ERA 3 BQ oral Flashcards
Las estructuras de las inmunoglobulinas
A. Fragmento Fab
B. Fragmento constante (Fc)
C. Cadena liviana
D. Cadena pesada
E. Región variable de la cadena liviana
F. Región constante de la cadena liviana
G. Región variable de la cadena pesada
H. Región constante de la cadena pesada
I. Región efectora (unión a moléculas del
complemento, unión a receptores)
J. Sitio de unión al antígeno
¿Cuántos tipos de cadenas livianas y cuántos de cadena pesada conforman la estructura de una
inmunoglobulina?
Son proteínas globulares de gran peso molecular, formadas por 4 cadenas polipeptídicas, dos pesadas, llamadas H (heavy), y dos ligeras, denominadas L (light).
Tipos de Inmunoglobulinas
IgG: Es la inmunoglobulina más abundante en el suero y juega un papel clave en la respuesta inmune secundaria. Puede atravesar la placenta y proteger al feto.
IgA: Se encuentra principalmente en mucosas y secreciones (como saliva, lágrimas, y leche materna). Protege las superficies mucosas.
IgM: Es la primera inmunoglobulina producida en respuesta a una infección y es muy eficaz en la activación del sistema del complemento.
IgE: Está involucrada en las reacciones alérgicas y la defensa contra parásitos. Se une a mastocitos y basófilos, desencadenando la liberación de histamina.
IgD: Está presente en bajas concentraciones en el suero y se encuentra principalmente en la superficie de los linfocitos B, participando en su activación.
Afinidad
La afinidad se refiere a la fuerza de la interacción entre un epítopo (la parte específica del antígeno que se une al anticuerpo) y el sitio de unión del anticuerpo (paratopo). Es una medida de cuán bien encajan el epítopo y el paratopo, similar a la interacción entre una llave y una cerradura. Cuanto mayor es la afinidad, más fuerte es la unión entre un anticuerpo y su epítopo específico. Esto es crucial para la efectividad del anticuerpo en neutralizar el antígeno.
Mencioná las funciones efectoras de los anticuerpos.
- Neutralización: Los anticuerpos neutralizan toxinas bacterianas y virus al unirse a ellos, bloqueando su capacidad para ingresar y dañar las células. Esto evita que los patógenos infecten las células diana.
- Opsonización: Los anticuerpos cubren o “opsonizan” los patógenos, facilitando su reconocimiento y fagocitosis por células inmunitarias como los macrófagos y neutrófilos. La región Fc del anticuerpo se une a los receptores Fc en la superficie de los fagocitos.
- Activación del sistema del complemento: Los anticuerpos, particularmente IgM e IgG, pueden activar la cascada del complemento a través de la vía clásica. Esto lleva a la formación del complejo de ataque de membrana (MAC) que puede lisar directamente las células patógenas.
- Aglutinación y precipitación: Los anticuerpos pueden aglutinar (unir múltiples antígenos a la vez) células extrañas, como bacterias, y precipitar antígenos solubles. Esto facilita la eliminación por parte de los fagocitos.
- Citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos (ADCC): Los anticuerpos IgG se unen a células infectadas o tumorales y reclutan células asesinas naturales (NK cells). Las células NK reconocen los anticuerpos unidos a través de sus receptores Fc y liberan moléculas tóxicas que inducen la muerte de la célula diana.
- Degranulación de mastocitos y basófilos (Reacción alérgica): Los anticuerpos IgE se unen a mastocitos y basófilos a través de sus receptores Fc. Cuando estos anticuerpos se unen a un antígeno (como un alérgeno), desencadenan la liberación de mediadores inflamatorios, como la histamina, que contribuyen a las reacciones alérgicas.
- Transporte transplacentario e inmunidad pasiva: La IgG es la única inmunoglobulina capaz de atravesar la placenta, proporcionando al feto inmunidad pasiva contra infecciones durante los primeros meses de vida. Asimismo, la IgA se secreta en la leche materna, protegiendo al recién nacido a nivel de las mucosas.
