1939-1975 Flashcards
A
El desarrollo de la prosa española se vio muy afectado por la Guerra Civil y la dictadura. La censura aisló a los escritores españoles de las tendencias narrativas internacionales de los 40 y 50, y provocó la desaparición de temas contrarios al franquismo. Comienza la novela del exilio, de autores que tuvieron que exiliarse por la causa republicana. Desde Hispanoamérica siguieron publicando, pero sus obras no eran conocidas en España por la censura. Entre los novelistas más destacados figuran Ramón J. Sender, Francisco Ayala (Los usurpadores) y Rosa Chacel.
B
La novela de la inmediata posguerra se dio al principio desde la ideología del bando vencedor (Madrid, de corte a cheka, y La fiel infantería). Hubo otra corriente narrativa que se centró en la descripción costumbrista de los ambientes de la burguesía. Son representativos Juan Antonio de Zunzunegui e Ignacio Agustí. En 1942 se publica La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela. Consistía en un argumento truculento, abundante en escenas de violencia, narrado con un lenguaje similar al habla rural, pero muy cuidado. Cela aporta una visión tremendista, tratando renovar las técnicas y estructuras narrativas, pero destaca por su dominio del lenguaje, creación de ambientes y creación de personajes diferentes y originales. Hace gran uso de la sátira y utiliza una gran variedad de registros lingüísticos (Viaje a la Alcarria). La obra más importante de Cela es La colmena, con ella se inaugura el realismo social de los años cincuenta.
C
Emparentado con el existencialismo europeo detaca Nada, de Carmen Laforet. Trata temas como la lucha del individuo con su destino o sus las circunstancias, la Guerra Civil, la soledad… Miguel Delibes se dio a conocer en 1947 con La sombra del ciprés es alargada, donde aparecen dos de los grandes temas del autor: la muerte y la infancia. Redactó obras como El camino, La hoja roja o Cinco horas con Mario, considerada como la mejor novela del autor. Consiste en el monólogo interior de Carmen, una mujer de clase media que está velando el cadáver de su esposo. Con Parábola de un náufrago, Delibes se adentró el experimentalismo, pero luego volvió a tomar sus temas y su estilo de siempre en otras novelas como El hereje.
D
En la década de los 50 se cultiva la novela de contenido social y enfoque realista cotidiano que ofrece un testimonio crítico de la vida española del momento con la intención de contribuir a su transformación. Los relatos tratan personajes de las clases trabajadoras que padecen las consecuencias de una situación laboral, moral y política de injusticia. El realismo objetivista se caracterizó por su solidaridad con la alienación y sufrimiento humanos. Utiliza una estética realista y a veces la objetividad cronística. Es frecuente el predominio del diálogo sobre la narración. La prosa suele ser sencilla y funcional. Representan esta corriente autores como Ignacio Aldecoa (El fulgor y la sangre), Carmen Martín Gaite (Entre visillos), Ana María Matute o Juan García Hortelano.
E
El realismo crítico muestra intencionalidad política, pues pretende contribuir a la transformación de la sociedad por medio de la denuncia de la injusticia social. Emplea una técnica objetivista y tiende a utilizar tipos sociales. Se destacan novelistas como Alfonso Grosso (La zanja). La década de los sesenta fue un período de renovación ideológica y estética en todo el mundo. En la novela española, destacó la narrativa hispanoamericana. Entre sus técnicas y rasgos existe el punto de vista múltiple, que conlleva la variedad de personas gramaticales. Se limita la importancia del argumento y se da más importancia a la forma de narrarlo. Los argumentos varían y son heterogéneos, con una estructura compleja y monólogos interiores. Se experimentan nuevos estilos y formas lenguaje como la ausencia de puntuación.
F
Se da una superación del realismo, marcando el giro con Tiempo de silencio, de Luis Marín-Santos, publicada en 1962. La novedad de esta novela a la que se reduce su obra era la forma y el estilo, que rompía con el realismo convencional, con distorsión entre realismo y tema o puntos de vista omniscientes. En 1966 se consolida el cambio con el realismo por la aparición de tres obras importantes: Señas de identidad, de Juan Goytisolo; Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé; y Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes. Después vendrían otras igualmente importantes. Durante estos años coexisten los autores de posguerra con los del realismo social y los nuevos narradores. La mayoría de los narradores en activo se han adaptado a los nuevos rumbos.