parte 4 Flashcards
Los reformadores del siglo XIX se dividen en dos grupos:
aquellos que consideran al estado perjudicial y buscan su destrucción por estar controlado por los capitalistas, y aquellos que creen que el estado es necesario como instrumento para lograr cambios positivos. Estas corrientes están representadas por los anarquistas y los socialistas, respectivamente. Los primeros pensadores de estas corrientes son conocidos como “utópicos”, quienes pintan un mundo ideal sin precisar cómo alcanzarlo. Entre ellos destacan Henri de Saint-Simon, Charles Fourier y Robert Owen.
• Saint-Simon
propone un nuevo cristianismo que enfatiza la fraternidad humana sobre el afán de lucro, aboga por la socialización de la propiedad y la supresión de la herencia. Cree en un gobierno dirigido por científicos, una dictadura de los más capacitados.
Fourier
- se opone a la propiedad, la herencia, la industria y el comercio, proponiendo un sistema de trueque directo entre productor y consumidor.
Owen
implementó sus ideas en la práctica, creando condiciones laborales más humanas en su fábrica.
• El socialismo utópico
busca reformas sociales, pero con enfoques diferentes.
Saint-Simon que propone
propone una revolución dirigida por los más capacitados, Fourier rechaza la industrialización y Owen adopta un enfoque más reformista.
El socialismo utópico info
• Otras teorías, como las de Blanqui y Blanc, son más radicales, abogando por la lucha armada y un gobierno fuerte para proteger a los pobres. Este contexto prepara el terreno para la aparición del anarquismo y el marxismo, que representan posturas políticas irreconciliables en cuanto a la visión del hombre socialista.
El comunismo marxista
• Es importante distinguir entre “marxismo”, “socialismo científico” y “comunismo”.
El marxismo
es principalmente un método de análisis económico-político y, dentro de lo posible, pretende emplear el método científico como base de sus teorizaciones, también conocido como socialismo científico.
• El comunismo
se refiere más a un programa de acción política basado en la crítica del capitalismo hecha por Marx, con la colectivización de los instrumentos de producción como su piedra angular.
• Carlos Marx,
nacido en Alemania en 1818, fue un destacado intelectual dedicado a la política desde temprana edad. Su obra más conocida, “El capital”, es un profundo análisis del capitalismo y sus dinámicas económicas, escrito en colaboración con Friedrich Engels. Marx identificó en la historia humana dos principios fundamentales: “clase” y “explotación”, criticando el orden capitalista por la concentración de riqueza y la miseria que provoca. Predijo que el capital se concentraría cada vez más en manos de unos pocos, lo que eventualmente conduciría al derrumbe del capitalismo.
Lenin
inspirado en las ideas de Marx, adaptó el marxismo a la realidad rusa, donde las condiciones eran diferentes a las previstas por Marx. Lenin enfatizó la necesidad de la lucha de clases, la inevitabilidad de la revolución proletaria y la imposibilidad de una transición pacífica del gobierno burgués al gobierno obrero. Tras su muerte, Stalin asumió el liderazgo y buscó fortalecer a la Unión Soviética como potencia internacional y difundir el comunismo globalmente, aunque con interpretaciones que diferían de las de Lenin.
el comunismo marxista
• Después de Stalin, las interpretaciones del marxismo-leninismo continuaron divergiendo, con figuras como Khrushchev proponiendo variantes que no coincidían con la teoría original de Marx y Lenin. Varias ramas del marxismo-leninismo surgieron, como el maoísmo, el titoísmo, el fidelismo y el eurocomunismo, cada una con sus propias interpretaciones y prácticas.
El comunismo utópico
• la culminación del proceso histórico delineado por Carlos Marx se asemeja a las utopías concebidas por otros pensadores dentro de la tradición socialista. En esta fase final, el verdadero comunismo, se vislumbra una sociedad sin clases ni explotación, donde la abundancia de bienes propicia una era dorada en la que todos comparten y conviven sin necesidad de la autoridad coercitiva del Estado. Para muchos, esto representa una utopía inalcanzable.