Especificidad
La especificidad se refiere a la capacidad del anticuerpo para distinguir entre diferentes antígenos. Cada anticuerpo está diseñado para reconocer un epítopo específico en un antígeno, lo que asegura que el anticuerpo responda solo a un patógeno o sustancia particular. La alta especificidad permite que el sistema inmunológico sea preciso, evitando reacciones cruzadas con antígenos no relacionados, lo que podría causar daños colaterales al organismo.
Avidez
La avidez es la fuerza total de la unión entre un anticuerpo y un antígeno, considerando todas las interacciones posibles. Los anticuerpos tienen múltiples sitios de unión (paratopos), y la avidez refleja la fuerza combinada de todas las interacciones entre los paratopos del anticuerpo y los epítopos del antígeno. Incluso si un sitio de unión tiene una afinidad moderada, la presencia de múltiples interacciones simultáneas aumenta la avidez general, haciendo la unión más estable. Esto es particularmente importante en los anticuerpos IgM, que tienen una estructura pentamérica, lo que les permite unirse a varios epítopos a la vez y tener una avidez alta, aunque su afinidad individual sea baja.
Relación en la interacción antígeno-anticuerpo
Afinidad determina la fuerza de la unión en un único sitio de unión. Especificidad asegura que el anticuerpo reconozca un epítopo único en un antígeno. Avidez mide la fortaleza global de la interacción cuando varios sitios de unión están involucrados.
Estructura de las Inmunoglobulinas
Dos cadenas ligeras (L): Pueden ser de tipo kappa (κ) o lambda (λ).
Dos cadenas pesadas (H): Son las que definen la clase o el tipo de inmunoglobulina y varían en su estructura. Existen cinco tipos de cadenas pesadas, y cada una determina el tipo de inmunoglobulina:
IgG: Cadenas pesadas gamma (γ)
IgA: Cadenas pesadas alfa (α)
IgM: Cadenas pesadas mu (μ)
IgE: Cadenas pesadas épsilon (ε)
IgD: Cadenas pesadas delta (δ)
Definí los términos alotipo, idiotipo e isotipo.
Los términos alotipo, idiotipo e isotipo son utilizados para describir diferentes características de las inmunoglobulinas (anticuerpos) en función de sus estructuras y variaciones genéticas.
Isotipo: Diferencias en las regiones constantes que determinan las clases y subclases de las inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM, IgE, IgD).
Alotipo: Variaciones genéticas en las inmunoglobulinas entre individuos de la misma especie.
Idiotipo: Características únicas de la región variable de las inmunoglobulinas que determinan la especificidad hacia el antígeno.
Isotipo
El isotipo se refiere a las diferencias en las regiones constantes de las cadenas pesadas y ligeras de las inmunoglobulinas que son comunes a todos los individuos de una misma especie. Estas diferencias definen las clases y subclases de inmunoglobulinas. Existen cinco isotipos principales en humanos, que corresponden a las diferentes clases de inmunoglobulinas: IgG, IgA, IgM, IgE e IgD. Cada isotipo tiene una función inmunológica distinta y se distribuye de manera diferente en el cuerpo.
Alotipo
El alotipo se refiere a las variaciones alélicas o pequeñas diferencias genéticas en las secuencias de aminoácidos de las inmunoglobulinas entre individuos de la misma especie. Estas variaciones no afectan las funciones principales de los anticuerpos, pero pueden generar pequeñas diferencias en las cadenas pesadas o ligeras. Los alotipos se heredan genéticamente y pueden ser utilizados para realizar estudios de parentesco o seguimiento en trasplantes.
Idiotipo
El idiotipo se refiere a las variaciones en la región variable de las inmunoglobulinas, específicamente en los paratopos, que son las regiones que se unen al antígeno. Estas variaciones son únicas para cada anticuerpo y dependen de la combinación de segmentos génicos V (variable), D (diversidad) y J (unión). El conjunto de características únicas de la región variable que interactúan con el antígeno es lo que se conoce como idiotipo. Estos idiotipos son específicos para cada clon de células B y sus anticuerpos, lo que permite reconocer diferentes epítopos de antígenos.
