La vida es sueño Flashcards
El teatro barroco
El teatro del Barroco es la época de máximo esplendor del teatro español. El objetivo del este teatro era hace publicidad de la corona y se representaba en los corrales de comedias y los patios interiores (con escenarios, cazuelas, aposentos, galerías, gradas…). Se ajustaba el horario en función de la luz natural y la actuación se dividía en tres jornadas, separadas por loas, entremeses y jácaras, para que el escenario nunca quedará vacío.
Lope de Vega publica el 1609 el “Arte nuevo de hacer comedias” y establece así las bases de un nuevo teatro: la comedia nueva. Esta tiene la función de entretener al público y ofrecerles una enseñanza (frecuentemente, propagandística a favor del rey). Se escribe en verso, con una métrica variada (polimétrica). Los tipos de metros se ajustan a la situación: los romances para diálogos y narraciones, las redondillas para las escenas de humor, las décimas para las quejas… La obra se debe de dividir en tres jornadas, y se rompe con la unidad de espacio y tiempo, sin seguir estrictamente la de acción. Se combina tanto la comedia y la tragedia, para reflejar la vida misma, y se tratan temas del amor y del honor. Se presenta una mezcla de personajes pertenecientes a las diferentes clases sociales, cada uno con su decoro: un rey joven injusto, un rey viejo justo, un noble como antagonista y el galán como caballero impulsado por el amor, la dama noble con el objetivo de recuperar el honor y su padre y, finalmente, el donaire y la criada como personajes cómicos.
Los planos políticos, filosóficos, teológicos y morales
En el plano político, Calderón, en primer lugar, realiza una crítica a la actuación de Basilio, quien encierra a su hijo, privando al pueblo del verdadero heredero. En segundo lugar, critica la revuelta del pueblo en contra del rey, para liberar al príncipe encerrado. Esto culmina con Segismundo, al final de la obra, restituyendo el poder al su padre, el monarca, y castigando al iniciador de la revuelta. De manera que, Calderón da a entender que no se puede ir en contra del orden establecido.
En el plano filosófico, a través de los soliloquios de Segismundo, se establece la confusión entre la realidad y la imaginación. Según el catolicismo, la vida terrenal es menos relevante a la vida eterna, que viene después de la muerte. De aquí viene la constante comparación de Segismundo entre la vida y el sueño, ya que la verdadera vida empieza una vez el individuo fallece. Además, se trata el tema del neoplatonismo: la torre es la caverna y Segismundo el prisionero, que es consciente de su situación y que cree ser una bestia. Rosaura es su luz, su sol, quien le guía a evolucionar como persona y a acercarse a la razón y la justicia. Es ella quien le permite convertirse en un rey justo.
En el plano teológico, Calderón defiende la idea católica del libre albedrío frente al determinismo del protestantismo. Esto lo logra a través de los personajes de Basilio y Segismundo: Basilio, en un principio, se basa en el determinismo astrológico y encierra a su hijo en la torre. Pero, reconoce la importancia de las segundas oportunidades y permite a su hijo elegir su propio destino. Esta evolución es clave, ya que muestra que el humano tiene la libertad de decidir.
En el plano moral, se argumenta que el individuo puede elegir entre el bien y el mal: en la primera visita al palacio, Segismundo elige hacer el mal y es un tirano violento, de acuerdo con el vaticinio de los hados. Pero, en su segunda visita, elige hacer el bien, restituye el poder del monarca y se convierte en un rey justo. También se debate entre la razón y las pasiones. Según la moral cristiana y el pensamiento católico, el individuo debe de controlar las pasiones y la prudencia debe de triunfar para llegar a la libertad individual. Finalmente, el personaje de Basilio, quien cree que sus conocimientos científicos pueden conocer el destino y quien priva a su hijo de una educación propia de un príncipe, reconoce su error al final de la obra, mostrando que el hombre tiene la libertad de elegir y no está atado a su destino.
Basilio
Basilio falla en todos los planos de la obra: político, filosófico, teológico y moral.
Como padre, priva a su hijo de una educación apropiada para un futuro rey, lo que causa el comportamiento salvaje y violento de su hijo. No asume su responsabilidad de padre para proporcionar a su hijo con una educación y formación moral. Como rey, priva a su pueblo del verdadero heredero, la identidad de quien mantiene un secreto y a quien encierra en una torre. Esto causa la revuelta del pueblo, quienes están en contra del sustituto extranjero: Astoflo. Finalmente, desobedece a la ley divina, de Dios. Se obsesiona con la ciencia astrológica y con la predestinación y no entiende que Dios permite al hombre elegir su propio camino.
A pesar de esto, al final de la obra, reconoce su error (en todos los aspectos), lo que refuerza los argumentos de la segunda oportunidad y el libre albedrío de Calderón.
Segismundo
Es el personaje principal y central de la obra, quien ha sido encerrado en una torre durante toda su vida, debido al vaticinio de los hados, quienes le proclamaron tirano. Es consciente de su situación y conoce que con él se ha cometido una injusticia. Por esa razón, se rebela ante su destino, lo que se manifiesta en las dos primeras jornadas, durante los soliloquios en la torre y la actuación violenta en el palacio. A pesar de esto, mediante el libre albedrío, el príncipe consigue superar esa rebeldía y vencerse a sí mismo. Consigue controlar sus pasiones y sacrificar su propia felicidad por el bien del reino (casando a Rosaura, su luz, con Astolfo).
