Infecciones urinarias pielonefritis y prostatitis Flashcards
Subdivisión de las infecciones urinarias agudas:
- Infecciones de la porción inferior de la vías urinarias (uretritis y cistitis)
- Infecciones de la porción superior (pielonefritis aguda, prostatitis y abscesos intrarrenales y perinéfricos).
Síndrome uretral agudo.
- Disuria
- tenesmo
- polaquiuria que no se acompañan de bacteriuria
En lo que se refiere a la epidemiología, las infecciones urinarias se subdividen en
- Asociadas a la sonda (hospitalarias)
* No asociadas a la sonda (extrahospitalarias).
Microorganismos mas comunnes que pueden infectar las vías urinarias,
los bacilos gramnegativos Escherichia coli causa alrededor de 80% de las infecciones agudas (tanto cistitis como pielonefritis) de los individuos que no portan sondas y que carecen de anomalías urológicas y de cálculos. Otros bacilos gramnegativos, en especial Proteus y Klebsiella y, en ocasiones, Enterobacter, provocan un porcentaje menor de infecciones no complicadas.
CIRCUNSTANCIAS QUE REPERCUTEN EN LA PATOGENIA de las infecciones urinarias
- sexo y actividad social .
- Embarazo
- Obstrucción Cualquier obstáculo impuesto al flujo de orina (tumor, estenosis
- cálculo o hipertrofia prostática) se traduce en hidronefrosis y una frecuencia mucho mayor de infecciones urinarias.
- Di s f u n c i ó n v e s i c a l n e u r ó g e n a
- El reflujo vesicoureteral El reflujo vesicoureteral se define como el reflujo de orina desde la vejiga hasta los uréteres y, en ocasiones, hasta la pelvis renal, y se produce al orinar o cuando se incrementa la presión de la vejiga urinaria.
PRESENTACION CLINICA
Cistitis.
Los pacientes con cistitis refieren a menudo • disuria • polaquiuria • tenesmo • dolor suprapúbico.
Presentacion clínica de pielonefritis aguda
los síntomas se desarrollan con rapidez, en unas horas o un día, y comprenden
- fiebre,
- escalofríos,
- náusea,
- vómito
- diarrea
Casi todos los enfermos sufren leucocitosis notable y presentan bacterias que se detectan en la orina sin centrifugar teñida con técnica de Gram.
La orina de algunos pacientes contiene cilindros leucocíticos, cuya detección es patognomónica.
A veces se demuestra hematuria durante la fase aguda de la enfermedad; si persiste cuando remiten las manifestaciones agudas de la infección, se considerará la posibilidad de litiasis, un tumor o tuberculosis.
Se considerará la posibilidad de que existan patógenos que causen la uretritis, vaginitis o cervicitis, como C. trachomatis, N. gonorrhoeae, Trichomonas, Candida y el virus del herpes simple
Infecciones urinarias por presencia de sondas
E. coli, Proteus, Pseudomonas, Klebsiella,
Serratia, los estafilococos, los enterococos y Candida a menudo provocan estas infecciones.
Los factores asociados al mayor riesgo de infección por sonda comprenden:
- Sexo femenino
- Sondaje prolongado
- Enfermedad subyacente grave
- Desconexión de la sonda del tubo de drenaj
- Otros defectos de las sondas
- Ausencia de tratamiento antimicrobiano general.
.- Surge la infección cuando las bacterias llegan a la vejiga por una de estas dos vías:
- Migración a través de la columna de orina en la luz de la sonda (víaIntraluminal
- Ascenso desde la sonda a través de la mucosa (vía periuretral).
La bacteriemia por gramnegativos, que sigue a la bacteriuria asociada a sondas en 1 a 2% de los casos, es la complicación más importante de las infecciones urinarias asociadas a este dispositivo.
