Vol. I Flashcards
Falacia ad hominen
Consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de esta.
A: «El Estado no está garantizando las necesidades básicas de todos los individuos».
B: «Usted nunca tuvo necesidades, no puede hablar sobre lo que hace el Estado».
Falacia del espantapájaros
Se da la impresión de refutar un argumento, pero se hace a través de una idea que no va en la línea de argumentación de la discusión, por lo que no se refuta debidamente el tema de fondo.
Se puede manifestar a través de la refutación de un argumento que nunca dijo la contraparte, la tergiversación de las palabras o la objeción de una idea que no va en sintonía con la discusión.
A: “No considero apropiado que los adolescentes vayan solos de vacaciones”.
B: “Usted lo que quiere es obligarlos a estar encerrados en casa y que no tengan vida social”.
Falacia ad populum
Implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la supuesta opinión que de ello tiene la gente en general, en lugar de al argumento por sí mismo.
«Este artista debe de ser muy bueno, ya que millones de fanes no pueden estar equivocados».
«Esta marca es la marca líder en Europa; por eso, deberías comprar sus productos».
Falacia ad lazarum
Es una falacia que consiste en afirmar que lo dicho por alguien es cierto porque el hablante es pobre o carece de recursos económicos.
A afirma B;
A es pobre,
Por tanto, B es cierto.
Falacia ad crumenam
Es una falacia que consiste en concluir que algo es cierto porque quien lo propone es rico.
A afirma B;
A es rico;
Por tanto, B es cierto.
Falacia del falso dilema
Consiste en exponer dos opciones como las únicas posibles. A través del principio del tercer excluido, establece una contrariedad como una contradicción.
«¿Está usted con nosotros o con las fuerzas del mal?»
Falacia ad nauseam
Es una falacia en la que se argumenta a favor de un enunciado mediante su prolongada reiteración, por una o varias personas.
A afirma B.
B se repite constantes veces en la conversación.
Por lo tanto, B termina volviéndose verdadero.
Falacia ad antiquitatem (apelación a la tradición)
Es una falacia lógica que consiste en afirmar que, si algo se ha venido haciendo o creyendo desde hace tiempo, entonces es que está bien o es verdadero.
La veracidad de un argumento no depende de si este es nuevo o antiguo, sino de los hechos y evidencias que lo apoyan.
Ej: “La sociedad siempre se ha desplazado montada a caballo. No hay por qué viajar ahora en coche”. “Debe de ser una mala idea porque nadie lo ha hecho antes”.
Falacia ad novitatem
Es una falacia lógica que sostiene que una idea es correcta o mejor simplemente por ser más moderna, más reciente o más nueva.
La apelación a la novedad es muy utilizada en publicidad, asegurando que un producto es mejor por el mero hecho de ser nuevo.
Ej: “Eso que dices lo decían las personas del siglo XIX, mientras que mi idea es más actual; por lo tanto, te equivocas y yo tengo razón”.
Falacia ad verecundiam (apelación a la autoridad)
Consiste en defender algo como verdadero porque quien es citado en el argumento tiene autoridad en la materia.
Ej: «La raíz cuadrada de 2 es irracional, porque así lo dijo Euclides». «El cielo es celeste, porque así lo dice Newton».
Falacia ad baculum (apelación a la fuerza)
Es una falacia que implica sostener la validez de un argumento basándose en la fuerza, en la amenaza o en el abuso de la posición propia; en otras palabras: «La fuerza hace el derecho».
A: “Yo pienso que los gatos no se les debe dejar en libertad en la calle, porque causan muchas muertes innecesarias de otros animales”.
B: “Pues yo tengo un gato, y me da igual lo que pienses, porque yo a mi gato lo dejaré estar libremente fuera de casa”.
“Si no pagas tus impuestos, entonces te embargarán tu sueldo y tus propiedades; por lo tanto, si no quieres verte convertido en un indigente debes pagar tus impuestos” (la proposición indica que, si no pagas tus impuestos, el desenlace principal será que acabarás preso, y no que el publicano recaudará menos dinero para financiar servicios públicos, el motivo para que existan los impuestos en primer lugar).