fiebre GOIC Flashcards
definición
elevación anormal de la temperatura (más de 36,9 axilar y 37,2 bucal) debida a una causa patológica que ocasiona excesiva producción de calor, o bien, una interferencia en su disipación
la fiebre se produce por…
una alteración de la termorregulación y que el centro de la termorregulación se encuentra en el hipotálamo. Este centro puede ser influenciado por sustancias pirógenas, sean estas de origen exógeno (microbianos, por ejemplo) o bien endógeno (tejidos del huésped).
sindrome febril
Aún en ausencia de un termómetro, el médico puede diagnosticar la fiebre por los síntomas que acusa el enfermo y los signos que puede descubrir en el examen físico. Estos síntomas y signos constituyen el síndrome febril.
como saber cuando un paciente tiene fiebre
Además, palpando con el dorso de la mano la frente, la espalda o el pecho del enfermo, o con la superficie dorsal de la segunda falange de un dedo flexionado, un médico de experiencia sabe, con escaso margen de error, si está frente a un febricitante o no.
características del paciente con fiebre
El paciente febril tiene una facies rubicunda y sudorosa, su piel es en un comienzo seca y pálida y luego húmeda y roja; presenta taquicardia, cuya cuantía se relaciona con la intensidad de la fiebre, aumentando la frecuencia del pulso en 10 a 15 pulsaciones por grado de fiebre; igualmente, la frecuencia respiratoria aumenta en 4 a 5 respiraciones por cada grado de fiebre.
intensidad de la fiebre (f, h2)
La intensidad de la fiebre puede ser leve, moderada o intensa. La fiebre leve (alrededor de 37,5oC) se denomina febrícula. Cuando la fiebre sobrepasa los 41oC se habla de hiperpirexia y, si baja de 35aC, de hipotermia.
fibre invertida
La fiebre, al igual que la temperatura normal, tiende a ser más alta en la tarde. Cuando ocurre lo contrario, se habla de fiebre invertida y debe hacer plantear interferencia de antitérmicos o de maniobras fraudulentas (fiebre facticia).
respuesta febril mayor
en niños que en viejos
casos 41º y 43º
La elevación prolongada de fiebre superior a 41oC, puede provocar daño cerebral permanente y si pasa de 43oC, provocar coma y muerte, por lo cual esta última situación constituye una emergencia médica.
comienzo + ejemplos
El comienzo de la fiebre puede ser brusco o insidioso (paulatino). Ejemplos de fiebre de comienzo brusco son la neumonía neumocócica, el tifus exantemático y las crisis hemolíticas; mientras que en la fiebre tifoidea y tuberculosis la fiebre es habitualmente de comienzo insidioso.
defervescencia + ejemplos
puede ser brusca (crisis) o insidiosa (lisis). La evolución espontánea de la fiebre en la neumonía neumocócica, antes de la introducción de los antibacterianos, terminaba clásicamente en “crisis” con abundante sudoración seguida de bienestar general; ahora, prácticamente todos los neumónicos reciben antibióticos y ya no se observan crisis en ellos. Por el contrario, cuando en el curso de un cuadro febril se observa una brusca caída de la fiebre a valores normales o bajos, en vez de mejoría, se debe sospechar interferencia de antitérmicos o, lo que es más grave, una complicación, como podría ser hemorragia, perforación intestinal o shock de otro origen (pseudocrisis).
tipo de curvas febriles importancia
debido a que las variaciones que experimenta la fiebre durante el día pueden tener algún valor orientador del diagnóstico causal, es necesario registrarla mañana y tarde para construir curvas a lo largo del día.
tipo de curvas febriles + ejemplos (C, R2, I, H)
Fiebre continua: Es una fiebre mantenida que experimenta variaciones menores de un grado entre la mañana y la tarde. Ejemplo: neumonía neumocócica, tifus exantemático y fiebre tifoidea en período de estado.