En determinadas circunstancias (antibioticoterapia, concentración alta de urea, osmolaridad alta, pH bajo) la orina impide la multiplicación delas bacterias, lo que determina que el título de bacterias sea reducido a pesar de la infección. Por esta causa, se desaconseja el empleo de soluciones antisépticas para lavar la región periuretral antes de tomar las muestras de orina.
La diuresis forzada y la micción reciente también disminuyen las cifras de
bacterias en la orina.
La piuria en ausencia de bacteriuria (piuria estéril) indica infección por una bacteria poco común, como C. trachomatis, U. urealyticum y Mycobacterium tuberculosis o por hongos. Otras veces se demuestra piuria estéril en enfermedades urológicas no infecciosas, como litiasis, anomalías anatómicas, nefrocalcinosis, reflujo vesicoureteral, nefritis intersticial o enfermedad poliquística.
El estudio urológico se reservará para casos muy concretos:
• Antecedentes de infecciones infantiles
• Litiasis o hematuria indolora
• Pielonefritis recidivante
Mujeres con infección recidivante
TRATAMIENTO de cistitis DURANTE EL EMBARAZO.
En el embarazo, la cistitis
aguda puede abordarse con un tratamiento de siete días con amoxicilina, nitrofurantoína o una cefalosporina. Es preciso practicar a todas las gestantes pruebas de detección de bacteriuria asintomática durante el primer trimestre; si se obtienen resultados positivos positivos se aplicará uno de los regímenes enumerados en el cuadro 282-1. Después del tratamiento se efectuará un cultivo para garantizar la curación y se repetirá todos los meses hasta el momento del parto. El tratamiento de la pielonefritis aguda durante el embarazo se basa en la hospitalización de la paciente y la administración de tratamiento antibiótico por vía parenteral, casi siempre con una cefalosporina o una penicilina de amplio espectro. Las mujeres con infecciones recidivantes durante la gestación recibirán un tratamiento profiláctico continuo con dosis reducidas de nitrofurantoína.
Prevencion cistitis
La administración diaria o tres veces a la semana de una dosis única de
TMPSMX (80/400 mg), TMP solo (100 mg) o nitrofurantoína (50 mg) ha resultado muy eficaz.
QUE ES LA NECROSIS PAPILAR
Cuando aparece una infección de las pirámides renales asociada a vasculopatía renal o a obstrucción de las vías urinarias, es probable que ocurra necrosis papilar renal. Los enfermos con diabetes, anemia drepanocítica, alcoholismo crónico y vasculopatía tienen una propensión especial a esta complicación.
Los síntomas iniciales más frecuentes consisten en hematuria, dolor de la fosa renal o del abdomen y escalofríos y fiebre. A veces ocurre insuficiencia renal aguda con oliguria o anuria. En casos excepcionales de infección urinaria crónica se esfacela la pirámide, aunque sin provocar síntomas; el diagnóstico se establece cuando se excreta el tejido necrosado con la orina o cuando se le identifica como una “sombra anular” en la pielografía.
PIELONEFRITIS Y CISTITIS ENFISEMATOSAS
Estas enfermedades clínicas poco frecuentes casi siempre afectan a las personas diabéticas y a menudo se acompañan de obstrucción urinaria e infección crónica. La pielonefritis enfisematosa por lo general se caracteriza por evolución clínica rápida, con fiebre alta, leucocitosis, necrosis del parénquima renal y acumulamiento de gases de fermentación en el riñon y en los tejidos perinéfricos.
La mayoría de los enfermos presentan, además, piuria y glucosuria. E. coli provoca la mayor parte de los casos, aunque a veces se aislan otras enterobacterias.
La cistitis enfisematosa también se detecta en los diabéticos, por lo general asociada a E. coli o a otros bacilos gramnegativos facultativos y, con frecuencia, relacionada con obstrucción de la salida de la vejiga. La gravedad de estos pacientes es menor y la progresión más lenta que en caso de pielonefritis enfisematosa Los enfermos suelen referir dolor abdominal, disuria, polaquiuria y, en algunos casos, neumaturia.