Inflamación: Úlcera péptica Flashcards
Existen varios mecanismos fisiopatológicos mediante los cuales se puede desarrollar una úlcera péptica, por ende, también existen varias opciones farmacológicas para su tratamiento, entre ellas:
1) Agentes farmacológicos que disminuyen la secreción de ácido gástrico:
- Antagonistas o bloqueadores H2.
- Bloqueadores de la bomba de H+.
2) Agentes farmacológicos que neutralizan el ácido gástrico:
- Antiácidos.
3) Agentes farmacológicos que promueven la defensa de la mucosa:
- Agentes de recubrimiento.
- Prostaglandinas.
4) Agentes que modifican factores de riesgo:
- Dieta, tabaco y alcohol.
- Tratamiento de la infección por Helycobacter pylori.
Los antagonistas del receptor de Histamina 2 (H2) son:
Moléculas que inhiben de forma reversible y competitiva la unión de la histamina al receptor H2, provocando una supresión de la secreción de ácido gástrico.
De forma indirecta, disminuyen la secreción de ácido gástrico inducida por gastrina y acetilcolina.
Entre los antagonistas de H2 están:
Famotidina, ranitidina, cimetidina y nizatidina. Todos poseen similitudes estructurales con la histamina.
Los antagonistas de H2 se eliminan mediante:
Excreción renal y metabolismo hepático, por lo cual, se debe disminuir la dosis en pacientes con insuficiencia hepática o renal.
Excepcionalmente, nizatidina es eliminada exclusivamente por excreción renal.
Los antagonistas de H2 se absorben en el:
Intestino delgado, con gran rápidez, alcanzando concentraciones plasmáticas máximas a las 1-3 horas.
Los efectos adversos de los antagonistas de H2 incluyen:
Cefalea, estreñimiento, diarrea, dolor muscular y fatiga.
En ocasiones, puede producir efectos adversos a nivel SNC, especialmente, si son administrados vía intravenosa, como: confusión y alucinaciones.
Los antagonistas del receptor H2 poseen múltiples interacciones farmacológicas, como:
- Ketoconazol: Requiere un medio ácido para su absorción gástrica, por lo cual, posee una captación reducida en el entorno alcalino creado por estos.
- Compiten por la secreción tubular renal de procainamida y otros medicamentos.
La cimetidina, que corresponde al primer antagonista H2 que se desarrolló, inhibe muchas enzimas del citocromo P450, por lo que:
Interfiere con el metabolismo hepático de varios fármacos como: lidocaína, fenitoína, quinidina, teofilina y warfarina; facilitando la acumulación de [] tóxicas de dichos fármacos.
Por ello, es preferible prescribir un antagonista del H2 distinto cuando el paciente consume múltiples medicamentos; ya que, la cimetidina parece tener mayor afinidad por las enzimas del citocromo P450.
La cimetidina está contraindicada en:
Embarazo y lactancia; pues, atraviesa la barrera placentaria y es excretada en la leche materna.
La cimetidina, además de tener efectos en la secreción de ácido gástrico, posee efectos:
Antiandrogénicos, generando:
- Ginecomastia (aumento del tamaño de las mamas) e impotencia funcional en hombres.
- Galactorrea (secreción de leche) en mujeres.
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son:
Profármacos que requieren de su activación en el entorno ácido de los canalículos de la célula parietal, siendo convertidos en sulfenamida, la cual reacciona con el residuo de cisteína de la H+/K+ ATPasa (bomba de protones) en las células parietales, formando un enlace covalente disulfuro que la inhibe de forma irreversible; conduciendo a la supresión prolongada y casi completa de la secreción de ácido gástrico, ya que, para reestablecer la secreción, se requiere de la síntesis de nuevas bombas de protones, lo que requiere 18 hrs.
Por lo tanto, los IBP son superiores farmacológicamente a los antagonistas de H2 para suprimir la secreción de ácido gástrico y promover la cicatrización de las úlceras pépticas.
Dentro de los IBP encontramos:
El omeprazol, esomeprazol, rabeprazol, lansoprazol, dexlansoprazol, y pantoprazol.
Todos estos poseen capas entéricas en su formal oral para prevenir la activación prematura.
Los IBP tienen curvas de biodisponibilidad similares, sin embargo, los más rápidos en activarse son:
Mientras que, el más efectivo es:
Rabepranzol y lansoprazol.
Esomeprazol.
Los IBP se utilizan para:
Tratar úlceras pépticas hemorrágicas (mantienen la integridad del coágulo en el lecho de la úlcera, pues, ayudan a la agregación plaquetaria y estabilidad del coágulo al mantener un pH gástrico sobre 6,0),
úlceras pépticas asociadas a H. pylori (ya que, contribuyen a erradicar la infección, al inhibir el crecimiento de la bacteria)
y a aquellos usuarios que requieren del uso de AINEs (mantienen incremento constante del pH gástrico).
Los efectos adversos de los antagonistas H2 están más estudiados que los de los IBP, por lo que, su uso es recomendando en:
Embarazadas.
Además, los antagonistas de H2 son más económicos.
También, en ratas el uso prolongado de IBP ha promovido el desarrollo de tumores carcinoides gástricos, sin embargo, esto no ha sido demostrado en humanos.