Fiebre remitente: Es la que experimenta variaciones diarias superiores a un grado sin llegar a la normal. La mayoría de las afecciones febriles tienen este tipo de curva.
Fiebre intermitente: Es aquella en que las variaciones diarias de la temperatura llegan por momentos a lo normal. Este tipo de fiebre se observa más frecuentemente cuando hay interferencias con antipiréticos u otros tratamientos.
Fiebre héctica, séptica o en agujas: Es una variedad de fiebre intermitente en que la variación entre el acmé y el nadir de la fiebre es muy acentuada. Se observa en cuadro sépticos graves y también se observaba en la cuarta semana de la fiebre tifoidea antes de la introducción de los antibióticos (período anfibólico).
Fiebre recurrente: Es aquella en que se alternan varios días de fiebre con otros tantos de temperatura normal. Se ve como manifestación de brucelosis, infecciones por estreptobacilo moniliforme o infecciones por borelia. Una variedad de fiebre recurrente es la llamada fiebre de Pel Ebstein que se presenta en algunos casos de enfermedad de Hodgkin.
causas de fiebre
Aunque la mayoría de los procesos febriles son producidos por infecciones, fiebre no es sinónimo de infección
causas infecciosas de fiebre+ características sugerentes
bacterianas, virales, parasitarias, rickettsias, chlamydia, hongos
comienzo brusco, temperatura superior a 39º, malestar general, polialgias, cefalea y fotocopia, leucocitos sobre 12.000 o bajo 5.000 por mm^3
La coexistencia de dos o más de ellas apoya fuertemente el origen infeccioso de una fiebre.
causas de fiebre no infecciosas
enfermedades neoplásicas: hepatoma, hipernefroma, cáncer pulmonar, cáncer pancreático, linfoma (Hodgkin y no), leucemias
afecciones inmunológicas: mesenquimopatías, drogas
hemólisis (crisis hemofílicas)
infartos: cardiaco, pulmonar, cerebral
trastornos metabólicos agudos: porfiria, gota, crisis tiroidea, crisis addisoniana
mioma auricular
traumatismos con atrición
sugerencia compromiso sistemas (agregado a fiebre…)
A ellas se puede agregar las manifestaciones sugerentes de compromiso de un determinado aparato o sistema. Así, la presencia de odinofagia, coriza y tos, sugieren compromiso del aparato digestivo; la disuria, el dolor lumbar y la piuria, del aparato urinario; las poliadenopatías junto a esplenomegalia, del sistema linfático; la cefalea y los signos de irritación meníngea, del sistema nervioso.
confirmación etiológica
La confirmación etiológica de un cuadro febril debe darla la bacteriología; pero mientras esta entrega sus conclusiones- lo que puede demorar días- es necesario hacer presunción etiológica tomando en consideración factores como la edad, sexo, estación del año, zona geográfica, una epidemia en curso y , por cierto, las manifestaciones sugerentes de una determinada etiología. Esta presunción etiológica permitiría en algunos casos iniciar el tratamiento que se estime más adecuado mientras se obtienen los resultados de la investigación bacteriológica.
fiebre de origen desconocido
Petersdorf designa con el nombre de fiebre de origen desconocido las fiebres superiores a 38,3oC que persisten por más de dos o tres semanas y cuya etiología no ha podido ser resuelta a pesar de estudio intensivo. A la postre, la evolución en estos casos demuestra un origen infeccioso en alrededor del 40% de los enfermos.
fiebre facticia + cuando sospechar
La fiebre fabricada fraudulentamente por el presunto enfermo con artificios (como frotar el termómetro o acércalo a una fuente de calor) con el propósito de engañar al médico o la familia
Debe sospecharse cada vez que no haya causa demostrable, que no existan las variaciones diarias habituales de la fiebre o cuando exista franca disociación entre el grado de temperatura por un lado, y el pulso, la respiración y el estado general por el otro. El fraude se puede descubrir controlando el médico personalmente la temperatura del paciente.
