Falso Flashcards
Casi todo el mundo bebe
Aunque el consumo de alcohol por parte de los jóvenes en los fines de semana está bastante extendido, no es cierto que la
mayoría de las personas beba. En una encuesta de carácter nacional, el 55% de los jóvenes (más de la mitad) entre 14 y 18
años manifestaron que no habían probado el alcohol en el último mes. Además los que consumen con cierta frecuencia lo
hacen en pequeñas cantidades, ya que de personas entre 15 y 65 años, el 91% informaron que no se habían emborrachado en
ninguna ocasión en el último año. Menos del 10% de los escolares españoles de edades comprendidas entre los 11 y 13 años
son consumidores habituales del alcohol.
La mayoría de la gente no consume alcohol de forma habitual. Los que consumen con cierta frecuencia, beben de forma
moderada.
Cualquier persona que bebe es un alcohólico
(FALSO)
Beber moderadamente alcohol no quiere decir que uno sea alcohólico. Por el contrario un uso prolongado o abusivo puede
conducir al alcoholismo.
Sólo las personas adultas pueden convertirse en alcohólicas
Cualquiera que abuse del alcohol puede convertirse en alcohólico.
Además, la dependencia de cualquier droga se instaura más rápidamente durante la adolescencia que durante la edad adulta,
porque la estructura de la personalidad está aún en pleno desarrollo. La adolescencia es un período de grandes cambios
físicos, psicológicos y sociales. Estos cambios provocan a menudo inseguridad y vulnerabilidad en el joven. En este contexto, el
alcohol se puede convertir rápidamente en una muleta de la que sea difícil prescindir.
-El porro es la droga más consumida entre los jóvenes
La droga que es objeto de mayor abuso, tanto entre los jóvenes como entre los adultos es el alcohol. Si se excluyen los
psicofármacos, la nicotina ocupa el segundo puesto y el cannabis el tercero.
Sin beber alcohol es difícil divertirse
Muchos jóvenes piensan que sin tomar alcohol o sin hacer “botellones” no es posible divertirse porque todos los amigos lo
hacen. Sin embargo, es posible pasarlo bien realizando muchas actividades que no tienen nada que ver con beber alcohol.
La venta de alcohol a menores de 16 años está permitida
El Código Penal prohíbe vender alcohol en lugares públicos a menores de 16 años. Dicha limitación dirigida a las personas
adultas que expenden bebidas alcohólicas, se extiende hasta los 18 años en algunas Comunidades Autónomas. Actualmente
es la legislación administrativa la que regula este tema.
La Ley de Seguridad Ciudadana se refiere a “la admisión de menores en establecimientos públicos o en locales de
espectáculos cuando esté prohibida, y la venta o servicio de bebidas alcohólicas a los mismos”, y establece sanciones de hasta
50.000 pesetas que pueden agravarse en caso de reincidencia.
Es legal que un adolescente de 15 años entre en un establecimiento de venta de bebidas a condición de no
consumir alcohol
Está prohibida la entrada de menores de 16 años en salas de fiesta y bares, discotecas y establecimientos en los que se sirvan
y consuman bebidas alcohólicas.
El alcohol hace olvidar los problemas
Cuando las cosas van mal, muchas personas creen que tomar alcohol puede ayudarles a olvidar los problemas. Esto no es así.
A veces, al tomar alcohol, podemos sentirnos más relajados o contentos y, con ello, podemos olvidar momentáneamente
nuestras preocupaciones. En otros casos, tomar alcohol nos puede poner también más enojados y deprimidos. En cualquier
caso, beber nunca solucionará nuestros problemas.
El alcohol abre el apetito
En tiempos pasados, esta afirmación tan extendida llevó a producir bebidas alcohólicas para combatir la pérdida del apetito en
enfermos, ancianos e incluso niños. Sin embargo, debemos tener claro que la ingestión del alcohol en ayunas produce
secreción de jugos gástricos que pueden llegar a producir la sensación de hambre, pero a la larga pueden producir gastritis e
inapetencias. Es curioso observar como los alcohólicos comen poco porque el alcohol les hace perder el apetito.
El alcohol es una medicina
Una cosa es que el consumo moderado de alcohol no sea perjudicial para el organismo y beneficie determinados procesos y
otra es que sea una medicina. para ninguna enfermedad se prescribe los médicos prescriben como medicina tomar alcohol. Por
el contrario, su abuso provoca muchas enfermedades.
El alcohol quita el frío
Una de las falsas ideas difundidas por los partidarios del consumo del alcohol es que sirve para combatir el frío. Argumentan
que el alcohol produce una dilatación de los vasos sanguíneos de la piel produciendo una sensación de calor, cuando la
realidad es completamente opuesta; se pierde mucho calor a través de la piel y el interior del cuerpo se enfría aún más.
Para combatir el frío lo ideal es el uso de ropas de abrigo o el consumo de bebidas calientes muy azucaradas.
El alcohol da fuerzas
No es así. El alcohol hace que los músculos sean más lentos y que se cansen antes. De hecho, las personas que beben alcohol
se marean, se tambalean e incluso se caen cuando van andando.
El alcohol produce una falsa sensación de fuerza porque al actuar sobre el sistema nervioso central anula la sensación de
fatiga. Sin embargo, el trabajo físico necesita la energía muscular y los músculos no pueden utilizar las calorías del alcohol. El
resultado es que engañamos peligrosamente al cuerpo ya que al no detectarse la fatiga, esta se acumula sin que nos demos
cuenta de ello y olvidemos los descansos sin establecer el ritmo de trabajo adecuado. El alcohol nos quita fuerza y energía para
realizar las actividades cotidianas, especialmente a los adolescentes y preadolescentes que, al estar todavía creciendo, tienen
menos peso que los adultos y sienten los efectos del alcohol con mayor intensidad aún tomando pequeñas cantidades.
Una persona no se puede hacer alcohólica bebiendo sólo cerveza
Aunque estas bebidas poseen menos graduación, las personas que las utilizan lo hacen en cantidades mayores, por lo que
están ingiriendo tanto alcohol como aquellas que toman licores destilados.
Sea cerveza, vino o licores, el consumo regular de alcohol puede conducir al alcoholismo. Todo depende de la personalidad del
individuo, de las circunstancias y de la cantidad y frecuencia del consumo.
Hay bebidas (cerveza, vino…) que emborrachan menos
Aunque estas bebidas poseen menos graduación, las personas que las utilizan lo hacen en cantidades mayores, por lo que
están ingiriendo tanto alcohol como aquellas que toman licores destilados.
Sea cerveza, vino o licores, el consumo regular de alcohol puede conducir al alcoholismo. Todo depende de la personalidad del
individuo, de las circunstancias y de la cantidad y frecuencia del consumo.
La borrachera es más probable cuando se mezclan bebidas
No es la mezcla de bebidas lo que emborracha, sino la suma de porcentajes de alcohol de la mezcla