Respuesta inmunitaria primaria
Ocurre cuando el sistema inmune se encuentra con un antígeno por primera vez.
Cinética de aparición de anticuerpos: Existe un período de latencia (lag phase) en el que no se detectan anticuerpos en la sangre, ya que el sistema inmune está reconociendo el antígeno y activando las células B. Este período puede durar varios días.
Tipo de anticuerpos: La primera clase de anticuerpos en aparecer es la IgM, que tiene una alta avidez pero menor afinidad en comparación con otros isotipos. Posteriormente, las células B sufren un cambio de clase (switch) y comienzan a producir IgG, que tiene mayor afinidad y es más eficaz en neutralizar el antígeno.
La concentración de anticuerpos (título de anticuerpos) en la sangre aumenta gradualmente, alcanzando un pico y luego disminuyendo lentamente. La respuesta primaria es relativamente lenta y débil en comparación con la respuesta secundaria. Puede tardar entre 7 a 14 días en desarrollarse completamente.
Memoria inmunológica: Durante la respuesta primaria, se generan células B de memoria que “recordarán” el antígeno para futuras exposiciones.
Respuesta inmunitaria secundaria
Ocurre cuando el sistema inmunológico se encuentra nuevamente con un antígeno que ya ha enfrentado antes.
Cinética de aparición de anticuerpos: La respuesta secundaria es mucho más rápida. Las células B de memoria ya están presentes y pueden activarse de inmediato. El período de latencia es mucho más corto, y los anticuerpos se detectan en cuestión de horas a pocos días.
Tipo de anticuerpos: La clase predominante de anticuerpos en la respuesta secundaria es IgG, aunque también puede haber producción de IgA o IgE dependiendo del tipo de respuesta. Estos anticuerpos tienen una mayor afinidad debido a la maduración por afinidad que ocurre en las células B de memoria.
La concentración de anticuerpos es significativamente mayor que en la respuesta primaria, y se mantiene elevada durante un período prolongado. La respuesta secundaria es más duradera y eficiente. Los anticuerpos persisten en niveles elevados por más tiempo, proporcionando una defensa más efectiva contra el antígeno.
Memoria inmunológica: Las células B de memoria se reactivan y proliferan rápidamente, lo que permite una eliminación más rápida y efectiva del antígeno.
Inmunoglobulina M
Estructura: Pentamérica (cinco subunidades unidas por una cadena J) en circulación, aunque también puede ser monomérica en la membrana de las células B como receptor de antígenos.
Tamaño: Aproximadamente 900 kDa.
Cadenas pesadas: Mu (μ).
Características principales: Es la primera inmunoglobulina que se produce en una respuesta inmunitaria primaria. Act. complemento. Debido a su estructura pentamérica, tiene una alta avidez por los antígenos, lo que la hace eficaz en la aglutinación de patógenos y la activación del complemento.
Representa alrededor del 10% de las inmunoglobulinas en el suero.
Inmunoglobulina G
Estructura: Monomérica (una unidad de anticuerpo formada por dos cadenas pesadas gamma (γ) y dos cadenas ligeras).
Tamaño: Aproximadamente 150 kDa.
Cadenas pesadas: Gamma (γ).
Características principales: Es la inmunoglobulina más abundante en el suero, representando aproximadamente el 70-75% de las inmunoglobulinas en sangre. Es la única inmunoglobulina que puede atravesar la placenta, proporcionando inmunidad pasiva al feto.
Tiene una vida media larga (alrededor de 23 días).
Participa en la neutralización de toxinas y patógenos, opsonización, y activación del sistema del complemento. atc. eminto
Inmunoglobulina A
Estructura: Puede ser monomérica (en el suero) o más comúnmente dimerizada (en secreciones), unida por una cadena J y una pieza secretora.
Tamaño: 150 kDa (monomérica) o 385 kDa (dimerizada).
Cadenas pesadas: Alfa (α).
