Isquemia arterial aguda Flashcards
Frecuencia y gravedad de la isquemia arterial aguda
Urgencia vascular más frecuente, la gravedad depende de la velocidad de instauración, circulación colateral, localización y progresión del trombo en el árbol arterial.
Causas de la isquemia arterial aguda
Embolia (más frecuente) y trombosis in situ. 90% de las embolias se deben a FA (la más frecuente), estenosis mitral, IAM, etc.
La trombosis se da en portadores de injertos o prótesis endovasculares o iatrogena en manipulaciones intravasculares.
Cuadro clínico de la isquemia arterial aguda
5P (dolor, parestesia, palidez, ausencia de pulso y parálisis).
El dolor es muy agudo y esta presente en la mayoría, la parálisis (dato tardío) y parestesia indican gravedad y cuando están presentes suele haber gangrena. La ausencia del pulso confirma el diagnostico y ubica el punto de oclusión.
Sitio más común de isquemia arterial aguda por embolismo
Suelen localizarse en la bifurcación de arterias principales por la disminución del calibre arterial, la femoral es la más afectada.
Diagnóstico de la isquemia arterial aguda
Sospechar en pacientes con factores de riesgo cardiovasculares, tomar EKG, el inicio agudo y súbito sugiere embolia. El antecedente de claudicación sugiere trombosis. El USG doppler suele confirmar el diagnóstico y en ocasiones se requiere arteriografía.
Tratamiento de la isquemia arterial aguda
Es una urgencia, requiere heparina IV, colocar la extremidad en declive y analgesia.
La isquemia grave con riesgo de perder el miembro requiere embolectomía arterial con sonda Fogarty en caso de embolia y tromboendarterectomía en caso de trombosis. En caso de gangrena amputar.
La fibrinolisis intraarterial está indicada en caso de oclusiones trombóticas de vasos ateroescleróticas o en un bypass si el estado general contraindica la cirugía o si afecta vasos muy distales.
Clasificación clínica y tratamiento de al insuficiencia arterial aguda
I: viable, dolor intermitente sin alteraciones sensitivomotoras.
II: amenazada
IIa: marginal, dolor continuo, deficit sensitivo sin limitación motora, salvable con tratamiento temprano.
IIb: inmediata: dolor persistente, déficit sensitivo y motor moderado, requiere tratamiento inmediato.
III: irreversible: dolor persistente, anestesia y parálisis, lesiones cutáneas (cianosis, petequias, livedo reticularis), requiere amputación.