Vol. II Flashcards
Falacia ignoratio elenchi o conclusión irrelevante
Es una falacia en la que se presenta un argumento que puede o no ser por sí mismo válido, pero que prueba o concluye una proposición diferente a la que debería probar o concluir. Se trata de eludir la cuestión.
Ej:
“El acusado conducía bebido cuando pasó el semáforo en rojo y atropelló a dos peatones”. “Mi cliente es una buena persona, tiene un expediente académico impecable, va a misa todos los domingos y colabora en varias ONG ayudando a gente necesitada. ¿Cómo pueden pensar que mi cliente iba a conducir bebido y pasarse un semáforo en rojo?” → Lo que está argumentando el abogado defensor no tiene nada que ver con el hecho del delito.
*Falacia red herring o pista falsa: similar al ignoratio elenchi, es una maniobra de distracción, intencionada o accidental. También es un recurso literario.
Falacia de composición
“Las partes representan el todo”
Es una falacia informal que consiste en creer que una determinada parte de un todo es la que caracteriza a todo el conjunto en sí mismo.
Ej:
Si alguien se levanta de su asiento, puede ver mejor. Por lo tanto, si todos se ponen de pie, todos pueden ver mejor.
Si un corredor corre rápido, puede ganar la carrera. Por lo tanto, si todos los corredores corren rápido, todos pueden ganar la carrera.
Falacia de división
“El todo representa las partes”
Es una falacia informal que consiste en inferir que el todo caracteriza a todas sus partes. Es el inverso de la falacia de composición.
Ej:
El sabor del guacamole es sabroso, por lo que los componentes con que se elabora (aguacate, sal, limón, chiles) también lo son.
Falacia ad ignoratiam y falacia del quietismo
Es una falacia informal que consiste en defender una proposición argumentando que no existe prueba de lo contrario, diciendo la incapacidad de un oponente a presentar pruebas convincentes de lo contrario. Quienes argumentan de esta manera no basan su argumento en el conocimiento, sino en la falta de este, es decir, en la ignorancia.
La inexistencia de evidencia es evidencia de inexistencia.
Ej:
a) No se puede probar la existencia de Dios. Ergo, Dios no existe.
La falacia del quietismo consiste en suponer que si nadie se queja, entonces nadie tiene el derecho de quejarse. Esto es similar a la idea de que el silencio es consentimiento o acuerdo:
“No entiendo por qué han abolido el castigo corporal en las escuelas. Cuando yo era alumno había castigo corporal y ninguno de los alumnos ni de los padres se quejaba.”
La ausencia de queja corrobora la veracidad de un hecho y, por lo tanto, es falaz esta idea.
Falacia a silentio
Es una falacia en la que se extrae una conclusión basada en el silencio o ausencia de evidencia. El yerro en los razonamientos que parten de la falacia a silentio se encuentra en que del silencio frente a determinado tema no puede desprenderse una conclusión cierta, pues la falta de evidencia no es prueba de ausencia.
Ej:
A: ¿Sabes dónde vive María?
B: Sí, lo sé.
A: ¿Dónde vive?
B: No pienso decírtelo.
Entonces A podría llegar a la conclusión de que B no sabe realmente dónde vive María, pero dicha conclusión no tiene por qué estar justificada; quizá B simplemente no quiere decírselo o lo considera un dato confidencial.
Falacia de asociación
Es una falacia inductiva en la que se afirma que las cualidades de un objeto específico se corresponden con las de un grupo general, mediante una relación intrascendente. Se sostiene que las cualidades de uno son intrínsecamente o esencialmente cualidades de otro simplemente por asociación.
A está asociado al grupo B
Para A es cierto C
Ergo, para B es cierto C
Ej:
Bush quiere invadir Irak. Bush es un republicano. Por consiguiente, todos los que apoyan la invasión de Irak son republicanos o, en su defecto, todos los republicanos apoyan la susodicha invasión.
Para combatir esta falacia hay que hacer notar que tener algo en común no implica ser lo mismo. Es decir, hay que poner de relieve la separación con el grupo.
Falacia de falsa equivalencia
Es una falacia lógica que describe una situación donde hay una equivalencia aparentemente lógica, pero en realidad no hay ninguna.
Si A tiene la propiedad C y D, y B tiene la propiedad D y E, entonces A y B son equivalentes ya que ambas contienen la propiedad D.