Características principales: Se encuentra predominantemente en las secreciones mucosas, como saliva, lágrimas, mucosa intestinal, y leche materna. Es la principal inmunoglobulina en las superficies mucosas, protegiendo contra la invasión de patógenos. La forma dimerizada, conocida como IgA secretora, es resistente a la degradación proteolítica, lo que permite su función en entornos como el tracto gastrointestinal.
Inmunoglobulina E
Estructura: Monomérica.
Tamaño: Aproximadamente 190 kDa.
Cadenas pesadas: Épsilon (ε).
Características principales: Se encuentra en bajas concentraciones en el suero. Está involucrada en las reacciones alérgicas e inmunidad contra parásitos helmintos.
IgE se une a los receptores Fc en los mastocitos y basófilos, desencadenando la liberación de histamina y otros mediadores inflamatorios cuando se une al antígeno (como en las respuestas alérgicas).
Inmunoglobulina D
Estructura: Monomérica.
Tamaño: Aproximadamente 180 kDa.
Cadenas pesadas: Delta (δ).
Características principales:
Se encuentra en bajas concentraciones en el suero.
Su función principal es actuar como un receptor de antígenos en la superficie de los linfocitos B no activados, facilitando su activación y diferenciación.
Su función en la inmunidad humoral está menos entendida en comparación con otras inmunoglobulinas.
Diferencias estructurales Ig…
IgG: Monomérica, atraviesa la placenta, más abundante en el suero.
IgA: Monomérica o dimerizada, principal inmunoglobulina en mucosas.
IgM: Pentamérica, primera en respuesta primaria, alta avidez.
IgE: Monomérica, involucrada en alergias y defensa contra parásitos.
IgD: Monomérica, actúa como receptor en células B.
Citotoxicidad dependiente de anticuerpos (ADCC, por sus siglas en inglés: Antibody-Dependent Cell-mediated Cytotoxicity)
La ADCC es un mecanismo crucial para eliminar células infectadas por virus, células tumorales y patógenos cubiertos por anticuerpos. Además, este mecanismo es relevante en terapias inmunológicas, como el uso de anticuerpos monoclonales para el tratamiento de cánceres y enfermedades autoinmunes, donde se dirige específicamente a células anormales para su destrucción por el sistema inmunológico.
¿Quiénes son las moléculas que integran la familia de las citoquinas?
ADCC mecanismo de acción?
Unión del anticuerpo al antígeno: Los anticuerpos, generalmente de tipo IgG, se unen a los antígenos presentes en la superficie de una célula infectada, tumoral o patógena.
Reconocimiento por células efectoras: Las células inmunitarias, como las células NK (Natural Killer), macrófagos, neutrófilos y eosinófilos, tienen receptores FcγR en su superficie que reconocen y se unen a la región Fc del anticuerpo adherido al antígeno.
Activación de las células efectoras: Una vez que los receptores Fc en las células efectoras se unen a los anticuerpos, estas células se activan y liberan gránulos citotóxicos que contienen perforinas y granzimas.
Destrucción de la célula diana: Las perforinas crean poros en la membrana de la célula diana, lo que permite que las granzimas entren y desencadenen la apoptosis o muerte celular programada.
Diferencias entre inmunidad, sistema y respuesta inmunitaria
Inmunidad: Es la capacidad del organismo para resistir infecciones y enfermedades a través del reconocimiento y eliminación de patógenos, células anormales o sustancias extrañas. La inmunidad puede ser innata (presente desde el nacimiento y no específica) o adaptativa (desarrollada a lo largo de la vida y específica para un patógeno particular).
Sistema inmunitario: Es el conjunto de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger al cuerpo contra agentes patógenos y sustancias dañinas. Incluye una red compleja de componentes como los linfocitos, los fagocitos, anticuerpos, el sistema del complemento, y órganos linfoides (como el bazo y los ganglios linfáticos).