recaída, recidiva, reinfección
Se llama recaída la reaparición de la fiebre durante la convalecencia de un proceso febril y recidiva la reaparición del cuadro febril ya pasada la convalecencia por el mismo germen del primer episodio. Reinfección es la reaparición de un cuadro febril ocasionado por un germen diferente al del proceso primitivo.
síntomas concomitantes
calofríos, sudación, delirio, convulsiones o herpes labial.
calofríos
Los calofríos o sensación de frío, acompañados a menudo de estremecimiento muscular, pueden ser espontáneos o bien inducidos por antipiréticos.
Así, el calofrío intenso, prolongado y único (30 minutos o más), que se acompaña de castañeteo de dientes y estremecimiento de la cama, es característico de la iniciación de la neumonía neumocócica; se le ha llamado también “calofrío solemne”.
Los calofríos intensos y repetidos (las tercianas del vulgo) son típicos de infecciones piógenas, la mayoría de las veces ubicadas en el árbol biliar o urinario.
En cambio, hay otras afecciones graves que prácticamente nunca se acompañan de calofríos, a menos que estos se desencadenen por el uso de antipiréticos; tal es el caso de la fiebre tifoidea, brucelosis y tuberculosis.
sudoración e hiperhidrosis
Es la producción excesiva y generalizada de sudor. Se asocia frecuentemente a cualquier fiebre en declinación, sea espontáneamente o incluida por antipiréticos. Los sudores espontáneos, preferente o exclusivamente nocturnos, se observan en ciertas afecciones como tuberculosis crónica, brucelosis y enfermedad de Hodgkin.
delirio
Comienza habitualmente con un periodo de confusión mental seguido de excitación, y eventualmente, alucinaciones. Se presenta de preferencia en alcohólicos, ancianos ateroescleróticos y en niños.
convulsiones
Se observan casi exclusivamente en niños con hipertermia.
herpes labial
Llamado también fuegos por el vulgo: se inicia como una placa eritematosa (la que puede faltar) sobre la que aparecen grupos de vesículas dispuestas irregularmente o en ramillete, las que pueden romperse. Se acompaña frecuentemente de sensación de ardor, prurito, tensión o quemadura. Es corriente el compromiso fugaz de los ganglios regionales, palpables y sensibles. Se presenta de preferencia en fiebres altas de origen neumocócico, meningocócico o virósico, siendo, por el contrario, excepcional en casos de tuberculosis, tifoidea, brucelosis y neumonía por Mycoplasma. Se puede presentar en mujeres en el período menstrual (herpes catanemial). El herpes labial es le resultado de una infección agregada por virus herpes simple que, estando latente, es activado por la hipertermia.
importancia clínica
La importancia clínica de la fiebre reside fundamentalmente en que siendo un signo sencillo y preciso de registrar es un buen indicador de enfermedad orgánica, ya que no está expuesta a variaciones externas o emocionales como ocurre con el pulso, la presión arterial o la respiración.
Además, es útil para precisar la gravedad del cuadro febril, para decidir el uso de antipiréticos, seguir la evolución de la enfermedad y evaluar los efectos del tratamiento.
Por otro lado, la fiebre tiene a su vez consecuencias deletéreas: acelera el metabolismo produciendo descenso de peso; aumenta las pérdidas de agua y sal por el sudor; y, finalmente, aumenta el trabajo cardíaco, lo que puede tener consecuencias negativas, por ejemplo, en cardiópatas averiados.
hipotermia
Se conoce como hipotermia el descenso de la temperatura por debajo de 35oC. Generalmente, es provocada por prolongada exposición a un frío intenso. Evoluciona gradualmente y, según su intensidad y duración, los síntomas van desde debilidad, piel pálida y fría, calofríos, temblores, hasta movimientos torpes y lentos, cianosis de labios, orejas y uñas, bradicardia y, en los casos más graves, coma y muerte clínica.
