Microeconomía Flashcards
A estas formas de asignar el producto (incluido el sistema de precios libres) de la actividad económica, les llamamos formas de distribución.
Colas
Sorteos
Cuotas o cartillas de racionamiento
Establecimiento de perfiles preferentes
Corrupción, nepotismo y favoritismo (privilegios, que pueden ser legales o no).
Robo, uso de la violencia y/o pirateria.
Hemos aprendido, en primer lugar, que el problema económico fundamental es
ue los deseos y las necesidades de bienes y servicios siempre son mayores que las disponibilidades de los mismos.
Siguiendo a Adam Smith la producción de cualquier bien o servicio (X) requiere de tres recursos básicos
Tierra (T), Capital (K) y Trabajo (L). Lo cual podemos expresar en forma verbal, como en este mismo párrafo, en forma algebraica X=f(T, K, L) y de forma gráfica. Son las tres formas que emplean los modelos económicos habituales.
Ahora bien, podemos considerar que la tierra y el capital forman un único recurso común ya que la tierra también es capital, con lo cual la función de producción quedaría expresada de una forma mucho más sencilla X=f(K, L). Utilizamos el recurso, típico de los economistas, de perder información no esencial, o lo que es lo mismo simplificamos la complejidad.
Incluso podemos simplificar ir más allá y considera que la producción depende únicamente del trabajo, ceteris paribus, con lo cual la expresión algebraica nos quedará X=f( L),
También hemos aprendido que tenemos dos modelos extremos de sistemas económicos, los de economías
totalmente descentralizadas en las cuales las empresas y los consumidores toman sus propias decisiones sobre qué producir o que consumir de forma totalmente libre y autónoma. Y, alternativamente, los de economía planificada en los que tales decisiones las toma un órgano gubernamental, que señala que se tiene que consumir y también qué y cómo se tiene que producir.
Son dos casos extremos porque lo habitual es que una parte de la producción y el consumo la decidan libremente los agentes económicos (empresas y consumidores) y otra parte la decida el gobierno.
De hecho, hemos recordado que en las democracias occidentales el Estado suele tener bajo su control aproximadamente
a la mitad de la economía. De forma que las empresas y particulares sólo deciden libremente sobre la otra mitad. Para entenderlo un poco más, se puede afirmar que los sistemas fiscales tienen que recaudar aproximadamente la mitad de los producido.
A partir de aquí hemos señalado dos cantidades que tenemos que conocer para poder iniciarnos en el manejo de las grandes cifras económicas, en concreto hemos dicho que el PIB español es de 1,3 billones de euros (1,4 billones de dólares). Esta es la producción anual total española en 2022. Así que si la economía estatal es aproximadamente la mitad será 650.000 millones de euros, cifra que recogerán los Presupuestos Generales del Estado.
Otra cifra importante es el PIB de las Baleares que es de 35.000 millones de euros.
Tenemos que intentar retener estas cifras, no sólo porque a buen seguro aparecerán en algún examen, sino porque nos permiten hacer comparaciones de cifras de gran tamaño.
Así mismo, hemos hablado de la importancia del crecimiento económico
que no es otra que la de conseguir una sociedad en la que todos puedan ganar. De hecho, en una economía estancada, o en decrecimiento, para que unos ganen otros necesariamente tiene que perder (juego de suma cero) lo que conlleva tensiones que pueden desembocar en conflictos. Conflictos cuya máxima expresión es la guerra.
Hemos afirmado que muchas guerras (prácticamente todas) están precedidas por períodos de crisis económicas que suponen decrecimientos.
Hemos visto la diferencia entre “ventaja absoluta” y “ventaja comparativa” en el comercio. Lo que equivale a poner de manifiesto las enormes ventajas de la acción comercial. Puesto que comerciar equivale a crecer económicamente.
La ventaja absoluta es muy fácil de entender, pues consiste en que un país o una persona se especialice en aquello que hace mejor. Ya está.
Por contra, la ventaja comparativa es algo más complicada, pues puede ser que un país produzca todos sus bienes peor que otro. Tal como ocurre ahora con China que todo lo hace mejor que el resto del mundo. Sin embargo, eso no significa que el comercio deje de ser positivo, y equivalente al crecimiento económico. Pues si cada país (o persona) se especializa en aquello que hace mejor con respecto a sí misma, el intercambio comercial continúa siendo positivo.
Hemos descrito un modelo gráfico extremadamente sencillo llamado FRONTERA DE POSIBILIDADES DE PRODUCCIÓN.
Este tema lo hemos cerrado recordando que las ventajas comparativas las mostró David Ricardo en el Parlamento Británico en un intento de derogar la ley de granos que provocó una catastrófica hambruna en Irlanda a mediados del siglo XX.
También hemos expuesto el llamado Modelo de Flujo Circular de la Renta
ideado por el neozelandés Phillips (ver este enlace) que nos muestra como en el mundo de la economía, todo está relacionado con todo, de manera que, al tocar cualquier pieza, o parte, todas las demás también quedan afectadas, dando lugar a la llamada TEORÍA DE LAS CONSECUENCIAS NO INTENCIONADAS.