Respuesta inmunitaria: Es el proceso dinámico mediante el cual el sistema inmunitario identifica y elimina patógenos o sustancias extrañas. Esta respuesta puede ser específica (como en la inmunidad adaptativa) o inespecífica (como en la inmunidad innata) e involucra una serie de eventos, como la activación de células inmunitarias, la producción de anticuerpos, y la eliminación de los patógenos.
Ejemplos de barreras físicas, químicas, enzimáticas y microbiológicas
Barreras físicas:
Piel: Actúa como una barrera física que impide la entrada de patógenos al cuerpo.
Mucosas: Las membranas mucosas en las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal también actúan como barreras físicas al captar y expulsar patógenos.
Barreras químicas:
Ácido gástrico: El ácido en el estómago ayuda a destruir microorganismos que se ingieren con los alimentos.
Secreciones ácidas: En el sudor y la saliva, contribuyen a la creación de un ambiente hostil para los patógenos.
Barreras enzimáticas:
Lisozima: Enzima presente en las lágrimas, saliva y secreciones nasales que degrada las paredes celulares de bacterias.
Proteasas: Enzimas que descomponen proteínas de patógenos y contribuyen a su eliminación.
Barreras microbiológicas:
Microbiota intestinal: Los microorganismos que habitan en el intestino ayudan a mantener a raya a patógenos potenciales mediante la competencia por recursos y la producción de sustancias antimicrobianas.
Microbiota cutánea: Los microorganismos en la piel compiten con patógenos y producen compuestos que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas.
Criterios que definen a un órgano linfoide primario y a uno secundario
Órganos linfoides primarios: Son los lugares donde se desarrollan y maduran las células inmunitarias, específicamente los linfocitos, antes de que sean expuestas a antígenos. Los principales criterios son:
Desarrollo y maduración de linfocitos: Es el sitio donde los linfocitos T y B se desarrollan y maduran.
Ambiente especializado: Proporcionan un ambiente adecuado para el desarrollo y la selección de linfocitos.
Ejemplos:
Médula ósea: Lugar de origen y maduración inicial de todos los tipos de células sanguíneas, incluidos los linfocitos B.
Timo: Sitio de maduración de los linfocitos T a partir de precursores que migran desde la médula ósea.
Órganos linfoides secundarios: Son sitios donde los linfocitos maduros se encuentran con antígenos, se activan y se desarrollan en respuesta a infecciones. Los criterios son:
Sitio de activación y proliferación: Aquí se activan los linfocitos en respuesta a antígenos y se lleva a cabo la respuesta inmune.
Estructura organizada: Tienen una estructura organizada que facilita la interacción entre células inmunitarias y antígenos.
Ejemplos:
Ganglios linfáticos: Actúan como filtros para la linfa y son sitios donde se activan los linfocitos en respuesta a patógenos.
Bazo: Filtra la sangre y es el sitio donde se eliminan los patógenos y se activan los linfocitos.
Amígdalas y tejidos linfoides asociados a mucosas: Capturan patógenos en las superficies mucosas y desencadenan respuestas inmunitarias locales.
Sistema inmune asociado a mucosas (MALT)
El sistema inmune asociado a mucosas (MALT, por sus siglas en inglés) es un conjunto de tejidos linfoides especializados ubicados en las mucosas que protegen las superficies expuestas a patógenos, como el tracto gastrointestinal, respiratorio y genitourinario.
Importancia del sistema linfático en el sistema inmunitario
Función de drenaje: El sistema linfático drena el exceso de líquido intersticial y lo devuelve al torrente sanguíneo, lo que ayuda a mantener el equilibrio de fluidos y facilita la eliminación de desechos metabólicos.
Transporte de linfa y células inmunitarias: Transporta linfa (que contiene células inmunitarias, proteínas y productos de desecho) desde los tejidos periféricos hacia los ganglios linfáticos y otros órganos linfoides, donde se lleva a cabo la activación de la respuesta inmunitaria.
Filtración y activación de la respuesta inmunitaria: Los ganglios linfáticos actúan como filtros para la linfa, atrapando patógenos y células anormales. En estos sitios, los linfocitos y otras células inmunitarias se activan en respuesta a la presencia de antígenos.