causas medicas hipotermia
Son la intoxicación alcohólica y por barbitúricos, algunos tumores cerebrales y, particularmente,
el coma mixedematoso (hipertiroidismo). También el uso indiscriminado y en dosis altas de antipiréticos en un cuadro febril puede provocar una hipotermia, con serias manifestaciones cardiovasculares, respiratorias y neurológicas.
enfoque diagnóstico de la fiebre en clínica
paso 1
En primer lugar, y para evitar sorpresas, es indispensable controlar instrumentalmente la temperatura en todo enfermo que consulta. Frente a todo paciente febril se plantea el problema de descubrir su causa: la anamnesis orientará en la mayoría de los casos y, si el examen físico descubre un foco infeccioso (ej.: amigdalitis aguda pultácea), el problema se simplifica.
¿qué se hace cuando la anamnesis y el examen físico no son orientadores?
Entonces se impone una investigación complementaria que debe incluir, inicialmente por lo menos el hemograma y la sedimentación o la proteína C reactiva, hemocultivos, reacciones de aglutinación, examen de sedimento urinario y urocultivo y una radiografía de tórax. Comenzamos por el hemograma porque este puede ser de por sí diagnóstico (ej. Leucemia), altamente sugerente (ej. Mononucleosis infecciosa, distomatosis o triquinosis) o claramente orientador (ej. Fiebre tifoidea). Desgraciadamente, pese a esta investigación complementaria, la etiología no logra descubrirse en algunos casos y el medico deberá entonces observar cuidadosamente la evolución del proceso febril y repetir los exámenes que estime conveniente o solicitar nuevas investigaciones de laboratorio: es el caso de le denominada fiebre de origen desconocido. Idealmente, el tratamiento de la fiebre debe ser etiológico y no sintomático. Un tratamiento de la fiebre per se estaría justificado solo en casos de insolación, en la hipertermia postoperatoria o en el delirio, convulsiones, schock o insuficiencia cardíaca inducidos por hipertermia. Fuera de estas circunstancias, es preferible solamente atenuarlas y esto solo en casos que ocasione molestias o sobrepase los 39oC. Debe tenerse presente que algunas afecciones como la fiebre tifoidea son particularmente sensibles a los antipiréticos, tanto que se ha llegado a decir que la fiebre que no se reduce con antipiréticos es improbable que se deba a fiebre tifoidea.
¿qué se hace cuando la anamnesis y el examen físico no son orientadores?
Comenzamos por el hemograma porque este puede ser de por sí diagnóstico (ej. Leucemia), altamente sugerente (ej. Mononucleosis infecciosa, distomatosis o triquinosis) o claramente orientador (ej. Fiebre tifoidea). Desgraciadamente, pese a esta investigación complementaria, la etiología no logra descubrirse en algunos casos y el medico deberá entonces observar cuidadosamente la evolución del proceso febril y repetir los exámenes que estime conveniente o solicitar nuevas investigaciones de laboratorio: es el caso de le denominada fiebre de origen desconocido. Idealmente, el tratamiento de la fiebre debe ser etiológico (de lo que causa la fiebre) y no sintomático.
¿cuándo se justifica un tratamiento de la fiebre per se?
Un tratamiento de la fiebre per se estaría justificado solo en casos de insolación, en la hipertermia postoperatoria o en el delirio, convulsiones, schock o insuficiencia cardíaca inducidos por hipertermia. Fuera de estas circunstancias, es preferible solamente atenuarlas y esto solo en casos que ocasione molestias o sobrepase los 39oC.
caso fiebre tifoidea
Debe tenerse presente que algunas afecciones como la fiebre tifoidea son particularmente sensibles a los antipiréticos, tanto que se ha llegado a decir que la fiebre que no se reduce con antipiréticos es improbable que se deba a fiebre tifoidea.