Rosaura
Rosaura sigue los tópicos de la comedia nueva de la dama deshonrada, vestida de varón y producto de una relación extramatrimonial. Proviene de Moscovia, en busca de vengarse y recuperar su honor ante el hombre quien la abandonó, Astolfo. Su historia sigue un paralelismo con el de Segismundo: ambos son abandonados por sus padres y quieren conocer sus identidades. El padre de Rosaura es Clotaldo, quien intenta ayudar a recuperar su honor, pero fracasa. Su función principal es la de ser una guía para Segismundo, es quien le acerca a la razón y la justicia. Sin ella, el príncipe no podría superar el carácter tirano definido en la predicción de los astros.
Clarín
Clarín es el personaje del “gracioso” o donaire, que sirve para romper con el dramatismo de la obra. Aun así, Calderón reduce los rasgos cómicos en este personaje, que tiende hacia un carácter mucho más trágico de lo habitual. Cumple la función de sirviente en las tres jornadas: en la primera, de Rosaura, en la segunda, de Clotaldo y en la última, de Segismundo. Su muerte durante la batalla es un punto de inflexión en la obra, ya que es lo que permite a Basilio reconocer su error y aceptar a su hijo como rey.
La estructura de la obra
La obra sigue con la unidad de acción, aunque tiene dos intrigas. La principal sigue a Segismundo, heredero al trono de Polonia, encerrado por su padre a causa de la predicción de los astros. La secundaria sigue a Rosaura, dama que proviene de Moscovia a Polonia en busca de venganza ante el hombre quien la ha deshonrado y abandonado, Astolfo. Estas intrigas se intercalan a partir de la primera jornada, cuando ambos personajes comparten el sentimiento de sufrimiento en la torre.
Sus historias siguen un paralelismo durante toda la obra, ambos han sido abandonados por sus padres. Estos intentan recuperar el honor de sus hijos, pero fracasan. Estos personajes tienen tres encuentros, en el que comparten ciertas similitudes: en el primer encuentro, Segismundo viste con pieles y Rosaura de varón, no conocen sus identidades, están perdidos. En el segundo encuentro, Segismundo viste de monarca y Rosaura de dama de compañía. Van vestidos de acuerdo con su condición, pero aún no han conseguido sus objetivos. En el tercer encuentro, Segismundo va vestido de pieles, Rosaura lleva una espada (arma propia de varón), pero ambos consiguen encontrar su identidad (de rey y de dama noble).
A pesar del fracaso de sus figuras paternas, Segismundo y Rosaura consiguen crear su propio destino ayudándose mutuamente: Rosaura actúa como luz para Segismundo, le acerca a la razón. Mientras que, Segismundo casa a Astolfo y a Rosaura, recuperando así su honra.
El estilo
En esta obra encontramos la polimetria, propia de la comedia nueva. Aparecen silvas, series indefinidas de versos heptasílabos y endecasílabos; romances, versos octosílabos con rima asonante en los pares; redondillas, estrofas de cuatro versos octosílabos con rima consonante; décimas, estrofas de diez versos octosílabos de rima consonante; y las quintillas, estrofas de cinco versos octosílabos con rimas consonantes de combinación libre que no pueden repetirse en tres versos seguidos, ni puede acabar en pareado ni puede quedar un verso libre.
Según Lope de Vega, cada tipo de metro debía de adecuarse a una situación concreta. Las redondillas eran apropiadas para asuntos románticos o cómicos, las décimas para las quejas y los romances para diálogos y narraciones. Calderón sigue estas normativas, pero, añade la silva y la quintilla.
El tiempo y espacio
La obra transcurre en la época contemporánea del autor. Esto es debido a que la representación pretendía hacer propaganda de la corona y, por lo tanto, se debía de hablar sobre un tema actual y relevante para ese tiempo. Respecto al tiempo interno, encontramos que cada jornada dura alrededor de un día y que las dos primeras jornadas transcurren durante dos sucesivos días. Esto se entiende a partir del plan de Basilio, que comenta en la primera jornada que liberará a su hijo “mañana” y, en la segunda jornada, Segismundo se despierta en el palacio. A partir del contexto, comprendemos que la tercera jornada transcurre al cabo de unos días del segundo, ya que el pueblo ha tenido suficiente tiempo para rebelarse y encontrar una forma de liberar al verdadero heredero del trono.
En cuanto al espacio, la obra transcurre en Polonia, un país lejano a España, para que el público no interprete la representación como una crítica a la monarquía española. Los dos espacios principales de la obra son la torre y el palacio, ambos cerrados, que se intercalan durante las dos primeras jornadas, hasta que, en el desenlace de la tercera, se nos presenta un espacio abierto. Al final de la obra, los personajes se encuentran en un campo de batalla, un espacio natural, es decir, en la creación de la divinidad. Esto simboliza que Dios acepta y quiere que Segismundo sea el victorioso, ya que la ley divina le ha elegido como heredero al trono.
Por lo tanto, Calderón sigue las normas de la comedia nueva, que proponen romper con la unidad de espacio y de tiempo del teatro clásico.
Contextualización
Pedro Calderón de la Barca, dramaturgo destacado del Siglo de Oro y figura del Barroco, nace en Madrid el 1600 y muere el 1681. Formado por los jesuitas, escribe teatro bajo el patrocinio del rey y se enfrenta a conflictos con los sectores religiosos. Se le considera el sucesor de Lope de Vega, el autor del “Arte nuevo de hacer comedias”. Su producción abarca 110 comedias, 80 autosacramentales y otras obras menores, que combinan recursos del conceptismo y del culteranismo. Se divide en dos etapas, en la primera, escribe sobre temas religiosos, amorosos e históricos. Mientras que, en la última, adapta un estilo poético-simbolista y se influye en el neoplatonismo y Aristóteles. “La vida es sueño” pertenece a este segundo período y es su obra más emblemática que trata cuestiones filosófico-religiosas.