Transporte de antígenos y células presentadoras: El sistema linfático también facilita el transporte de antígenos desde los sitios de infección a los ganglios linfáticos y de células presentadoras de antígenos (como las células dendríticas), facilitando así la interacción con los linfocitos y la activación de la respuesta inmunitaria adaptativa.
Acción de las células NK (Natural Killer) en la respuesta inmune
Reconocimiento y eliminación de células alteradas:
Células infectadas por virus: Las células NK detectan y destruyen células infectadas por virus mediante la liberación de gránulos citotóxicos que contienen perforina y granzimas, que inducen la apoptosis de las células diana.
Células tumorales: También reconocen y eliminan células tumorales que no presentan las moléculas MHC normales en su superficie.
Mecanismos de acción:
Perforina: Forma poros en la membrana de la célula objetivo, permitiendo la entrada de granzimas.
Granzimas: Son serín-proteasas que inducen la apoptosis en la célula objetivo.
Receptores de activación e inhibición: Las células NK utilizan una combinación de receptores activadores e inhibidores para distinguir entre células propias y no propias, asegurando que sólo se eliminen las células que no presentan las señales normales del propio organismo.
Inmunidad
Se refiere a la capacidad del organismo para defenderse de patógenos, toxinas y células dañinas (como las tumorales). Puede ser innata (presente desde el nacimiento) o adaptativa (adquirida y específica tras la exposición a antígenos).
Sistema inmunitario
Es el conjunto de órganos, células, tejidos y moléculas que trabajan en conjunto para mantener la inmunidad. Incluye órganos linfoides (primarios y secundarios), células especializadas (linfocitos, macrófagos, neutrófilos, etc.) y moléculas (anticuerpos, citoquinas, etc.).
Respuesta inmunitaria
Es el proceso que se desencadena cuando el sistema inmunitario detecta un agente extraño (antígeno). Implica la activación de células inmunitarias y mecanismos moleculares para eliminar el agente. Puede ser innata (rápida, no específica) o adaptativa (más lenta, específica y con memoria inmunológica).
Ejemplos representativos de barreras físicas, químicas, enzimáticas y microbiológicas
Físicas: La piel es la principal barrera física, impidiendo la entrada de patógenos. También, el epitelio de las mucosas, que cubre superficies internas como el tracto respiratorio y gastrointestinal, actúa como barrera física.
Químicas: Los ácidos y enzimas presentes en secreciones corporales. Ejemplo: el ácido clorhídrico en el estómago crea un ambiente hostil para la mayoría de los microorganismos, y las lágrimas contienen lisozima, una enzima que destruye las paredes bacterianas.
Enzimáticas: Las proteínas del complemento, que pueden perforar la membrana de bacterias. También están las defensinas, presentes en las células epiteliales, que son péptidos antimicrobianos capaces de dañar la membrana de patógenos.
Microbiológicas: La microbiota normal que habita en la piel, el intestino y otros lugares, compite con patógenos por nutrientes y espacio, limitando su crecimiento. Un ejemplo importante es la flora intestinal.
Características principales del proceso ontogénico de las células del sistema inmune
El proceso de desarrollo de las células del sistema inmunitario comienza en la médula ósea, donde se encuentran las células madre hematopoyéticas pluripotentes. De estas células madre surgen dos grandes líneas celulares: Línea mieloide: Da origen a los macrófagos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos, células dendríticas y megacariocitos (que producen plaquetas). La mayoría de estas células participan en la inmunidad innata. Línea linfoide: Da lugar a los linfocitos T, linfocitos B y las células NK. Los linfocitos B maduran en la médula ósea (produciendo anticuerpos), mientras que los linfocitos T maduran en el timo y son clave en la inmunidad adaptativa. Durante la hematopoyesis, las células madre pasan por diferentes estadios de diferenciación, guiadas por señales de crecimiento, citoquinas y factores de transcripción específicos. La diferenciación se organiza en: Progenitor mieloide común (CMP) y Progenitor linfoide común (CLP)
Criterios que definen a un órgano linfoide primario y a uno secundario
Órganos linfoides primarios: Son aquellos en los que las células inmunitarias se desarrollan y maduran. Aquí se lleva a cabo el proceso de diferenciación y selección para garantizar que las células del sistema inmune no reaccionen contra los propios antígenos. Médula ósea maduración de los linfocitos B y producción de todas las células inmunitarias. Timo maduran los linfocitos T.
