Galdós Flashcards
Primera manera realista (Galdós)
Esta primera etapa comprende hasta 1880
Obras: Novelas de iniciación La Fontana de Oro El audaz La sombra.
Novelas de la intolerancia Doña Perfecta Gloria Marianela La familia de León Roch.
Pertenecen siete novelas que podemos clasificar en dos grupos:
Tres novelas de iniciación: Las dos primeras son novelas históricas en las que toma el pasado como materia novelesca, tal como hace más tarde en la serie de los Episodios nacionales; la tercera es una novela fantástica de escaso valor.
Cuatro novelas de la intolerancia: Todas ellas comparten un tema común: las consecuencias personales y sociales de la intransigencia, la hipocresía y el fanatismo político o religioso
Las novelas de esta época son novelas de tesis, en las que la acción está al servicio de las ideas que se quieren defender.
Realismo Naturalista
Obras: La desheredada, publicada en 1881. El amigo Manso El doctor Centeno Tormento La de Bringas Lo prohibido Fortunata y Jacinta Miau, Realidad Angel Guerra
Características:
La acción se enmarca en Madrid, ciudad donde Galdós sitúa su universo novelesco.
Pierden fuerza los «casos de conciencia», que constituían el núcleo de las novelas anteriores, para dejar paso a un profundo análisis de la evolución psicológica de los personajes.
Utiliza nuevas técnicas, como el monólogo interior o el estilo indirecto libre, y perfecciona los diálogos, cada vez más eficaces y expresivo de la condición social y la psicología de los personajes, y la multiplicación de los puntos de vista.
Maneja a pleno rendimiento recursos para apoyar la acción y dar coherencia a la intriga: las pesadillas, los sueños simbólicos, las referencias precisas a sucesos históricos que se traban con la vida de los personajes
Utiliza nombres simbólicos.
Va creando un universo novelesco formado por personajes que reaparecen en otras novelas.
Realismo espiritual y simbolista
Obras:
Nazarín
Tristana
Halma y la extraordinaria
Características:
Acentúa el idealismo de los personajes,
Pierde importancia la descripción de la realidad.
Los Episodios Nacionales.
Constituyen un vasto proyecto con el que Galdós pretendió novelar los principales acontecimientos del siglo xix español. Su publicación se inició en 1873. En su conjunto, los Episodios nacionales abarcan 46 novelas, agrupadas en cinco series.
Los Episodios nacionales supusieron un gran reto artístico que Galdós resolvió con maestría. Además de su propia memoria sobre los hechos que vivió directamente, utilizó libros, documentos de primera mano y conversaciones con testigos presenciales, y completó todo este material histórico con visitas a los distintos lugares donde tuvieron lugar los hechos que narra.
Para dar textura novelesca a toda esta información, Galdós se sirvió de personajes cuyas pequeñas biografías «son ramas del mismo árbol que da la madera histórica». Estos personajes viven la parte de la historia que les afecta y la cuentan a su manera.
Es muy interesante en los Episodios el despliegue de perspectivas, personajes, puntos de vista y opiniones que configuran la visión total de los acontecimientos narrados. El autor se difumina tras los distintos narradores, ofreciendo al lector la oportunidad de extraer de toda esa información la verdad objetiva de los hechos.
Arte novelesco
Para Galdós, la novela debía tomar su materia prima de la cantera de gentes y temas que ofrecía «la sociedad nacional y coetánea». Para la elaboración artística de esa materia, Galdós usó muchos procedimientos, pero hay dos en los que destaca como maestro indiscutible: la reproducción de la lengua hablada y el humorismo.
Galdós reproduce la lengua hablada en toda su variedad de registros, tanto para caracterizar a sus personajes y dar verismo a las situaciones como para establecer vínculos con el lector. El autor-narrador, que se presenta en muchas ocasiones como un personaje más, dialoga con el lector, al que da un trato de interlocutor habitual, alguien con quien tiene muchas cosas en común: amigos, historia, patria, ambientes populares…
En cuanto al humorismo, es una constante en la obra de Galdós, que lo cultiva en todas sus manifestaciones. En sus primeras novelas utilizó la caricatura, a veces feroz, para caracterizar negativamente a ciertos personajes, pero al ir madurando su sentido del humor adoptó la forma de una sutil ironía. Esta ironía se manifiesta, por ejemplo, en el uso de nombres alusivos para los personajes. Así, un personaje de Misericordia que vive en la miseria se llama «Francisco Ponte Delgado» y otro de Fortunata y Jacinto que padece ataques de locura se llama «José Ido del Sagrario». Y también se manifiesta en el tratamiento que da a muchas situaciones.
