TRASTORNOS ASOCIADOS A LAS EMOCIONES Y ESTADO DE ÁNIMO Flashcards
Ansiedad
Estado de tensión acompañado de conductas de evitación ante situaciones amenazantes o peligrosas. sus manifestaciones fisiológicas como la sudoración, palpitaciones, tensión muscular, ahogo…, y no se considera patológica cuando la respuesta es proporcionada a la situación. Los trastornos de ansiedad se suelen agrupar en distintas categorías.
Trastornos fóbicos (fobias)
Temores irracionales ante una situación, objeto o actividad. Las más comunes son la agorafobia (temor a los lugares públicos) o la claustrofobia (pánico a los lugares cerrados.)
Trastorno obsesivo – compulsivo
Aquí entrarían las obsesiones del pensamiento, ideas, imágenes o recuerdos. Por ejemplo, dudar sistemáticamente de haber realizado alguna acción. También las compulsiones que son conductas repetitivas, hechas siempre de la misma manera que se realizan en respuesta a una obsesión, sin sentido y con finalidades preventivas de tipo “mágico”. Tener de vez en cuando pensamientos obsesivos o conductas compulsivas es muy habitual, pero cuando llegan a ser persistentes e interfieren en el modo de vivir o provocan angustia estamos ante una situación patológica. Por ejemplo, verificar que se ha cerrado la llave del gas es normal, verificarlo 10 veces no lo es.
Trastornos del estrés postraumático
Aparece después de haber vivido situaciones traumáticas: accidente, agresión, catástrofes naturales, etc. Quienes lo padecen reviven la agresión sufrida como un recuerdo constante, o, rehúyen hablar del acontecimiento y muestran síntomas de irritabilidad o insensibilidad cuando se les recuerda el hecho.
Ansiedad generalizada
La persona que lo sufre no puede identificar la causa de su trastorno y por tanto es incapaz de evitarlo. Freud la llamaba “ansiedad flotante”.
La depresión
Sentimientos profundos de tristeza y desesperanza. Se considera clínica o depresión mayor cuando la persona sufre más de dos semanas seguidas la mayoría de los siguientes síntomas: desesperanza, crisis de llanto, trastornos del sueño y el apetito, desgana sexual, agotamiento, sentimientos negativos hacia uno mismo, y, en casos extremos, alucinaciones y delirios. Todo esto impide a la persona llevar una vida normal en el trabajo y las relaciones personales. Hay distintos tipos de depresiones.
Depresión reactiva
Provocada por causas externas y que son bastante comunes e incluso pueden ser saludables hasta cierto punto, porque ayudan a asimilar el hecho.
Depresión endógena
Debida a causas orgánicas internas (bioquímicas, genéticas o neurológicas) y provocan que, sin motivo aparente, la persona que se encontraba bien hasta ese momento caiga en el abatimiento y la desesperanza. (Psicosis depresiva).
Depresión clínica
Asociada a enfermedades graves y consumo de drogas.
Depresión involuntaria
Asociada a determinados periodos de la vida.
Depresión puerperal
Después del parto.
La manía
Es la emoción opuesta a la depresión. Las personas con este trastorno aparentan una alegría desbordante, son hiperactivos y muestran un optimismo exagerado que unido a una autoestima sobrevalorada, hacen que la persona maníaca se arriesgue a emprender acciones inadecuadas en la confianza de que todo les va a ir bien.
Trastorno bipolar o psicosis maníaco-depresiva
Alternancia de depresión y manía.
Indiferencia emocional
Estado de insensibilidad, de anestesia afectiva, de frialdad emocional, y una situación de desapego psíquico, lo cual, si se vive así de forma inconsciente, ocasiona problemas de crecimiento personal y problemas sociales.
Dependencia afectiva
Se manifiesta en las relaciones de pareja, familia o amistad. La persona dependiente se somete, idealiza y magnifica al otro. Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les cause se sienten incapaces de dejarla, siendo los intentos nulos o fútiles.