Órganos linfoides secundarios: Son los sitios donde las células inmunitarias se activan y responden a los antígenos. En estos órganos, los linfocitos interactúan con los antígenos presentados y con otras células inmunitarias para generar una respuesta inmunitaria adaptativa. Ganglios linfáticos: Filtran la linfa en busca de patógenos y permiten la activación de linfocitos, Bazo, Tejido linfoide asociado a mucosas (MALT): Incluye las amígdalas, placas de Peyer y el tejido linfoide asociado al tracto respiratorio.
¿Cuál es la importancia del sistema linfático en el sistema inmunitario?
Drenaje y filtración de fluidos: Recoge el exceso de líquido intersticial de los tejidos y lo devuelve al torrente sanguíneo. Este líquido, llamado linfa, es filtrado en los ganglios linfáticos, donde se eliminan antígenos y agentes patógenos.
Transporte de células inmunitarias: La linfa transporta células inmunitarias, como linfocitos y células dendríticas, a través de los ganglios linfáticos y hacia los órganos linfoides secundarios, donde pueden activarse ante la presencia de antígenos.
Presentación de antígenos: Los ganglios linfáticos son puntos clave donde las células presentadoras de antígenos (como las células dendríticas) interactúan con linfocitos T y B para iniciar la respuesta inmune adaptativa.
Maduración y activación de linfocitos: En los ganglios linfáticos se produce la activación y proliferación de linfocitos en respuesta a la detección de patógenos.
¿A qué se denomina inmunidad humoral e inmunidad celular y quiénes son sus efectores principales?
Inmunidad humoral: Es la rama de la respuesta inmune adaptativa mediada principalmente por los anticuerpos producidos por los linfocitos B. Estos anticuerpos circulan por la sangre y las secreciones mucosas, donde neutralizan patógenos extracelulares, opsonizan (marcan para fagocitosis) y activan el sistema del complemento. Efectores principales: Linfocitos B, plasmocitos (que secretan anticuerpos), inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM, IgE).
Inmunidad celular: Es la respuesta adaptativa mediada por los linfocitos T. Estos linfocitos reconocen antígenos presentados por las células presentadoras de antígenos (APC) y destruyen células infectadas o tumorales o activan a otras células inmunes. Efectores principales: Linfocitos T citotóxicos (CD8+), linfocitos T cooperadores (CD4+), que activan macrófagos, linfocitos B, y otras células del sistema inmune.
Sistemas de reconocimiento que utiliza el sistema inmunitario para distinguir entre “lo propio” y lo “no propio”
Receptores de reconocimiento de patrones (PRRs): Son receptores innatos presentes en células como macrófagos y células dendríticas, que reconocen patrones moleculares asociados a patógenos (PAMPs) o señales de peligro celular (DAMPs). Ejemplos incluyen los receptores tipo Toll (TLRs). Estos receptores se encuentran en la superficie o en compartimentos intracelulares de las células inmunes.
Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC):
MHC-I: Está presente en casi todas las células nucleadas y presenta péptidos derivados de proteínas intracelulares. Las células NK y los linfocitos T citotóxicos reconocen péptidos anómalos presentados por MHC-I y atacan a las células infectadas o tumorales.
MHC-II: Se encuentra en células presentadoras de antígenos como macrófagos, células dendríticas y linfocitos B. Presenta antígenos extracelulares a los linfocitos T cooperadores.
Tolerancia inmunológica: Mecanismo mediante el cual las células del sistema inmune aprenden a no atacar lo propio. Se desarrolla principalmente en los órganos linfoides primarios (médula ósea y timo) durante el proceso de selección negativa.