En este caso es cierto que A y B contienen la propiedad D, pero ello no hace que A y B sean equivalentes, ya que ambas poseen propiedades únicas que no son compartidas.
Las siguientes frases son ejemplos de falacias de falsa equivalencia:
“Ambos son mascotas muy suaves; ergo, no hay diferencia entre un perro y un gato.”
“Todos nacimos desnudos; ergo, no existen diferencias entre las personas.”
Afirmación del consecuente
Constituye una falacia de esta índole al tomar una afirmación verdadera e incorrectamente afirmar su recíproca. Es un error porque el consecuente puede tener otras razones ocurrir aparte de su inverso. Los argumentos de esta forma son inválidos porque la verdad de las premisas no siempre garantiza la verdad de la conclusión.
Ej:
Si está nevando, entonces hace frío.
Hace frío.
Por lo tanto, está nevando.
Negación del antecedente
Hermana de la afirmación del consecuente, se comete al tomar una afirmación condicional verdadera («si pasa A, entonces pasará B»), e incorrectamente afirmar su inversa («si no pasa A, entonces no pasará B»). Esto es un error, porque el consecuente B puede tener otras razones para ocurrir (o para no ocurrir) aparte de A.
Ej:
Si estudio, aprobaré.
No estudié.
Por lo tanto, no aprobaré.
La primera premisa solo nos da información sobre lo que sucederá si estudio, pero no dice nada sobre lo que sucederá si no estudio. Podría ser que tenga suerte o me copie, y que por lo tanto apruebe, aun sin haber estudiado.
Falacia del accidente
La falacia del accidente consiste en aplicar una regla general a un caso particular, cuyas circunstancias accidentales hacen que la regla sea inaplicable.
Por ejemplo: Todos los que matan a otro cometen un delito punible. X mató a Y. Ergo, X cometió un delito punible.
Generalización apresurada o falacia del accidente inverso
Es una falacia informal que se comete al inferir una conclusión general a partir de una prueba insuficiente. Una generalización apresurada puede dar lugar a una mala inducción y por tanto a una conclusión errónea. Es el principal error del problema de inducción.
Ej:
Juan es alto y es rápido.
María es alta y es rápida.
Matías es alto y es rápido.
Por lo tanto, todas las personas altas son rápidas.
Concluir que todas las personas altas son rápidas, porque haya tres que lo sean, es una generalización apresurada. Es muy probable que haya personas que sean altas y que sin embargo no sean rápidas.
Falacia post hoc (correlación temporal)
“Post hoc ergo propter hoc”. Es un tipo de falacia que afirma o asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es consecuencia del primero. Es similar al cum hoc ergo propter hoc, pues la correlación de los eventos no implica la causalidad. Sin embargo, esta falacia yace en la correlación temporal, mientras que la otra en la correlación estadística o causal.
a) El acontecimiento A sucedió antes que el acontecimiento B.
b) Por lo tanto, A debe haber causado B.
Ej:
El gallo siempre canta antes de que salga el sol.
Por lo tanto, el canto del gallo provoca que salga el sol.
Falacia cum hoc (correlación causal)
“Cum hoc ergo propter hoc: correlación no implica causalidad”. Es una falacia que se comete al inferir que dos o más eventos están conectados causalmente porque se dan juntos. La falacia consiste en inferir que existe una relación causal entre dos o más eventos por haberse observado una correlación estadística entre ellos.
Ej:
a) Muchos consumidores de cannabis tienen problemas psiquiátricos, y mucha gente con problemas psiquiátricos consume cannabis.
b) Por lo tanto, el consumo de cannabis causa problemas psiquiátricos.
Falacia de la causa simple
Es una falacia de causalidad que ocurre cuando se asume que existe solo una simple causa para un resultado cuando en realidad puede haber un conjunto específico o suficiente de causas que lo hayan provocado.
Falacia tu quoque
Al argumento que consiste en rechazar un razonamiento, o considerarlo falso, alegando la inconsistencia de quien lo propone. Es una variante de la falacia ad hominem. Responde a la estructura “y tú también” o “y tú mas”.
Ej: “Thomas Jefferson decía que la esclavitud estaba mal. Sin embargo, él mismo tenía esclavos”.
Por lo tanto se deduce que no puede tener un argumento válido al respecto de la esclavitud por él mismo, tener esclavos, lo cual no define la validez o invalidez de su argumento.