En primer lugar, construimos una función de demanda (o curva de demanda),
simplificando la realidad. Así, así determinamos que la demanda de un bien depende de muchas variables, como pueden ser (P1) el propio precio, (P2) el precio de otros bienes, (Y) el nivel de renta, (R) el nivel de riqueza, (C) el clima, (E) la estación del año, (G) los gustos y preferencias, (O)etc. Acordamos que tal relación se puede expresar de forma algebraica:
Q=f (P1, P2, Y, R, C, E G, O)
Ante tal complejidad, los economistas intentan simplificar aplicando el artificio llamado CETERIS PARIBUS, que consiste en pensar que sólo una de esas variables cambia, al permanecer todas las demás como constantes. Por ello podemos considerar que la principal variable que puede cambiar es el propio precio del bien, y que todas las otras (ceteris) continuarán iguales (paribus). De esta forma la expresión puede quedar como sigue:
Q=f (P1)
Ahora tenemos únicamente dos variables, la Q que es la cantidad demandada (una variable a explicar o dependiente) y la P1 que es el precio del propio bien (una variable explicativa o independiente). Al ser únicamente dos las podemos representar en un gráfico bidimensional, es decir, en esta misma hoja de papel (o electrónica).
Representamos la variable independiente en el eje vertical y la dependiente en el horizontal por convención. De manera que como la relación es a mayor precio, menor cantidad demandada tendrá que tener pendiente negativa o decreciente.
La ecuación (expresión algebraica) es entonces:
Q=a-b·P
En donde a y b son dos constantes (dos números).
Fijémonos bien que la relación entre cantidad(Q) y precio(P) tiene un signo menos, al ser una relación inversa, tal como hemos mencionado.
Cambios en el precio
Cualquier alteración del precio supondrá un movimiento sobre la misma curva de demanda. Siempre considerando la relación inversa.
Cambios en cualquier otra variable distinta del precio
Una modificación de cualquier otra variable distinta del precio quedará reflejada en nuestro gráfico, con un movimiento de toda la curva dependiendo si aumenta la demanda (movimiento hacia la derecha) o si disminuye (movimiento hacia la izquierda).
Construcción de la función de oferta
Lo mismo hacemos con la función de oferta (o curva de oferta), que también depende de múltiples variables, como puede ser el precio del propio bien, de otros bienes, de los costes de los inputs de producción, de la tecnología, los tributos, etc. Así que, como en el caso anterior, también simplificamos aplicando la cláusula CETERIS PARIBUS, que nos permite reducir la expresión de la función de oferta a la expresión:
Q=f (P1)
Sin embargo, en este caso, la relación es directa pues al aumentar el precio aumenta el deseo de ofrecer bienes y servicios, por lo que su expresión algebraica tendrá la forma, también simplificada siguiente:
Q=a+b·P
Fijémonos que en la relación entre la cantidad ofrecida Q y el precio P hay un signo +. Lo que significa que su representación gráfica será creciente.
De igual manera que en el caso de la demanda, un movimiento sobre la propia curva se deberá a una variación en el precio, mientras que la alteración de cualquier otra variable supondrá un desplazamiento de toda la curva, a la derecha si aumenta la oferta y hacia la izquierda si disminuye.
Equilibrio de mercado
Una vez hemos construido ambas curvas, podemos establecer, al superponerlas, el EQUILIBRIO DE MERCADO, pues sólo habrá un precio para el cual coinciden las cantidades ofrecidas y demandadas. Decimos que esa es una situación de “felicidad soñada”, puesto que ningún vendedor se queda con mercancía por vender, y, simultáneamente, ningún comprador se ve frustrado por no poder comprar aquello que desea.
Además, lo bueno del MERCADO, es que ambas partes (vendedores y compradores)
ganan llevando a cabo sus transacciones. El vendedor prefiere el dinero (precio) a la mercancía que entrega; mientras que al comprador le sucede lo contrario. Esa es parte de la magia del mercado. Los intercambios libres nunca son un JUEGO DE SUMA CERO.
También vimos cómo para precios más altos del equilibrio existen incentivos a que se reduzcan hasta ese mismo nivel. Y lo mismo sucede para precios más bajos. Así que los precios proporcionan los incentivos necesarios para alcanzar la “felicidad soñada” del equilibrio.
FUNCIONES DE LOS PRECIOS
Todo ello nos llevó a concluir que las funciones de los precios las podemos resumir en tres principales:
TRANSMITEN INFORMACIÓN sobre lo que desean los consumidores y, sobre las posibilidades que tienen los oferentes, un aumento del precio significa que los consumidores quieren más, y viceversa. También, ese aumento de precio, puede significar que los oferentes tienen una mayor dificultad para ofrecer el bien en cuestión, por lo que los consumidores deberán plantearse adquirir algún sustitutivo.
GENERAN INCENTIVOS tanto para atender las necesidades del público, como para producir y/o consumir de la forma más eficiente. Dicho en otras palabras, generan los incentivos necesarios para alcanzar el EQUILIBRIO DE MERCADO.
DISTRIBUYEN LA RENTA, premian a aquellos que mejor atienden las demandas del público y castigan a aquellos otros que no lo hacen lo suficientemente bien. También premian al consumidor eficiente frente al que no lo es.
UN PRECIO POR ENCIMA DEL DE EQUILIBRIO
Un precio fijado por encima del equilibrio nos conduce a una situación de acumulación de excedentes (exceso de oferta). Tal como ocurría en la UE cuando se fijaban precios mínimos para algunos productos agrícolas como la leche. Entonces se producían toneladas de leche que no se podían vender. ¿Qué hacer con ellas?, no se pueden destruir por la imagen social negativa, no se pueden regalar a terceros países, puesto que allí donde acabarán hundiría los precios imposibilitando la producción local. La única solución viable era dejar de fijar gubernamentalmente los precios para así poder alcanzar un EQUILIBRIO DE MERCADO.