, ajustándose a los protocolos locales y al perfil de resistencia del patógeno.
Helicobacter pylori
Factor de virulencia:
Ureasa: Enzima que convierte la urea en amoníaco, neutralizando el ácido gástrico y permitiendo la supervivencia en el ambiente hostil del estómago.
CagA (proteína asociada al gen de la citotoxina): Inyectada en las células epiteliales gástricas, altera las vías de señalización celular y está asociada a una mayor inflamación y riesgo de complicaciones neoplásicas.
VacA (toxina vacuolante): Induce la formación de vacuolas en las células huésped y contribuye al daño tisular mediante mecanismos de apoptosis y alteración de la respuesta inmune.
Qué enfermedad produce:
Gastritis crónica: Una inflamación persistente de la mucosa gástrica que puede ser asintomática o manifestarse con molestias leves, y que, de forma prolongada, predispone a otras complicaciones.
Úlcera péptica: Una lesión localizada en la mucosa del estómago o del duodeno que se caracteriza por dolor epigástrico recurrente y riesgo de complicaciones como sangrado o perforación.
Principales signos y síntomas de la enfermedad:
Para Gastritis crónica:
Dolor o ardor epigástrico leve: Explicación: Sensación de molestia o quemazón en la parte superior del abdomen, consecuencia de la inflamación continua de la mucosa gástrica.
Náuseas: Explicación: Sensación de malestar que puede derivar en vómitos, reflejo de la irritación gástrica crónica.
Dispepsia: Explicación: Sensación de indigestión o pesadez después de las comidas, asociada a la alteración de la función gástrica.
Para Úlcera péptica:
Dolor epigástrico intenso: Explicación: Dolor agudo y localizado, a menudo relacionado con el ayuno o ciertos alimentos, que se alivia o empeora según la localización de la úlcera.
Pérdida de apetito: Explicación: Disminución del deseo de comer, generalmente secundario al dolor y malestar persistente.
Hemorragia digestiva (en casos complicados): Explicación: Manifestaciones como hematemesis o melena, indicativas de sangrado ulceroso que pueden derivar en anemia.
Diagnóstico:
Prueba del aliento con urea: Detecta la actividad de la ureasa de H. pylori mediante la transformación de urea marcada en CO₂, señal de infección activa.
Endoscopia gástrica con biopsia: Permite la visualización directa de la mucosa y la obtención de muestras para histopatología y pruebas rápidas (como la prueba de ureasa in situ).
Pruebas serológicas: Identifican anticuerpos IgG contra H. pylori, apoyando el diagnóstico en infecciones crónicas, aunque con limitaciones para detectar infección activa.
Dónde se encuentra y cómo se transmite:
En la mucosa gástrica: H. pylori coloniza principalmente el antro del estómago, adaptándose al ambiente ácido gracias a la actividad de su ureasa.
Transmisión oral-oral: Se transmite mediante el contacto directo con saliva u otros fluidos orales de personas infectadas.
Transmisión fecal-oral: La ingestión de agua o alimentos contaminados, especialmente en ambientes con deficiencias en saneamiento, facilita su propagación.
Prevención:
Higiene personal rigurosa: Lavado de manos frecuente, especialmente antes de ingerir alimentos, para reducir el riesgo de contagio.
Mejora de las condiciones sanitarias: Garantizar el acceso a agua potable y un adecuado tratamiento de aguas residuales para disminuir la transmisión.
Educación sanitaria: Campañas informativas sobre hábitos higiénicos y prevención de contagios en zonas de alta prevalencia.
Tratamiento usado en México:
Terapia triple: Combinación de un inhibidor de la bomba de protones (por ejemplo, omeprazol), claritromicina y amoxicilina, considerada la primera línea para erradicar la infección.
Terapia cuádruple: En casos de fracaso terapéutico o sospecha de resistencia, se emplea un régimen que incluye un inhibidor de la bomba de protones, bismuto, tetraciclina y metronidazol.
Ajuste terapéutico basado en pruebas de resistencia: Modificación del esquema antibiótico conforme a la sensibilidad bacteriana detectada, siguiendo las guías nacionales para optimizar la erradicación de H. pylori.