Cómo actúan los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos, basófilos y mastocitos) en la respuesta inmune
Neutrófilos: Son los primeros en llegar al sitio de infección. Realizan fagocitosis de bacterias y otros patógenos, y liberan enzimas líticas y especies reactivas de oxígeno para destruirlos. También producen redes extracelulares de neutrófilos (NETs) para atrapar patógenos.
Eosinófilos: Están involucrados principalmente en la defensa contra parásitos y en las reacciones alérgicas. Liberan proteínas tóxicas (como la proteína básica mayor) y citoquinas que promueven la inflamación y el reclutamiento de otras células inmunes.
Basófilos: Participan en las reacciones alérgicas y la respuesta inflamatoria. Liberan histamina, que contribuye a la vasodilatación y al aumento de la permeabilidad vascular, facilitando el acceso de otras células inmunes al sitio de infección.
Mastocitos: Residen en los tejidos y se activan durante la exposición a alérgenos o patógenos. También liberan histamina, leucotrienos y otros mediadores inflamatorios, lo que causa inflamación y vasodilatación. Son cruciales en las reacciones alérgicas y en la defensa frente a patógenos externos.
Cómo actúan las células NK en la respuesta inmune
Las células NK (Natural Killer) son parte de la inmunidad innata y tienen un papel clave en la eliminación de células infectadas por virus y células tumorales. No requieren presentación de antígenos específicos, pero responden a la falta o alteración de moléculas MHC-I en la superficie celular. Las células NK liberan perforinas, que crean poros en la membrana de la célula diana, y granzimas, que inducen la apoptosis (muerte celular programada). Además, secretan citoquinas como el interferón gamma (IFN-γ) para activar a otras células inmunes, como los macrófagos.
¿A qué denominamos sistema mononuclear-fagocítico, quiénes lo integran y cuál es su papel en la respuesta inmunitaria?
El sistema mononuclear-fagocítico (también llamado sistema reticuloendotelial) está compuesto por una red de células especializadas que cumplen funciones de fagocitosis y son esenciales en la respuesta inmunitaria. Este sistema incluye: Monocitos: Células presentes en la sangre, que migran hacia los tejidos y se diferencian en macrófagos. Macrófagos: Presentes en los tejidos y órganos. Actúan como fagocitos profesionales que eliminan patógenos, restos celulares y tejidos dañados. Células dendríticas: Participan en la fagocitosis y son fundamentales en la presentación de antígenos para activar linfocitos T.
Papel en la respuesta inmunitaria: Fagocitosis: Eliminan microorganismos, células muertas o dañadas, y otras partículas extrañas. Presentación de antígenos: Procesan y presentan antígenos a los linfocitos T, iniciando la respuesta adaptativa. Liberación de citoquinas: Modulan la inflamación y la respuesta inmune al reclutar otras células inmunitarias.
¿Qué función cumple una célula presentadora de antígenos? Da ejemplos.
Las células presentadoras de antígenos (CPA) son responsables de procesar y presentar fragmentos de antígenos a los linfocitos T para iniciar y regular la respuesta inmune adaptativa. Células dendríticas: Las CPA más eficientes, ubicadas en tejidos como la piel (células de Langerhans). Macrófagos: Fagocitan patógenos y presentan antígenos, aunque no son tan especializadas como las dendríticas. Linfocitos B: También pueden actuar como CPA al presentar antígenos específicos a linfocitos T helper (CD4+). Su función principal es presentar los antígenos procesados en el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) a los linfocitos T.
¿Qué relación existe entre las células presentadoras de antígenos y los antígenos de histocompatibilidad?
Las CPA presentan los antígenos procesados en las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) en su superficie. MHC clase I: Presenta antígenos a linfocitos T citotóxicos (CD8+), típicamente de origen intracelular (como virus). MHC clase II: Presenta antígenos a linfocitos T helper (CD4+), de origen extracelular (bacterias, toxinas). Esta interacción entre las CPA y el MHC es esencial para la activación de los linfocitos T y la iniciación de la respuesta inmunitaria adaptativa.